¿CÓMO MIRAMOS EL 27 DE SEPTIEMBRE?

“Una fecha que en ocasiones pasa desapercibida en la memoria histórica del mexicano”.

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Columnas
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Septiembre trae consigo las celebraciones del mes patrio, marcado por la fecha en que iniciaron y a la vez se consumaron diez largos años del proceso independentista, un periodo dividido en distintas fases, según sus líderes y los enfoques que tomaba el movimiento armado: el 16 de septiembre de 1810 y el 27 del mismo mes pero de 1821.

El primero hace alusión al comienzo del proyecto del cura Miguel Hidalgo; el segundo, a la entrada del Ejército Trigarante a la Ciudad de México y el final del virreinato de la Nueva España.

Inicio y fin están reunidos en un mes que instaura en su población un sentimiento por lo mexicano.

Si se comparan ambas fechas queda claro que las celebraciones giran más en torno a la del inicio de la lucha. El establecimiento de un imperio, a partir de un sistema monárquico, y la controversial figura de Agustín de Iturbide hicieron que la mirada de una historia “épica” fuera la de sus iniciadores y quienes continuaron el proyecto desde la insurgencia. Por otro lado, tampoco se puede borrar totalmente la figura del primer emperador de México, ya que él concluyó la emancipación del país, más allá de los rumbos que se hayan tomado posteriormente.

Sin embargo, son estos últimos los que dejaron una mancha permanente en torno de Iturbide y le anularon cualquier posibilidad de entrar en la memoria histórica de la población mexicana, como sí lo hicieron Miguel Hidalgo, José María Morelos y Vicente Guerrero, por mencionar algunos.

Bicentenario

Por ello el 27 de septiembre es una fecha que en ocasiones pasa desapercibida en la memoria histórica del mexicano. Me acuerdo que una vez en la preparatoria un profesor preguntó si alguien sabía qué día México se independizó de España; la pregunta era capciosa; la mayoría de los alumnos levantó la mano e inmediatamente al primero que le dio la palabra contestó: el 16 de septiembre. El estudiante no sabía sobre la trampa, el profesor le dijo que estaba equivocado porque ese día comenzó la lucha por la independencia: esa no era su pregunta. En un instante todos bajaron la mano.

En 1921 el 27 de septiembre cobró una gran relevancia para el gobierno mexicano, durante el centenario. Para el presidente Álvaro Obregón conmemorar la consumación de la independencia adquirió un gran significado. En el libro Historia y celebración. México y sus centenarios, el historiador Mauricio Tenorio Trillo menciona que entonces el discurso de Obregón era el de una nación en paz tras una década de lucha revolucionaria.

Resulta importante recalcar la necesidad que tenía el gobierno obregonista del reconocimiento internacional, un elemento fundamental para todo gobernante mexicano.

Al realizar unas celebraciones magnas se mostraba una imagen de estabilidad frente a los demás países. La prensa también jugó un papel relevante, puesto que de ahí surgieron iniciativas y apoyo hacia la conmemoración del 27 de septiembre. Uno de los enfoques fue hacer participar a la población, por lo que se realizaron eventos deportivos, conciertos, conferencias, bailes, funciones de cine e incluso paseos en coches para los niños. Igualmente fueron invitadas las delegaciones extranjeras a ciertos eventos.

Se aprovechó una fecha un tanto desconocida para el discurso político y las relaciones internacionales. En este sentid, la presente ocasión tiene la relevancia de que se cumplen 200 años de la consumación de la independencia del país, es decir, su bicentenario.

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