CRECEN LA EPIDEMIA DE COVID-19 Y LA VIOLENCIA EN EL HOGAR

De enero a abril de 2020 se registraron al menos mil 295 mujeres asesinadas.

Lorena Ríos
Bienestar
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En los 90 días de confinamiento derivado de la pandemia por el coronavirus SARS-Cov-2 en México mujeres, niños, adultos mayores y personas con discapacidad han sufrido violencia física, sexual, económica, sicológica o patrimonial, principalmente de familiares hombres.

Más que una forma de salvar la vida en estos casos el Quédate en casa se convirtió en una sentencia para sufrir agresiones y vivir en un ambiente de miedo y dolor.

Esta problemática no es ajena a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien reconoce que en el país se vive una “pandemia de violencia contra las mujeres y además una feminización de la pobreza”.

Y señaló que hay una propuesta pendiente de desarrollar: que en casos de violencia salga del hogar el agresor, no la víctima. “Es mucho más complicado mover a la mujer y a sus hijos de un ambiente de agresión que mover al agresor”, comentó al recordar el caso del notario del Estado de México (Horacio Aguilar) que agredió a su mujer y le exigía que se fuera del domicilio, hecho que fue difundido en redes sociales.

La funcionaria insistió en que es necesario reforzar el mensaje de que la violencia no es normal y esta no solo se refiere a golpes sino a otro tipo de conductas lesivas. “Cuando un hombre dice ‘Yo no le pego a mi mujer’, pues no le pega pero ¿qué tanto la subestima y le provoca falta de autoestima y esa subordinación e ignorancia hacia su persona? Porque el desprecio a la compañera también es un tipo de violencia tremendamente complicada”, explicó.

Y mientras las autoridades sanitarias tratan de “domar” la pandemia de Covid-19, que ha afectado hasta el cierre de esta edición a más de 115 mil personas y causado la muerte de 15 mil mexicanos, de acuerdo con el modelo Centinela, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reporta que de enero a abril se contabilizaron 33 mil 240 víctimas mujeres de algún delito.

De esta cifra 74.02% fue víctima de lesiones dolosas o culposas; 2.97% de homicidio doloso; 0.94% de feminicidio; 1.59% de corrupción de menores, y 0.38% de trata de personas.

El SESNSP detalló que en el cuarto mes de este año 335 mujeres fueron asesinadas; 267 de esos delitos se investigan como homicidio doloso y 68 como feminicidio. La cifra total representa un incremento de casi 8% comparada con el mismo mes de 2019, cuando 311 mujeres fueron asesinadas, 234 de esos delitos se investigaron como homicidio doloso y 77 como feminicidio.

En los primeros cuatro meses de 2020, indicó el SESNSP, mil 295 mujeres fueron asesinadas (987 homicidios y 308 feminicidios), cifra que supera en 9% al acumulado del mismo periodo del año pasado, cuando mil 189 mujeres fueron asesinadas (ocho mil 884 homicidios y 305 feminicidios).

Aclaró el secretariado que las llamadas al 911 no son denuncias; tampoco representan el número de víctimas ni son un indicador para medir la violencia contra las mujeres. Las estadísticas que se presentan permiten ampliar el análisis a casos posiblemente no denunciados de violencia contra la mujer captados por dichas llamadas, precisó.

La situación no es diferente a escala mundial: más de 243 millones de mujeres y niñas entre 15 y 49 años han sido víctimas de violencia física o sexual perpetrada por su pareja en los últimos doce meses.

Y antes de la crisis sanitaria por Covid-19 la ONU-Mujeres y la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtieron que la violencia podría aumentar, por lo que exhortaron a los gobiernos a tomar medidas y prevenir la violencia de género ya que este hecho aumenta en situaciones de emergencia.

No minimizar el problema

Diversos indicadores muestran que el confinamiento a causa del Covid-19 agrava la violencia hacia las mujeres, que genera problemas de salud como lesiones físicas, dificultad para conciliar el sueño, depresión, estrés postraumático y ansiedad.

Al respecto Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios, advirtió que “entre más tiempo se alargue el confinamiento menos posibilidad tendrán las mujeres de poder pedir auxilio”. Agregó que desde el lanzamiento de la campaña Aislamiento sin violencia. ¡No estás sola!, se registró un incremento de 80% en las llamadas y mensajes de texto donde solicitaban auxilio.

Precisó que durante los dos primeros meses de confinamiento las solicitudes de ingreso en los refugios aumentaron 50%, además de que se incrementó en 77% el número de mujeres atendidas en comparación con el mismo periodo de 2019.

“¿Eso qué quiere decir? Pues que atendemos a más de seis mil mujeres, niñas y niños; 100% fueron víctimas de violencia familiar, lo cual no coincide con la idea de que en México todas las familias son fraternas”, señaló.

Explicó que “nos llamaron las mujeres que son víctimas de violencia o sus redes de apoyo para decirnos que en ese instante las mujeres tenían que salir porque era el momento idóneo, porque no estaba su agresor o bien porque el evento de violencia había sucedido. Antes de que se implementara la cuarentena por el Covid-19 nosotros hacíamos un rescate al mes y ahora en solo dos meses hicimos 19 rescates, tres de ellos con apoyo de las redes de las mujeres, ya sea familiares o una amistad”, comentó Figueroa Morales.

