Varios son los centros de estudio y de investigación que de manera regular y año con año dan a conocer estudios y análisis respecto de temas vinculados al ámbito de la defensa, las dimensiones de la seguridad, crimen organizado y otras expresiones de violencia. En esta ocasión se trata del Instituto Internacional para los Estudios de la Paz, con sede en Estocolmo.
Mejor conocido por sus siglas en inglés, SIPRI, el pasado lunes 26 el instituto difundió sus resultados sobre el gasto militar mundial, así como de los principales 40 países en el mundo que gastan en defensa, incluyendo México, que descendió de la posición 31 a la 33.
Como los del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos con sede en Londres, estos informes sirven de base para que diversos medios de comunicación, analistas y Organizaciones No Gubernamentales, entre otros actores de la opinión pública, se pronuncien a favor o en contra, dependiendo de sus intereses.
El SIPRI se creó en 1966 con el auspicio del gobierno de Suecia. Basa sus planteamientos en la información oficial que difunden los gobiernos, por lo que goza de amplia credibilidad en cuanto a los resultados que ofrece.
Por lo que hace al comercio de armas y al gasto militar mundial es un informe que año con año esperan los especialistas para analizarlo a profundidad. Tal y como sucedió en México en los días posteriores a su difusión, una importante cantidad de medios de comunicación citaron y comentaron el documento.
Porcentajes
Es importante señalar, por principio, que a pesar de los efectos de la epidemia y de la caída de 4.4% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial hubo un incremento en el gasto militar internacional de 2.6%, un poco más que en 2019 cuando el aumento fue de 2.2%. En 2020 se observó el mayor ascenso anualizado desde 2009. Una primera conclusión, aunque obvia, es que la carrera armamentística sigue con pleno vigor.
Sin sorpresa alguna, del total del gasto militar en el mundo un muy alto 39% corresponde a Estados Unidos. Este porcentaje equivale a la formidable cantidad de 778 mil millones de dólares, representando a su vez un incremento anualizado de 4.4%. Pero hay otro dato relevante: que en proporción a su PIB, que es uno de los criterios comparativos más aceptados en los estudios de gasto e inversión militares, representa 3.7 por ciento.
Los gastos con referencia al PIB más altos son los de Arabia Saudita, con 8.4%; le sigue Israel, con 5.6%; en tercer lugar Rusia, con 4.3%. China, de manera sorpresiva, se encuentra en un distante 1.7 por ciento.
El país de Latinoamérica que más gasta en el sector defensa es Brasil con 1.4%, equivalente a 19 mil 700 millones de dólares (no obstante un desplome de 3.1% de acuerdo al gasto programado para 2020).
Desde luego que las cifras ofrecidas por el estudio del gasto mundial en armas y en el sector defensa tienen varias formas de medirse y por tanto de interpretarse. Los porcentajes se refieren a lo que cada país significó en el gasto mundial total de 2020. Y estos datos señalan de forma preocupante dónde pueden darse potenciales conflictos militares a gran escala.