La enfermedad afecta en mayor escala a las personas con problemas de sobrepeso y obesidad, mayores de 60 años, o los que se encuentran hospitalizadas con inmovilidad generalizada por alguna cirugía.
La trombosis es la formación de un coágulo de sangre en una vena o arteria. Este trombo puede bloquear o retrasar el flujo sanguíneo normal y generar complicaciones en piernas, pulmones o cerebro, así como infarto del corazón, accidente cerebro vascular y enfermedad tromboembólica venosa.
Las principales señales son: dolor leve o moderado, que a menudo comienza en la pantorrilla, inflamación del pie, tobillo o pierna, además de eritema o enrojecimiento de la piel y sensación de calor. Cuando el trombo afecta los pulmones se presenta dificultad para respirar, dolor al hacer respiraciones profundas, frecuencia cardiaca elevada, mareos o desvanecimiento.
Esta condición afecta en mayor escala a las personas con problemas de sobrepeso y obesidad, quien permanece varias horas sentado o parado, mayores de 60 años, los que se encuentran hospitalizados con inmovilidad generalizada por alguna cirugía, viajes prolongados, mujeres que utilizan anticonceptivos o terapia hormonal de reemplazo, tabaquismo, consumo elevado de alcohol, así como una historia personal o familiar de trombosis.
En México se estima que se registran 500 mil casos de trombosis al año, que causan discapacidad y muerte. 60% de ellos son prevenibles con tratamientos farmacológicos preventivos y estilo de vida saludable, explicó el doctor Raúl Izaguirre Ávila, presidente de la Sociedad Mexicana de Trombosis y Hemostasia (Someth).
El especialista anunció que este año se implementa la campaña Muévete contra la trombosis: Reto 60 x 60, donde se exhorta a la población en general a moverse cada 60 minutos durante 60 segundos para evitar la formación de coágulos. La campaña busca reducir las muertes y discapacidades causadas por esta enfermedad.
Izaguirre Ávila mencionó que 60% de los casos de enfermedad tromboembólica venosa ocurren durante o después de un internamiento hospitalario, sin embargo esta condición es prevenible con tratamiento farmacológico, por lo que los médicos deberán estar atentos para evitar esta complicación. “Todos tenemos derecho a saber si estamos en riesgo de presentar un trombo, por lo que los pacientes y familiares deben hablar con su médico para reducir el riesgo”, añadió.
De igual forma, el doctor Ricardo Martínez Zubieta explicó que “la infección por Covid-19 fue una enfermedad que favoreció las trombosis al generar una respuesta inflamatoria generalizada y muchos pacientes presentaron embolias pulmonares, complicación frecuente en las áreas de terapia intensiva, donde los pacientes permanecían en reposo y boca abajo, y el tenerlos con un respirador también era un factor de riesgo. Pero muchos pacientes que se quedaron en casa seguramente murieron por esta complicación”.
El especialista explicó que existe la trombosis asociada al cáncer. “Este evento es una de las principales causas de morbilidad y mortalidad, ya que los pacientes con cáncer tienen un riesgo cuatro veces mayor que la población general de desarrollar coágulos sanguíneos graves. El riesgo depende de factores como cirugía, hospitalización, infección y trastornos genéticos de la coagulación y factores específicos del cáncer, la histología y el estadio de malignidad, el tratamiento y ciertos biomarcadores. La quimioterapia y la cirugía pueden dañar las paredes de los vasos sanguíneos y afectar la forma en que funcionan”.
Otro aspecto que deberá cuidarse es la salud mental, pues al darse el diagnóstico se puede llegar al síndrome postrombótico, una especie de duelo por la pérdida de la salud, y esto puede desencadenar en depresión profunda si no son atendidas las necesidades mentales y emocionales del paciente.
“El deterioro de la funcionalidad de las personas impacta directamente en su salud general y su calidad de vida. Es preciso que el sobreviviente de un evento trombótico sea adecuadamente manejado por un equipo multidisciplinario capacitado, incluido el especialista en salud mental, con las terapias y recursos adecuados para adaptarse a su nueva condición de vida y que su autopercepción sea lo más positiva posible”, sugirió Martínez Zubieta.
Trombosis en pediatría
Las complicaciones por trombosis también se presentan en la población infantil derivado de obesidad, cáncer, cardiopatías u hospitalización prolongada por fracturas, comentó la doctora Mara Núñez, médico adscrita al Instituto Nacional de Pediatría (INP). “Nos llegan varios pacientes a ortopedia por accidentes que les producen fracturas y deben estar varios días o meses inmovilizados. A ellos les ofrecemos tratamiento preventivo, porque al estar mucho tiempo sin movilidad existe el riesgo de que se forme un trombo. También tenemos casos de menores que pesan 80 kilos, que tienen problemas de obesidad, que es otro factor de riesgo aunado a la inmovilidad y se van juntando los factores de riesgo para presentar una trombosis”, mencionó la especialista.
En estos casos, añadió, se les brinda tratamiento profiláctico para prevenir que en el transcurso de su recuperación presenten problemas de trombosis. “Un niño sano con peso adecuado es raro que presente esta condición, pero hay menores que tienen ya una predisposición genética que favorece la formación de coágulos y es ahí donde debemos estar atentos y evitar situaciones desagradables. Los bebés y adolescentes son nuestra población de riesgo”, dijo.
Por último, los especialistas recomendaron la realización de actividad física regular, la cual ayuda a prevenir y controlar las enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares y la enfermedad tromboembólica venosa. También ayuda a prevenir la hipertensión mantener un peso corporal saludable y mejorar la salud mental, la calidad de vida y el bienestar.
Signos y síntomas Generalmente los coágulos se forman en las venas profundas del cuerpo. La mayoría de los coágulos de sangre ocurren en la parte inferior de la pierna o en el muslo.
Dolor A menudo comienza en la pantorrilla. Para los coágulos de sangre en las extremidades superiores el dolor suele ubicarse en la región del brazo o del hombro.
Hinchazón En una minoría de casos puede hincharse la pierna, incluidos el tobillo o el pie.
Discromía Ocasionalmente aparece enrojecimiento evidente en la pierna o el brazo.
Calor La sensación de calor en la pierna o el brazo afectados.