Tratar la obesidad con terapia GLP-1, endoscopia y cirugía bariátrica

Pacientes han logrado resultados notables, con reducciones de hasta 29% de su peso corporal total

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CDMX. 6 de noviembre de 2025. En países como México y Estados Unidos, donde la obesidad y el sobrepeso afectan a la mayoría de los adultos, encontrar soluciones eficaces y sostenibles para el control del peso ya no es solo una innovación: es una necesidad.

Dr. Thomas R. McCarty, gastroenterólogo y médico de obesidad del Hospital Houston Methodist, encabeza un enfoque pionero y multidisciplinario para el tratamiento de la obesidad, que combina intervenciones en el estilo de vida, farmacoterapia, cirugía bariátrica y procedimientos endoscópicos de vanguardia.

“Con la irrupción de los medicamentos GLP-1 y otras opciones terapéuticas en los últimos años, reconocimos la necesidad de un enfoque más integral y coordinado”, explica el Dr. McCarty. “Los especialistas tradicionales, como los cirujanos bariátricos o los médicos de atención primaria, no siempre están en la mejor posición para coordinar planes de tratamiento individualizados, lo que abrió el camino para que la gastroenterología asumiera un rol central en el manejo de la obesidad”.

Una nueva clase de medicamentos transformadores Un pilar de este programa es el uso innovador de medicamentos GLP-1 —como tirzepatida y semaglutida— que han cambiado de manera significativa el panorama del tratamiento de la obesidad. Estos fármacos, iniciados varios meses antes de un procedimiento endoscópico, permiten alcanzar resultados combinados de pérdida de peso comparables con los obtenidos mediante cirugía bariátrica tradicional.

“Generalmente comenzamos con los medicamentos GLP-1 unos cuatro meses antes de los procedimientos endoscópicos, lo que resulta en una pérdida de peso sostenible, que con frecuencia permite a los pacientes suspender el medicamento al alcanzar sus metas”, explica el especialista.

Los pacientes del Hospital Houston Methodist que han recibido tratamientos combinados con GLP-1 y gastroplastia endoscópica en manga (ESG, por sus siglas en inglés) han logrado resultados notables, con reducciones de hasta 29% de su peso corporal total. Estos resultados rivalizan con los del bypass gástrico en Y de Roux, considerado tradicionalmente el estándar de oro en el manejo de la obesidad.

La gastroplastia endoscópica en manga es especialmente útil para pacientes que no son candidatos quirúrgicos o para quienes prefieren una opción inicial menos invasiva. Este procedimiento mínimamente invasivo remodela el estómago desde el interior, reduciendo su tamaño aproximadamente en un 80%, pero preservando la anatomía y la función natural del órgano. Con ello, se evitan complicaciones comunes de la cirugía bariátrica, como la malabsorción o las deficiencias de vitaminas.

“La ESG es un procedimiento ambulatorio, sin incisiones, que reduce de forma considerable el riesgo y el tiempo de recuperación”, explica el Dr. McCarty. “Su carácter mínimamente invasivo lo hace especialmente atractivo para pacientes que dudan en someterse a una cirugía más agresiva”.

Mejorar el acceso a los tratamientos para la pérdida de peso

Este enfoque integrado, que combina endoscopia y farmacología, es especialmente valioso frente a las limitaciones actuales de los tratamientos disponibles.

En la actualidad, solo alrededor del 1% de los pacientes elegibles para cirugía bariátrica tradicional llegan a someterse a ella, principalmente por el costo, los efectos secundarios o la resistencia a modificar la anatomía de manera permanente.
Además, los medicamentos aprobados para la pérdida de peso son financieramente inaccesibles para muchos pacientes. A esto se suma que, de acuerdo con investigaciones, un año después de suspender las inyecciones semanales de GLP-1, los participantes suelen recuperar dos tercios del peso perdido.

“Nuestro enfoque combinado ofrece una solución más accesible y sostenible frente a estos retos”, afirma el experto en gastroenterología y obesidad.

El equipo del hospital ha logrado avances notables, en especial con pacientes que inicialmente eran considerados no elegibles para tratamientos críticos debido a un índice de masa corporal (IMC) demasiado alto, como quienes esperan un trasplante de órgano. El Dr. McCarty cita un caso reciente en el que el uso combinado de ESG y medicamentos GLP-1 permitió reducir el IMC de una paciente y, con ello, calificar para un trasplante que le salvó la vida.

Este enfoque integrador también se emplea con frecuencia para preparar de manera segura a pacientes que antes eran considerados demasiado riesgosos para cirugía bariátrica.

“Al ayudar a los pacientes a lograr una reducción de peso previa a la cirugía, disminuimos de forma significativa los riesgos quirúrgicos y mejoramos los resultados postoperatorios”, finaliza el Dr. McCarty.

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