Importancia de los cuidados en la primera infancia

Actualmente millones de niños y niñas no reciben la nutrición ni atención en salud necesarias

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Foto: Rawpixel
Redacción
Bienestar
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En México, el 53.9% de niñas y niños en la primera infancia no asiste a educación inicial o preescolar, y el 42.7% de la población no está de acuerdo con llevarlos a estos espacios, según la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC) 2022.

La primera infancia —del nacimiento a los ocho años— es una etapa crucial del desarrollo, ya que el cerebro se encuentra en una fase intensa de crecimiento. Durante estos años, el entorno influye profundamente en el aprendizaje, comportamiento y salud futura de niñas y niños.

Los cuidados durante esta etapa van más allá de lo básico como alimentación o higiene. También abarcan el cuidado emocional y social, clave para el desarrollo integral a largo plazo. “Actualmente millones de niños y niñas no reciben la nutrición ni atención en salud necesarias. Esto limita su capacidad de aprendizaje y desarrollo”, explicó la Dra. Cynthia Vega, directora de Relaciones Médicas de PiSA Farmacéutica.

Una nutrición adecuada, salud física, estimulación temprana y un ambiente seguro y afectuoso son elementos fundamentales para que la niñez se desarrolle plenamente y esté preparada para la educación formal, con mejores oportunidades en el futuro.

“La primera infancia es clave para formar adultos sanos y participativos en la sociedad”, enfatizó la Dra. Vega. A través de la educación preescolar, niñas y niños adquieren habilidades como la lectoescritura, la aritmética y el aprendizaje socioemocional, fundamentales para su desempeño escolar y social.

Sin embargo, en México, el 18% de los menores entre 3 y 5 años muestra un desarrollo inadecuado para su edad, y más del 75% presenta rezago en alfabetización y conocimientos numéricos. Esto los coloca en mayor riesgo de enfrentar pobreza, violencia e inequidad en el futuro.

“La primera infancia representa una ventana de oportunidad única para moldear el futuro de niñas y niños. Es un momento decisivo para garantizarles un desarrollo pleno”, concluyó la Dra. Vega.