CREAN BIOFÁRMACO PROMETEDOR PARA SUPERAR EL COVID-19

“Una prometedora formulación integrada por cuatro péptidos diseñados mediante herramientas bioinformáticas”.

J. Alberto Castro
Columnas
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La pandemia de coronavirus desató a nivel mundial la búsqueda y el desarrollo de vacunas y medicamentos para mitigar el poder de infección y la letalidad de este mal respiratorio: en un periodo asombrosamente corto se lograron varias vacunas con altos índices de efectividad. Por el contrario, el hallazgo de fármacos que ayuden a contrarrestar los efectos del virus no tiene avances significativos.

Hasta este momento la estrategia dominante que impulsa la OMS es la de probar fármacos ya existentes para otras enfermedades. En las primeras dos oleadas se aplicaron a pacientes hospitalizados medicamentos como remdesivir, hidroxicloroquina, lopinar e interferón, con poco o ningún efecto en cuanto a la mortalidad general.

En el ámbito científico predomina la idea de que el desarrollo de nuevos fármacos puede llevar más de una década, por lo que gran parte de los investigadores se enfocan en la búsqueda de la cura milagrosa entre el catálogo de los miles de medicamentos ya reinantes.

Al margen de este rastreo global la científica Paola Castillo Juárez, del Instituto Politécnico Nacional (IPN), presenta un nuevo biofármaco específico a partir del diseño de cuatro péptidos (pequeños fragmentos de proteínas), los cuales una vez sintetizados probaron tener una eficacia por encima de 90% contra la replicación del coronavirus SARS-CoV-2, por lo que al representar una alternativa viable para el tratamiento del Covid-19 se podría probar en pacientes contagiados por este mal hacia finales de 2022.

Contactada por Vértigo la experta en virología e inmunología de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) anticipa que muy pronto se hablará de un medicamento inhalable que se administrará día a día durante unos cuantos minutos, porque piensa que es la vía natural del virus y ayudará a llegar a los principales órganos afectados: las vías respiratorias.

Castillo explica que el futuro fármaco es una medicina de alta precisión porque las cuatro moléculas son una suerte de misiles dirigidos a blancos específicos del coronavirus. Uno de los péptidos se dirige a la proteína S del SARS-CoV-2 y evita los cambios conformacionales que se necesitan para que el virus entre a las células, mientras que la molécula enfocada al receptor celular de la enzima convertidora de la angiotensina 2 (ACE2) bloquea la unión de la proteína viral con este receptor.

Igualmente, abunda, los otros dos péptidos se unen para impedir que las proteínas M y E (de envoltura) del coronavirus se unan con otros blancos y de esa forma se evita la producción de las interleucinas proinflamatorias 6 y 1 beta, que interfieren en exacerbar la inflamación, una causa de la respuesta inmunológica desregulada.

Luego de una investigación que dio inicio hace diez años y una colaboración productiva entre la ENCB y el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), hoy se logra esta prometedora formulación integrada por cuatro péptidos diseñados mediante herramientas bioinformáticas, que se evaluaron directamente con el coronavirus aislado de pacientes.

“Los resultados son sorprendentes debido a que las moléculas desarrolladas se enfocan en secuencias conservadas de las partes de la proteína del SARS-CoV-2, las cuales no cambian aun cuando el virus mute y dé origen a nuevas variantes”, asiente la doctora en ciencias químico-biológicas.

Experta en proteínas y virus comparte que, a diferencia de los medicamentos tradicionales, ella trabajó en un biofármaco porque justamente toma como molde biomoléculas que se encuentran en el organismo de manera natural. “Hablamos de fragmentos de proteína que se ubican de manera natural en el organismo y solamente se les da una aplicación terapéutica, por eso se denomina biofármaco”.

Sin efectos secundarios

Formada en el IPN y en el Instituto Nacional de Virología en Colonia, Alemania, Castillo manifiesta que lleva varios años trabajando con virus respiratorios como la influenza y el nuevo coronavirus: “Precisamente, estudio la reacción inmune ante estas infecciones respiratorias y las complicaciones que generan. En el caso particular del Covid-19 me intrigó conocer a fondo el virus SARS-CoV-2 y también estudiar, investigar y descubrir cómo mitigar su replicación”.

