El magisterio energizado

Son falsas las razones del movimiento magisterial: vienen a unirse a AMLO en contra de la reforma energética.

Juan Gabriel Valencia
Columnas
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Son falsas las razones del movimiento magisterial: vienen a unirse a AMLO en contra de la reforma energética
Foto: NTX

No hay lugar a engaño. La movilización magisterial tiene un significado distinto al de sus demandas y exigencias manifiestas. A menos de que alguien tome en serio que sea posible abrogar, esto es echar atrás, las reformas constitucionales a los artículos tercero y 73 aprobadas en diciembre del año pasado, o que se admita como válida y legítima la intención de que no se apruebe la Ley del Sistema de Evaluación del Servicio Profesional Docente, que otorga hasta tres oportunidades para que si la evaluación resulta negativa uno opte por la capacitación y mantenga la plaza que se ocupa en el presupuesto educativo.

Es así de sencillo. Por eso no es creíble la movilización magisterial con ese motivo.

Llegaron a la Ciudad de México para poner a prueba la estabilidad del gobierno de Enrique Peña Nieto. Lo anunciaron con toda anticipación. No hay sorpresa, salvo de algunas autoridades. Fijaron un cronograma muy claro: del 15 de agosto al 26 de agosto; del 26 de agosto al 1 de septiembre y del 12 al 15 de septiembre.

Ya cumplieron su primera etapa. Bloquearon las cámaras de Diputados y de Senadores y obligaron a un cambio temporal de sede para realizar el periodo extraordinario que el Congreso tenía previsto; cercaron el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México; se abrieron espacio forzado en las dos principales televisoras del país.

Sigue la marcha a Los Pinos, el hostigamiento al informe presidencial que rendirá Enrique Peña Nieto. El nuevo sitio a las cámaras al comenzar el periodo ordinario de sesiones. Y cuando ya se haya discutido la evaluación del Servicio Profesional Docente, cualquiera que sea el resultado, habrán de quedarse en México, porque no vinieron a protestar en su condición de maestros sino, en su núcleo duro, de subversores y vividores muy experimentados, alentados y financiados en algunos por los propios gobernadores de las entidades de las que salieron y que se han quedado sin clases.

Predecible

Saben que la diferencia que hará el sexenio de Peña Nieto se llama reforma energética, seguida de la fiscal.

Por eso en las próximas semanas es de esperarse que escalen sus acciones y sus tácticas para provocar a la reacción violenta del Estado mexicano.

Puede darse. Porque el Estado mexicano también, además de tener mucha prudencia, eventualmente tiene que poner un límite para la preservación del orden público y de la cotidianidad de la ciudadanía.

¿Por qué el cronograma de la CNTE no incluye las fechas del 2 al 12 de septiembre? Por una sencilla razón: son los días en que Morena y López Obrador van a emprender su movilización para que el 8 de septiembre estén en el Zócalo de la capital de la República, aunque en los hechos ya están. Basta ver la pocilga en la que está convertida una de las plazas más bellas del mundo.

Como diríamos coloquialmente, el balón está en la cancha del Poder Legislativo federal. No tiene ya mucho caso continuar en el intento de escuchar razones de quienes no las tienen. A legislar ya y pronto, expedito. No tiene caso aplazar más lo que es perfectamente predecible.