EL ARTE Y LOS TRASTORNOS MENTALES

“Toda esta cuestión del tiempo y la obra de arte queda abierta al futuro”.

Ignacio Anaya
Columnas
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Definir qué es una obra de arte es algo difícil de hacer. Hay varios factores que se deben tomar en cuenta para decidir lo que es y no es. La sociedad siempre tiene en cuenta el nombre del artista cuando pretende acercarse al arte. No obstante, lo que pocas veces se pregunta la gente al estar mirando la obra es: ¿acaso el artista sabía que creaba una obra de arte?

Es importante tener en cuenta esta pregunta porque el tiempo, contexto y fin juegan un papel fundamental en la categorización de lo que puede considerarse arte y lo que no.

No es raro encontrar dibujos o ilustraciones de personas que sufren distintos trastornos mentales. Las ilustraciones resultan verdaderamente impactantes, ya que nos pueden transmitir sentimientos como miedo, tristeza, pánico y confusión, elementos que nos ponen en cierta incomodidad.

Ahora bien, es este tipo de imágenes las que nos acercan a entender cómo es la vida de estas personas, claro, además de sus testimonios.

Las ilustraciones pueden parecer perturbadoras, pero cuando se analiza bien lo que está haciendo la persona al pintar este tipo de imágenes desaparecen los aspectos negativos de su pintura. Al menos eso sentí yo al mirar ejemplos. En muchos casos las personas lo único que buscan es expresar su realidad, no la fama o el dinero. Las pinturas hechas por aquellos sufriendo algún trastorno —uno que aparece en varias ilustraciones es la esquizofrenia— suelen ser vistas con un alto grado de interés por la gente. ¿A qué se debe? ¿Al miedo ante la enfermedad producida en imágenes? ¿Ver algo que no podemos entender? Estas preguntas surgen de lo que uno piensa al ver la imagen, pues no solo ve un dibujo sino que ve la enfermedad en su máxima expresión.

Juicios

Resulta interesante traer el caso de Vincent van Gogh, por más anacrónico que pueda ser lo que estoy haciendo (en cuanto a usar su vida para hablar de elementos contemporáneos). El famoso pintor holandés sufría de algún tipo de problema mental; las teorías varían desde trastornos bipolares hasta esquizofrenia. Fuera cual fuera, tuvieron un gran peso en sus últimos años. Uno de los más conocidos acontecimientos de su vida fue la automutilación de su oreja. En un asilo donde estuvo un tiempo hizo algunas pinturas incluyendo una de las más famosas, La noche estrellada (1889). Debido a sus problemas empezó a pintar con mayores dificultades, pero eso no lo detuvo.

Ahora sus obras se exponen en los principales museos del mundo. Cabe mencionar que la intención de Van Gogh fue la de ser un reconocido artista. Sus enfermedades pasaron a un segundo plano al momento de la apreciación de su arte por el público, posterior a su muerte. En mi opinión, el logro más grande de Vincent van Gogh no fueron sus obras, sino su motivación de buscar ser alguien importante haciendo algo que amaba: la pintura.

Me podría imaginar un futuro, aunque ya existen casos, donde los dibujos de estas personas con trastornos mentales estén expuestos en un museo expresando lo que era sufrir algo así, porque un objeto puede no tener técnica, belleza u otras cosas, pero toda esta cuestión del tiempo y la obra de arte queda abierta al futuro: la única que sabrá si el dibujo de un esquizofrénico es digno de ser obra de arte será la sociedad y sus juicios artísticos.