Diputados de oposición propusieron la creación del Instituto de Evaluación de Riesgos e Inspección del Mantenimiento del Metro, un ente público encargado de supervisar y evaluar riesgos para evitar accidentes como los que se han suscitado y que dejaron sin vida a varios pasajeros. Eso no debe volver a ocurrir. Pero se requiere destinar mayor presupuesto anual. Sería genial, ¿a poco no?
Para lograrlo, el diputado panista Aníbal Cañez Morales promueve “una reforma a la Ley de Movilidad de la Ciudad de México, con el propósito de establecer la obligación de garantizar al Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro un aumento presupuestal cada año por encima de la inflación, con un sistema moderno de infraestructura que ayude a evitar algún siniestro”.
La propuesta es interesante, sobre todo, porque busca evitar accidentes en los que pierdan la vida usuarios de ese sistema de transporte, que a últimas fechas no hay semana en la que no registre algún percance. Claro, tal vez se deba a que es un transporte que tiene muchos años y no recibe el adecuado mantenimiento para su edad. El argumento más socorrido es que no hay suficientes recursos. ¿Pero acaso por la vida de los pasajeros no vale la pena hacer el esfuerzo? Me parece que sí.
“Se trata de asegurar un porcentaje mínimo destinado a la modernización y conservación de infraestructura, mejoras en los sistemas y tecnologías, mantenimiento de instalaciones fijas, así como el incremento de la plantilla del personal de vigilancia. También modernizar los equipos de videovigilancia, lo que ayudará a prevenir en el futuro accidentes como el de mayo de 2021 cuando se desplomó un tramo elevado de la Línea 12. Y qué decir de lo acontecido en las demás líneas desde octubre de 2018 hasta lo que va de 2022”, explica Cañez.
Sin duda que el Gobierno de la Ciudad de México debe tomar acciones para evitar otro accidente como el que menciona el legislador, porque como todos recuerdan perdieron la vida 26 personas y dejó más de 100 lesionados. Eso no debe volver a ocurrir. Se debe otorgar mayor seguridad a los millones de usuarios que a diario utilizan ese medio para transportarse. Y para eso, a nadie le queda duda que se requiere invertir más recursos.
Para asegurar los incrementos se tiene que hacer por ley, dice el diputado, “por lo que propongo crear un organismo con facultades y competencias suficientes para que permanentemente evalúe y atienda fallas técnicas, imperfecciones, mantenimiento preventivo y correctivo, ingeniería y prevención de riesgos por el desgaste natural del tiempo, o daños estructurales y derivados de episodios dañinos para infraestructura, como son los sismos”.
Tiene razón, pero muchas veces ni así se logran los recursos, porque se destinan a otros rubros. Pero el STC es la base medular del transporte capitalino, ya que desplaza a más de cinco millones de personas al día. Por eso cualquier falla ocasiona el despliegue de otro tipo de vehículos para ayudar a la gente que desesperada busca cómo llegar a sus hogares, a sus empleos o a otro lugar. El caos es terrible en esos casos. ¿A poco no vale la pena prevenir esos accidentes que cada vez se dan con mayor frecuencia? Yo creo que sí. ¿Usted qué opina?
El bolso de Laura…
Ahora déjeme contarle que diputados de oposición están molestos porque el GCDMX recorta al sistema de aguas casi mil millones de pesos de su presupuesto entre 2021 y este año, cuando lo que se requiere es incrementar la inversión para evitar que sigan las constantes manifestaciones por falta del vital líquido. Como se sabe, se ha generalizado la escasez en las alcaldías. ¿O a poco creen que ya se resolvió la crisis del agua?... Se sabe que los diputados Morenos están contentos porque al parecer sus homólogos de Acción Nacional darán los votos que se requieren para elevar a rango constitucional los programas Mi beca para empezar y La escuela es nuestra. Dicen los enterados que ya hay un compromiso y la bancada albiazul apoyará los programas. ¿Será?...