LA MEDIACIÓN EN LÍNEA Y LA JUSTICIA DIGITAL EN LA CIUDAD DE MÉXICO

Una oportunidad de resolver los asuntos sin salir de casa.

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Columnas
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Hoy el uso del internet, así como la pluralidad de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), tienen una mayor relevancia en el actuar de las personas y en la forma en que se desenvuelven en sociedad, al punto de que la relación que experimentamos como seres sociales con otros y la tecnología se ha convertido en una situación inherente que se aplica en distintos contextos de la vida: la política, la economía, la educación o la impartición de la justicia, entre otros tópicos.

En el mundo, como en México, uno de los derechos humanos más importantes es el acceso a la justicia, que tiene inferencia en las garantías judiciales y su protección, regulado en diversos ordenamientos jurídicos tanto a nivel internacional como nacional ya que se constituye como uno de los elementos básicos en la constitución y desarrollo de un Estado democrático de Derecho.

Hoy el mundo se encuentra con una problemática de salud en la que la interacción presencial de las personas se ve afectada y donde una gran mayoría de lugares, instituciones y recintos han tenido que cerrar por los peligros de contagio de Covid-19. Los tribunales en la Ciudad de México permanecieron cerrados durante cuatro meses; y en las últimas semanas observamos la implementación de un servicio digital para la tramitación de juicios y promociones, así como de un sistema para brindar los servicios de mediación.

Por otro lado, hace unos días, el primer lunes de agosto la actividad presencial en tribunales regresó, obviamente con las medidas de prevención y protección tanto para los servidores públicos como para los usuarios, pero ha sido un completo caos debido a la gran demanda y el tránsito de personas. De por sí antes del aislamiento ya se generaban problemas por la gran cantidad de asuntos; y ahora con el rezago, aún más.

Criterios

Pero el punto a analizar y reflexionar con toda la problemática de justicia aunada a la sanitaria es: ¿qué valor le estamos dejando al uso de la tecnología en el acceso a la justicia?, ¿la estamos explotando al máximo?, ¿existe certidumbre y seguridad jurídica de los usuarios en la tramitación de los asuntos en línea?, ¿ya podemos hablar de una justicia en línea?, ¿los servicios de mediación y en general de los Medios Alternos de Solución de Conflictos (MASC) funcionan de manera adecuada en esta modalidad?

Recordemos que existen criterios jurisprudenciales que establecen que el acceso a los MASC como derecho humano gozan de la misma dignidad que el acceso a la jurisdicción del Estado, en el tenor de que estos mecanismos alternos rescatan la idea de que las partes puedan resolver sus conflictos sin la necesidad de asistir a la jurisdicción tradicional. Esto implica que los referidos mecanismos son una garantía de la población para el acceso a una justicia pronta y expedita, que abona y busca concientizar a las partes en el cambio del tipo de paradigma de justicia y que de esto derive en una participación más activa de la población en encontrar soluciones bajo la utilización de la negociación y la comunicación para el desarrollo colectivo.

Por eso consideramos que la justicia digital, así como los MASC y en especial la mediación a través de esta manera, toman significativa vigencia porque nos dan una oportunidad de resolver los asuntos sin salir de casa, maximizando los tiempos y reduciendo los costos, lo que hace que se conviertan en herramientas idóneas para la contingencia ya que no tenemos un panorama claro de cuándo podremos regresar a nuestras actividades y con esta nueva realidad.

Necesitamos en principio estar conscientes de lo anterior, así como una mayor preparación y capacitación en este tipo de modalidades, de formas de impartir justicia, de recursos y de infraestructura. Debemos tener claro que esto si bien podría ser pasajero y solo durar unos meses, también corremos el riesgo de que se extienda por más tiempo.

Hoy dependemos todos de todos para salir avante y de la mejor forma. Tenemos un reto a diario y es enorme, tanto para las autoridades como para la ciudadanía ya que no solo debemos contar con medidas para que la justicia no se detenga sino además proteger la salud de todas las personas. Esta situación nos convierte a todos en protagonistas. Por lo tanto debemos estar conscientes que se logrará siendo responsables y solidarios. Esto no es una pandemia que solo afectó a la salud sino a la economía, a la educación, a la seguridad y a la estabilidad de las personas y de las familias.

Mediar es debatir imparcialmente acuerdos conciliadores incentivando objetivas negociaciones; lo que conlleva una forma de vivir y entender el modo en que nos relacionamos con los otros.

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