Historia de una trabajadora doméstica en México

En México existen 2.3 millones de personas que se dedican al trabajo del hogar.

Elidet Soto
Bienestar

María de Lourdes Cerón tiene 46 años, de cariño le dicen Lulú; es de carácter jovial y no tiene empacho en platicar su historia.

Es trabajadora doméstica desde hace 10 años y forma parte del millón de mujeres que se dedican a esta actividad.


Aunque tenía miedo de salir a trabajar y emprender una nueva etapa en su vida, la discapacidad de uno de sus hijos, así como las ilusiones que tenía su hija mayor de continuar con sus estudios, la impulsaron a dar uno de los pasos más grandes de su vida.

“Una amiga me contactó con una señora que necesitaba ayuda en su departamento, le dije que tenía un hijo discapacitado y que quería trabajar, la señora me ayudo y hasta la fecha trabajo con la gente que conocí gracias a ella”, recordó Lulú.

No tiene seguro médico, prestaciones de ley o algún contrato que la avale, pero aseguró que durante una década, ninguna de las personas para las que trabajó fueron groseras o abusivas y que siempre ha sido tratada con respeto.

Las actividades de la señora Cerón son variadas, pues aparte de hacer la limpieza en una casa, se emplea durante 2 horas en una tienda naturista para hacer el aseo.

Su jornada laboral es de 9:00 a 14:00 horas aproximadamente, el horario varía según la cantidad de trabajo que tenga o los clientes que soliciten su apoyo, sin embargo la mayoría de las veces llega temprano a su hogar.

Lulú cobra entre $250 y $300 diarios por trapear barrer y mantener limpia la casa, no cocina ni plancha, pero si alguno de los clientes se lo pide, puede hacer otra actividades como hacer el mandado o ayudar con eventos especiales.

Y aunque para ella el trabajo doméstico no es desagradable, no le gustaría que ninguna de sus hijas se dedicara a eso, pues considera que sus estudios pueden darles mejores oportunidades que las que tuvo ella.

“Por eso estamos haciendo un esfuerzo mi esposo y yo, para que tengan más oportunidades, aunque a veces lo piensas porque gano más que una licenciatura”, explicó.

En un futuro, Lulú desea tener un negocio propio y dejar los utensilios de limpieza para siempre, sin embargo, tendrá que esperar a que la situación en casa mejore, pues su hija menor aún estudia y hay que ayudar con los gastos.

El Día internacional de las trabajadoras del hogar fue adoptado en 2011 por la Conferencia General de la Organización Internacional del Trabajo, a través del convenio 189, cuyo objetivo es hacer respetar los derechos de este tipo de empleados.

Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI de 2012, en México existen 2.3 millones de personas que se dedican al trabajo del hogar.

En el caso de los hombres, se contabiliza que por lo menos 116,763 se emplearon como trabajadores del hogar.

Según el último informe sobre trabajadoras del hogar de la Conapred, el 76.8% de las trabajadoras del hogar tiene un estrato socioeconómico bajo y medio bajo; 16%, un estrato medio alto; y sólo 7.2%, un estrato alto.

En México, 1.3 millones de los hogares contratan trabajadoras, lo que representa 5.1%.

El carácter alegre y jovial de Lulú le ayudan a ver con orgullo y optimismo su empleo, su historia es como la de miles de mexicanas que no tiene trabajos formales.

El dato

Tras más de 40 años de no ser reconocido, el trabajo doméstico ya está regulado en Ley Federal de Trabajo en sus artículos 331 al 343.

Esta historia fue originalmente publicada en Vértigo el 30 de marzo de 2013, se actualizaron los datos para su republcación

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