La celebración del Grito de Independencia nos recuerda el orgullo de ser mexicanos.
Y aunque por lo general el rock hecho en México es motivo de vergüenza, existen sus honrosas excepciones. Aquí la lista.
Los Dug Dugs - Lost in my World
Esta canción, de su álbum homónimo de 1971, demostró que los originarios de Durango entendieron de dónde provenía el poder del rock anglosajón: del riff.
Rodrigo González – No Tengo Tiempo (de cambiar mi Vida)
De su ábum “Hurbanistorias” de 1983, el profeta del nopal presenta el himno por antonomasia del rock urbano que, aunque cueste aceptarlo, es lo más cercano que hay en México a un rock rebelde.
El Personal – Broche de Oro
El track con el que cierra el clásico álbum “No Me Hallo” de 1988, de esta banda tapatía de culto que no recibe el reconocimiento que merece.
Caifanes – Aquí No es Así
La banda mexicana llegó a su punto artístico más alto con esta canción de “El Nervio del Volcán” de 1994, el álbum con el que cerraron su carrera.
Santa Sabina – El Reino Perdido
Una de las bandas más originales que dio México hace despliegue de su talento en una canción de su álbum “Babel” de 1996, en particular la voz de la inmortal Rita Guerrero.
La Barranca - Día Negro
El guitarrista José Manuel Aguilera, acompañado siempre de talentosos músicos, demuestra su talento en esta oscura y contundente composición del álbum “Tempestad” de 1998.
Yokozuna – Ya No Queda Nada de mi Amor
Los hermanos Arturo y Antonio Tranquilino demuestran que sí hicieron la tarea en un track de su álbum “Yokozuna II” de 2009, en el que se escuchan partes iguales de Van Halen y Soundgarden, con una pizca de John Lee Hooker.