Hipertensión y diabetes: Cómo reducir el riesgo cardiovascular

En México, afecta a 3 de cada 10 personas, a consecuencia de la diabetes

Redacción
Bienestar
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Con motivo del Día Mundial de la Hipertensión, conmemorado cada 17 de mayo, educadoras en diabetes comparten algunos aspectos importantes de la relación entre hipertensión y diabetes, para evitar consecuencias graves a la salud.

La presión arterial se determina por dos valores: la cantidad de sangre que bombea el corazón y el grado de resistencia de las arterias al flujo de la sangre. Entonces, cuanta más sangre bombee el corazón y más estrechas sean las arterias, mayor será la presión arterial. De ahí se determina la afección a la salud que conocemos como hipertensión, cuando con el transcurso del tiempo la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias es suficientemente alta como para causar problemas de salud.

Marisol Olarra, educadora en diabetes de BD Ultra-Fine™, comenta: “Aunque es común que se padezcan hipertensión y diabetes al mismo tiempo, se puede tener una sin la otra. Cuando son simultáneas, el buen control de una de ellas inevitablemente beneficia al buen control de la otra, disminuyendo así el riesgo de que se presenten eventos cardiovasculares”.

La terapia de insulinización ha demostrado ser un auxilio eficaz para mejorar la calidad de vida de pacientes con diabetes mellitus tipo 2 y evitar complicaciones como la hipertensión arterial.3 Por otro lado, la recomendación de la educadora Olarra se centra en que es muy importante que el paciente realice una correcta técnica de inyección con agujas ultra finas, ya que mejoran el aprovechamiento de la insulina y ayudan a tener inyecciones más cómodas.

“Además del aspecto farmacológico, la alimentación saludable y el ejercicio son fundamentales para el control glucémico en la sangre. Los pacientes pueden apoyarse mucho en las tecnologías que hoy en día existen a nuestro alcance, como BD Diabetes Care App, aplicación digital para el control de la diabetes que cuenta con mucha información de educación y consulta, así como de registro de datos glucémicos, para facilitar el autocuidado del paciente”, agrega.

Una medición igual o menor de 120 (sistólica) / 80 (diastólica) mmHg (milímetros de mercurio) representa una presión arterial normal. Las personas que viven con diabetes e hipertensión de manera simultánea, deben recibir tratamiento con un objetivo de presión arterial sistólica menor de 140 mmHg y diastólica menor de 90
mmHg. La presión sistólica mide la presión en las arterias cuando el corazón late y la presión diastólica mide la presión en las arterias entre los latidos.

Cuando no hay una causa obvia de presión arterial alta (lo que sucede la mayoría de las veces), se le llama hipertensión esencial. Se puede reducir la presión arterial y con ello el riesgo cardiovascular de diversas formas además de la toma de medicamentos, tales como:

· Bajar de peso, si es que se tiene sobrepeso u obesidad hasta llegar a un peso saludable. Esto también evita comorbilidades.
· Alimentación adecuada. Esto ayuda en todos los aspectos de la salud en general. Con este fin en particular, se recomienda disminuir el consumo de sal o sodio.
· Ejercicio. Hacer ejercicio de intensidad moderada a alta con regularidad puede disminuir tu lectura máxima de presión arterial en alrededor de 11 mmHg y la lectura mínima en alrededor de 5 mmHg. En general, el ejercicio también ayuda en todos los aspectos a mantenernos saludables.
· Limitar la cantidad de ingesta de bebidas alcohólicas.
· Dejar de fumar.
· Controlar el estrés.
· Monitoreos frecuentes para la toma informada de decisiones.
· Siempre ir de la mano en cada paso con el médico tratante y equipo de profesionales de la salud.

“Todo lo que ayuda a controlar la hipertensión es muy similar a lo que ayuda a controlar los niveles glucémicos en sangre. Lo importante es mantener disciplina y constancia para alcanzar y/o mantener una excelente calidad de vida por medio de un estilo de vida saludable”, finaliza Olarra.