EN MÉXICO LA SALUD MENTAL DEBE SER PRIORIDAD

“Existe una vulnerabilidad biológica o genética a presentar depresión”.

Lorena Ríos
Bienestar
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Datos de la OMS refieren que 450 millones de personas en el mundo sufren de un trastorno mental o de conducta.

Cuando las personas presentan falta de aire, taquicardia, sudoración y temblor en manos, angustia y miedo, así como dolor en la boca del estómago, imposibilidad de llorar, insomnio, nudo en la garganta y mareos se trata de un trastorno de ansiedad, condición que afecta a 5% de la población en México y que durante la pandemia de Covid-19 se duplicó en los servicios de salud.

El trastorno de ansiedad afecta más a las mujeres que a los hombres (2:1). Por lo regular involucra una sensación persistente de angustia y miedo. No es lo mismo preocuparse de vez en cuando por las cosas o sentirse ansioso debido a eventos estresantes en la vida: las personas con este trastorno sienten este malestar por meses o incluso años si no reciben atención siquiátrica y sicológica.

De igual forma, al concluir la emergencia sanitaria que llevó al confinamiento al mundo se incrementaron los cuadros de depresión, que se caracteriza por tristeza, pérdida de interés o placer en actividades que antes le emocionaban a la persona, sentimientos de culpa, falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.

No existe una causa que genere el estado de depresión, sino que hay factores predisponentes, precipitantes y mantenedores tanto a nivel biológico como sicológico, por lo que se considera que es multifactorial. Cuando se habla de factores biológicos en la depresión se deben estudiar a nivel genético, estructural y hormonal.

Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) refieren que 450 millones de personas en el mundo sufren de un trastorno mental o de la conducta. En México al menos 18% de la población urbana en edad productiva (de 15 a 64 años) sufre algún trastorno de estado de ánimo, como depresión, ansiedad, demencia o fobia, motivo por el cual es urgente un aumento en la inversión en salud mental.

Especialistas reunidos en el seminario Lundbeck Mental Health Press Day 2023 expusieron la necesidad de reconocer la salud mental como una necesidad básica del ser humano y subrayaron que urge combatir el estigma y discriminación hacia las enfermedades mentales, así como destinar mayores recursos, infraestructura hospitalaria, atención especializada, acceso a tratamientos adecuados y estimular la integración de las personas a la sociedad.

De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad, entre 2013 y 2021 México asignó en promedio solo 2.1% del presupuesto de la Secretaría de Salud (SSA) para atender la salud mental, lo que pone de manifiesto la brecha existente entre las necesidades de atención de los trastornos mentales y los recursos disponibles.

Trastorno de ansiedad

Es normal sentir ansiedad en algunos momentos, por eventos importantes en la vida, un nuevo trabajo, una boda, un divorcio, la llegada de un nuevo miembro de la familia… Sin embargo, la ansiedad y la preocupación excesivas y continuas que son difíciles de controlar e interfieren en las actividades diarias pueden ser signo de un trastorno de ansiedad generalizada, la cual puede presentarse en la infancia o la vida adulta.

Vivir con trastorno de ansiedad generalizada puede ser un desafío de largo plazo. En la mayoría de los casos este trastorno mejora con sicoterapia o medicamentos. También puede ser útil hacer cambios en el estilo de vida, aprender a hacer frente a desafíos o situaciones y practicar técnicas de relajación, sugirió la doctora Marisa Morales, vicepresidenta de la Asociación Psiquiátrica Mexicana del Noroeste.

“Muchas veces los pacientes llegan a la consulta por problemas de insomnio y la mayoría de las ocasiones el insomnio está ligado a trastornos de ansiedad. La parte donde los especialistas en salud mental nos rompemos la cabeza es cuando los pacientes no toman los medicamentos porque piensan que se van a volver adictos, que les dañarán los riñones o el hígado, o que les van a generar somnolencia. Y eso no pasa: son medicamentos muy estudiados y sí disminuyen los síntomas”, agregó.

Depresión

En México 3.6 millones de personas adultas padecen depresión; de ellas, 1% son casos severos. Asimismo, el país ocupa el primer lugar de discapacidad para las mujeres y el noveno para los hombres. La depresión tiene una alta concurrencia con otros trastornos como ansiedad y consumo de sustancias.

De acuerdo con el doctor Aldo Suárez, especialista en la materia, se puede decir que existe una vulnerabilidad biológica o genética a presentar la depresión cuando a nivel familiar han existido varios casos, por lo que parece existir una relación entre depresión y herencia. Sin embargo, a menos que las condiciones ambientales también la favorezcan, las posibilidades de padecerla serían bajas, es decir, no necesariamente tiene por qué aparecer.

“Pueden existir disfunciones en la neurotransmisión cerebral. Problemas en la recepción del neurotransmisor o alteraciones en los transportadores de serotonina y dopamina; son hipótesis muy asentadas, aunque en los últimos años se investiga la validez de estas”, detalló el médico siquiatra.

Dijo que existen estudios científicos en los que ha sido evidente que la depresión es un padecimiento con capacidad de “complicar todo el organismo”. De hecho, ya es la primera causa de discapacidad en personas de 20 a 24 años y la segunda en el rango de 25 a 50 años, sostuvo.

En México está por iniciar la Encuesta Nacional de Salud Mental y Adicciones, con la cual se conocerá la prevalencia de estos males. Y en Estados Unidos una investigación de los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) encontró que a causa de la pandemia de Covid-19 en su población se cuadruplicó la prevalencia de depresión al pasar de 7 a 30% y la ansiedad subió de 8 a 36 por ciento.

Esquizofrenia, la otra realidad

“La esquizofrenia es un trastorno mental grave caracterizado por una distorsión del pensamiento, percepciones y emociones, así como del lenguaje, la conciencia propia y la conducta. Algunas de las experiencias más frecuentes son las alucinaciones (oír voces o ver cosas inexistentes) y los delirios (creencias erróneas y persistentes)”, explicó la siquiatra Marisa Morales.

La esquizofrenia se asocia a una discapacidad considerable y puede afectar al desempeño educativo y laboral, sin embargo, el diagnóstico y tratamiento oportunos hacen la diferencia en la vida de estos pacientes. En México, se calcula que más de un millón de personas viven con esta condición, concluyó la especialista.