CDMX, 30 de septiembre de 2025. Actualmente cada vez más vemos que las mujeres priorizan su desarrollo profesional durante la etapa más fértil de su vida, lo cual ha provocado un cambio en los patrones de maternidad y muchas deciden postergar la búsqueda de un embarazo hasta cerca de la cuarta década de vida.
“Recibimos con frecuencia a pacientes que llegan a consulta cuando la reserva ovárica ya es baja. Muchas se sorprenden al descubrir que su fertilidad se ha visto afectada más rápido de lo que pensaban”, señala la doctora María de Lourdes Flores Islas, ginecóloga, especialista en Biología de la Reproducción Humana.
Preservar la fertilidad es una alternativa médica que permite congelar óvulos —o embriones, según el caso— durante los años de mayor capacidad reproductiva. Esta opción abre la posibilidad de planificar la maternidad con más libertad, sin que el tiempo biológico determine el cuándo.
El procedimiento se basa en una evaluación clínica de la reserva ovárica, que se realiza con estudios como el de la llamada hormona antimülleriana (AMH) y el recuento de folículos antrales, explicó la doctora Flores, quien agrega que dicha información ayuda a tomar decisiones preventivas antes de que la calidad ovocitaria disminuya de forma significativa.
Además del beneficio médico, la preservación puede tener un impacto positivo en la salud emocional. “Tomar decisiones con información y a tiempo reduce la ansiedad que genera la incertidumbre. Saber que hay una alternativa brinda calma y permite enfocarse en otras etapas sin temor a haber dejado pasar la oportunidad”, comenta la también integrante del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia (COMEGO).
Congelar óvulos no es una garantía de embarazo, pero sí mejora el pronóstico frente a intentos en etapas más avanzadas. Por ello, los especialistas insisten en que esta decisión debe verse como parte de la prevención, no como una reacción de último momento.
La directora médica de Red Crea Fertilidad señala que muchas mujeres llegan a consulta con el deseo de formar una familia, pero enfrentan diagnósticos más complejos por el paso del tiempo. “La clave está en anticiparse. Es importante hablar del tema desde los treinta, no cuando ya es urgente”, acota la socia titular en la Asociación Mexicana de Medicina de la Reproducción (AMMR).
Acudir a una valoración reproductiva a tiempo permite conocer el estado de la fertilidad y explorar las opciones disponibles con claridad. Tomar decisiones tempranas no solo amplía las posibilidades médicas, también ayuda a vivir con menos ansiedad y más libertad, concluyó Flores Islas, integrante activa de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE).