Tabaco, amenaza para la salud visual

En México hay 12.5 millones de no fumadores expuestos al humo de tabaco ambiental

Lorena Ríos
Todo menos politica
Tabaco
Foto: Rodolfo Angulo CO

El consumo de tabaco representa una amenaza potencial para la salud visual, ya que está asociado al desarrollo o agravamiento de enfermedades como degeneración macular, cataratas y glaucoma, estas dos últimas identificadas entre las principales causas de ceguera en el país.

En México, según la Encuesta Nacional de Adicciones 2011, más de 30% de las personas está expuesto al humo de tabaco ambiental, lo que significa que 12.5 millones de mexicanos que nunca han fumado se han convertido en fumadores pasivos.

Nancy Espíndola Romero, optometrista y miembro del Consejo Optometría México exhortó a la población en general a redoblar esfuerzos contra el impacto negativo de esta adicción a la nicotina, que va más allá de ser una de las principales causas de cáncer de pulmón, infarto agudo al miocardio, enfermedades cerebrovasculares y enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Por el alto contenido de sustancias tóxicas que libera en el torrente sanguíneo de quienes fuman y de los componentes del humo que afecta a quienes les rodean —nicotina, alquitrán, formaldehído, amoníaco, sulfuro de hidrógeno, entre otras cuatro mil sustancias tóxicas—, el consumo de tabaco contribuye al desarrollo o agravamiento de diversas enfermedades, advirtió la especialista.

En el caso de la degeneración macular relacionada con la edad, esta se produce cuando se daña una parte de la retina llamada mácula, lo que provoca que se pierda la visión central y no se puedan ver los detalles precisos, con lo que se dificultan actividades como leer, identificar rostros y manejar. Las personas fumadoras tienen el doble de probabilidad de desarrollar degeneración macular que quienes no lo hacen.

Otro padecimiento son las cataratas, las cuales se desarrollan cuando el cristalino se opaca, lo que impide el paso de la luz. Trae consecuencias que van desde vista borrosa hasta ceguera. Quienes fuman tienen de dos a tres veces más probabilidades de padecer cataratas que quienes no fuman.

En el caso de glaucoma, los fumadores corren más riesgos de tener problemas en el nervio óptico, órgano naturalmente afectado por esta enfermedad. El nervio óptico conecta el ojo con el cerebro, por lo que los daños que sufra pueden tener como consecuencia la ceguera.

También hay complicaciones como la retinopatía diabética, la cual se presenta cuando se dañan los vasos sanguíneos de la retina, con consecuencias que van desde la vista borrosa o distorsionada hasta la ceguera; los fumadores que también tienen diabetes corren mayor riesgo de padecer esta enfermedad.

La uveítis consiste en la inflamación de la úvea, capa intermedia de la pared ocular, lo que provoca ojos rojos, dolor y problemas de visión. El consumo de tabaco contribuye al empeoramiento de esta enfermedad.

Finalmente, otra consecuencia de la exposición al humo del tabaco es el ojo seco, que se presenta cuando los ojos no tienen suficientes lágrimas o no son de calidad para cumplir su función. Fumar, o estar cerca de quienes lo hacen, aumenta la propensión a sentir los ojos ásperos, así como a sufrir ardor, picazón y enrojecimiento.

Por todo lo anterior, la especialista invitó a la población en general a cuidar más la vista y en caso de presentar molestias acudir con el optometrista, quien lo derivará, en caso necesario con el médico oftalmólogo.