SANTUARIO OSTOK: OTRA OPORTUNIDAD PARA ANIMALES RESCATADOS

Su primer habitante fue Big Boy, un elefante asiático que pasó tres décadas encerrado en una jaula dedicado a realizar actos de circo y ahora goza de su libertad.

Martha Mejía
Bienestar
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Big Boy, Elefante Asiático, fue trasladado el día de hoy desde la ciudad de Guadalajara a su nuevo Santuario en el Zoológico de Culiacán, Sinaloa.
Fernando Carranza/Fernando Carranza

México es el tercer país con mayor tráfico de especies en el mundo y de cada 100 animales traficados mueren 80. De ahí que el Santuario Ostok en Culiacán, Sinaloa, sea una segunda oportunidad para que muchas de esas especies no se extingan.

De hecho, sus 60 hectáreas alojan únicamente animales rescatados de tráfico y posesión ilegal, además de dar refugio a recién nacidos que quedaron en orfandad debido a que sus madres fueron cazadas.

Beneficio

Ostok en náhuatl significa “cueva”. Se trata, indica Ernesto Zazueta Zazueta, director del Santuario y presidente de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM), de un espacio 100% natural que ahora es hogar de muchos ejemplares que fueron extraídos de sus hábitats naturales y ahora tienen una segunda oportunidad para tener una vida digna y de bienestar.

“Iniciamos en abril pasado, no hace ni el año. En el santuario hay una unidad de rescate. Empezamos a adaptar toda la zona. Lo primero fue tratar de habilitar servicios de luz, agua y otros para que los animales puedan ser atendidos, espacios que van desde dónde van a comer hasta dónde dormir”, señala Zauzeta.

Durante un recorrido por Ostok explica que el descontrolado tráfico de especies y la mancha urbana está acabando con miles de hábitats naturales, lo que provoca que seamos el país con mayor número de especies en riesgo de extinción.

“Lo que estamos haciendo es rescatarlos y rehabilitarlos, pues los zoológicos ya están saturados porque son los únicos que se han encargado de resguardar a miles de animales decomisados”, dice.

En los zoológicos, agrega, “hay más de 40 mil animales en la República que estamos cuidando, independientemente de las colecciones privadas, nada más en apoyo a Profepa y a Semarnat; esto es extra, son ejemplares que van llegando”.

Zazueta lamenta que “mucha gente también mata animales porque aseguran que invaden sus casas, desde boas y zorrillos hasta grandes felinos; pero los animales no están invadiendo las casas de nadie: somos los humanos quienes hemos invadido sus hogares y estamos directamente provocando su extinción”, indica.

Actualmente Ostok aloja a casi 400 ejemplares, entre los que se encuentran una familia de ciervos axis originarios de India que fueron totalmente abandonados en un ingenio azucarero en Tabasco; ciervos rojos procedentes de decomisos; loros cabeza azul endémicos del sudeste de México; distintas especies de guacamayas; más de 20 pavo reales y Peter, un mono araña de dos meses que es criado bajo cuidado humano porque su madre murió al dar a luz, víctima del maltrato de traficantes.

Embajador

El primer rescate del santuario fue Big Boy, un elefante asiático que pasó tres décadas de su vida encerrado en una jaula y dedicado a realizar trucos en un circo. Sin embargo, después de que en México se prohibieron los espectáculos con animales el paquidermo fue encadenado y abandonado debido a que sus dueños no tenían dinero para su alimentación y mantenimiento.

No obstante, gracias a una serie de negociaciones entre Zazueta y el ambientalista Arturo Islas Allende, en colaboración con otros expertos y empresarios, con los anteriores dueños de Big Boy el paquidermo pudo ser trasladado de Jalisco al zoológico de Culiacán y posteriormente a Ostok.

“Hoy por hoy Big Boy es nuestro embajador. Con él fue algo complicado porque cuando se logró la negociación no existía Ostok: el santuario estaba en planes, no había un lugar para un elefante. Es algo que requiere bastante conocimiento e instalaciones, pero es muy satisfactorio ver que actualmente Big Boy es libre, está completamente suelto, él hace lo que quiere, va a donde quiere y tiene una vida muy tranquila”, señala el ambientalista.

Una compañera

En breve, y gracias nuevamente a diversas negociaciones promovidas por la AZCARM, al zoológico de Culiacán llegará Bireki, una elefanta de 27 años rescatada de un circo, que será la nueva compañera de Big Boy.

El director de Ostok señala que ya se solucionó la situación legal de dicho animal, por lo que pronto podría viajar desde el Estado de México hasta el zoológico de Culiacán y posteriormente ser trasladada a un área de improntación, para que ella y Big Boy se conozcan y se adapten a vivir juntos.

Bireki fue rescatada de un circo en Veracruz por la Profepa y llevada al zoológico de Zacango para su rehabilitación. “Esta elefante estaba en medio de un litigio que ya se resolvió. A nosotros nos contactó el zoológico donde ella estaba porque la tenían que regresar al circo, puesto que este había ganado el litigio; finalmente llegamos a un trato con ellos. Digamos que pudimos hacer un bien, hicimos nuestra lucha y al parecer es en positivo”, dice Zauzeta.

Estrategia

Otra de las actividades que realiza Ostok es la liberación de especies. En esta ocasión sucedió en la Laguna Caimanero, en el municipio de Navolato, donde fueron liberadas más de 30 aves migratorias, patos silvestres y cuatro cocodrilos.

La actividad formó parte del programa Reactivando con los 50 líderes, cuya finalidad es sensibilizar y concientizar a empresarios sobre las problemáticas con la conservación de especies y de esa manera invitar a que se sumen a los programas de rescate y liberación de especies en su hábitat natural.

“Hemos descubierto que lo más importante para apoyar a los animales es concientizando y educando a la gente, porque muchas personas no tienen idea de la grave situación que atraviesa la fauna silvestre en nuestro país. Y hoy les pedimos a los líderes de México que se involucren en esta gran causa; las empresas y proyectos que apoyan a los animales siempre van a resultar exitosos”, puntualiza Zazueta, hijo del líder de Ostok.

En su oportunidad, el ambientalista Arturo Islas Allende llama a los líderes y empresarios de México a invertir su capital, sus ideas y su energía en proyectos con causa que conserven y protejan el planeta. “Tenemos un sistema fallido y lo que no hemos entendido es que el planeta continuará con o sin nosotros. Ustedes tienen el poder y el capital, y si con ello no logramos dejar nada para la posteridad estamos muy mal”.

En este sentido, agrega que debemos involucrarnos en causas que verdaderamente impacten. “Nosotros no les estamos pidiendo dinero: les estamos pidiendo acciones en favor de nuestra biodiversidad”.

Islas Allende aprovecha para recalcar que Sinaloa y el país son territorios que alojan mucho más que balas, sangre y violencia. Y que precisamente el Santuario Ostok se apunta para posicionarse como uno de los más importantes de América en materia de rescate y conservación de especies.

Próximamente Ostok recibirá a una familia de monos araña que acaban de rescatar de la posesión ilegal y a una pareja de jaguares.