La estudiosa politécnica explica que el “péptido es una fracción pequeña de una proteína, son fragmentos que unidos forman finalmente una proteína”. En cuanto a su innovador medicamento dirigido a superar el Covid-19 subraya que estas biomoléculas se unen a diferentes blancos del coronavirus. El primer péptido lo que hace es inhibir la unión del virus con las células, vale decir, bloquea la entrada del virus a las células. El segundo secunda la labor del primero. El tercero evita que el virus vaya a otros órganos y el cuarto péptido evita que el virus se ensamble.

El virus se genera por partes y al final del proceso necesita unir todas las piezas sueltas para generar nuevas partículas virales. Nuestras moléculas lo hacen imposible. La acción de estas biomoléculas también ayuda a que el sistema inmune no genere inflamación exacerbada relacionada con el mortal daño multisistémico.

Con estudios avanzados en Inmunología y Química Bacteriológica, afirma que además de inhibir la replicación viral otro beneficio comprobado de los péptidos es que no son citotóxicos para la célula: “La ventaja de trabajar con biofármacos es que los efectos secundarios en el paciente son nulos. Son mínimos comparados con los fármacos que ya existen, como la Ivermectina o la Dexametasona, que se probaron contra el Covid-19 en algún momento. Estas sustancias tienen efectos secundarios que son bastante dramáticos. Por el contrario, los péptidos no son tóxicos, se prueban en células sin infección para ver si el péptido es capaz de mantenerlas con vida, sin provocar algún daño o simplemente que mate a la célula. Los péptidos no son tóxicos a ningún nivel”.

La investigadora comunica que en breve iniciarán las evaluaciones con la variante Delta (con fuerte capacidad para contagiar y la cual actualmente tiene importante presencia en México). “Por estar dirigidos los péptidos a secuencias de las proteínas del virus que no cambian (conservadas) estamos completamente seguros de que también serán muy efectivos contra esta variante”, asevera.

De acuerdo con la doctora Castillo este acariciado hallazgo científico que no han podido alcanzar otros grupos de investigación obedece “a un abordaje novedoso de los péptidos y las secuencias. Partimos de la misma proteína viral y de ahí tomamos el molde para hacer los diferentes biofármacos y esa es una perspectiva que muy pocos tienen. La innovación se alcanzó con la serie de metodologías y algoritmos que se utilizan durante el desarrollo informático que se genera con las moléculas que una vez sintetizadas se pueden evaluar. La metodología de desarrollo es clave para obtener un péptido prometedor”.

Para concretar el biofármaco aún falta probar los péptidos in vivo (modelo animal), iniciar una etapa clínica y evaluarlo con pacientes de Covid-19 en un centro hospitalario; obtener la patente y sobre todo transferir el conocimiento a un laboratorio farmacéutico para producir el medicamento antiCovid.

Hoy la senda para encontrar fármacos verdaderamente efectivos para contrarrestar los efectos del virus aún es extensa. Solo contamos con las vacunas y con las medidas de prevención. En este escenario es alentador que surja la posibilidad de un biofármaco como el creado por la doctora Castillo y sus colegas, el cual se podría unir a las vacunas como la mejor alternativa para frenar la enfermedad que suma ya 6.8 millones de muertos y amenaza a 2.5 millones en los próximos seis meses.

RECUADROS

Tratamiento TNR4 de Tlaxcala

La revista International Journal of Infectious Diseases (IJID) destacó en su edición electrónica el estudio sobre la efectividad del tratamiento TNR4 diseñado por la Secretaría de Salud de Tlaxcala para reducir riesgos de complicaciones y decesos a causa del Covid-19.

Aplicado desde el principio de la pandemia el tratamiento TNR4 prevé los fármacos Ivermectina, Azitromicina, Montelukast y ácido acetilsalicílico y hasta la fecha presenta los siguientes resultados.

Previene hospitalización en 75 por ciento.

Reduce mortalidad en 81 por ciento.

Se ha aplicado a seis mil personas.

Casi 85% se recupera en 14 días.

929 pacientes con Covid-19 grave (entre 18 a 80 años) han sobrevivido.

Tlaxcala suma dos mil 115 fallecidos por Covid-19.

16 mil 998 casos de infección.

Población: un millón 473 mil habitantes.