Reveló que 100% de las mujeres que son atendidas en estos espacios de protección sufrió de violencia sicológica, 49% violencia física, 43.37% económica, 17.62% violencia sexual y 4% vivió intentos de feminicidio. Pero además de los niños que ingresaron al refugio junto con sus madres, 5% fue víctima de abuso sexual en la etapa del confinamiento.

La directora de la Red Nacional de Refugios advirtió que una vez que termine la cuarentena a causa del Covid-19 se registrará un alza en la solicitud de refugios, en los servicios de salud y de servicios jurídicos, por lo que las autoridades involucradas ya deberían tener una estrategia para atender este impacto.

Protesta virtual

Ante este panorama diversos colectivos feministas y organizaciones de la sociedad civil se unieron y lanzaron el hashtag #NosotrasTenemosOtrosDatos, donde cientos de mujeres participaron en una protesta virtual para exigir un alto a la violencia de género.

“Es una red feminista, plural, que desde la independencia y fuera de cuestiones partidistas busca hacer un seguimiento y un registro de los datos reales de la información que existe en las redes, entre las autoridades, de las violencias contra mujeres”, expresó Wendy Figueroa.

“Tenemos que hacer un cambio en la política mexicana; tenemos que dejar de tener políticas gubernamentales sin la protección a los derechos de las mujeres y transitar a políticas de Estado, presupuestarias, garantes de los derechos y la dignidad de mujeres, niños y niñas, para realmente hablar de un país incluyente, democrático y que atiende la problemática que vivimos en este momento”, destacó.

Por su parte la organización Brujas del Mar señaló: “¡Ay, qué tontas, cómo no se nos ocurrió que la solución a esta crisis de violencia contra las mujeres siempre fue tan fácil como contar hasta diez!” y urgió a la Secretaría de Gobernación a establecer programas de atención integrales, recursos y políticas públicas para víctimas de la violencia.

Deshumanización

Amneris Chaparro, secretaria académica del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG) de la UNAM, explicó que existen prácticas, acciones, refranes, chistes y muchas otras formas de deshumanizar a las mujeres.

Por eso el feminismo surgió como un movimiento que intenta humanizarlas por medio de la palabra y las prácticas. “¿Qué es la violencia contra ellas sino un acto deshumanizante? ¿Qué es el impedir que accedan a derechos básicos sino un acto que dice que no eres una igual?”

La experta indicó que tenemos siglos con una mentalidad que establece que el espacio de las mujeres es el doméstico y el de los hombres el público; aunque se ha ido transformando ha sido muy difícil cambiarlo, porque está naturalizada y normalizada.

Chaparro refirió que la violencia contra las mujeres obedece a un orden de género donde los cuerpos femeninos son vistos y tratados como algo distinto a lo humano; no es una violencia anecdótica sino de carácter estructural. Y de ahí que se haya tipificado en los códigos penales el delito de feminicidio para hablar de los asesinatos de mujeres por el simple hecho de ser mujeres.

Aislamiento

Cuando la violencia familiar se ejerce particularmente contra la madre se cimbra la estabilidad sicoemocional fundamental de los niños y las niñas, advierte la maestra Margarita Griesbach Guizar, directora general de la Oficina de Defensoría de los Derechos de la Infancia.

“Cuando los niños ven a su madre atrapada en la violencia de género dentro de la familia se va a ir perpetuando la violencia hacia el futuro, por una comprensión de la masculinidad construida sobre los pilares de la violencia y el ejercicio del poder”, expresa la especialista.

Esta afectación directa y grave a su desarrollo sicoemocional ocurre porque las niñas y niños no viven la violencia contra sus madres como meros testigos, como si hubieran presenciado un robo violento en la calle: “Resulta grave que los infantes vivan en un clima de inseguridad emocional ya que requieren de la certeza y la seguridad que le dan sus figuras significativas, que son sus progenitores o quienes ejercen la función de sus cuidadores principales”.

Margarita Griesbach menciona que los contextos de precariedad económica acrecientan la oferta y la comisión de ciberabusos y de violencia en contra de los niños, “pero también el aislamiento y el acceso a las redes genera un incremento en la demanda”, por lo que los consumidores de este tipo de material de abuso y explotación infantil aumentan.

RECUADRO

Tipos de violencia

La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia expone 21:

Violencia sicológica.

Acoso u hostigamiento.

Amenaza.

Violencia física.

Violencia doméstica.

Violencia sexual.

Acceso carnal violento.

Prostitución forzada.

Esclavitud sexual.

Acoso sexual.

Violencia laboral.

Violencia patrimonial y económica.

Violencia obstétrica.

Esterilización forzada.

Violencia mediática.

Violencia institucional.

Violencia simbólica.

Tráfico de mujeres, niñas y adolescentes.

Trata de mujeres, niñas y adolescentes.

Inducción o ayuda al suicidio.

Feminicidio.