Cuando todavía no se cumplía una hora de haberse realizado el simulacro nacional para conmemorar un aniversario más de los sismos de 1985 y 2017, que cimbraron las entrañas de la Ciudad de México dejando una ola de destrucción y miles de familias sin vivienda, otra vez se dejó sentir un sismo de 7.7 grados que estremeció a la población.
El Congreso de la Ciudad de México celebró tres horas antes una sesión solemne en la que se reconoció la valentía y solidaridad de la población en esos días aciagos, sin lo cual las desgracias se habrían multiplicado porque las autoridades no se daban abasto para atender las emergencias. En esta ocasión hubo casi un centenar de edificios dañados en la capital, pero no decesos que lamentar.
La diputada priista Tania Nanette Larios Pérez dice que “a pesar de contar con importantes esquemas de protección civil en la Ciudad de México aún hay mucho por hacer, porque en cada siniestro debe revisarse lo que se hace bien o mal. Por ello hay que atender a los damnificados, a los que hasta hoy no se les ha devuelto su patrimonio”.
Larios puso el dedo en la llaga al señalar que si bien las autoridades pregonan que ya solucionaron 70% de casos de edificios y viviendas que se cayeron con los sismos, hay una gran cantidad de vecinos a quienes todavía no se toma en cuenta. Bueno, ni se han censado sus viviendas según denuncias de los mismos. ¡Es la triste realidad!
Por su lado, el diputado panista Héctor Barrera recordó que “en 2017 el temblor obligó a la pasada administración capitalina a suspender el servicio de la Línea 12, por lo que se deberá instruir una revisión estructural y especial al tramo elevado, que se encuentra en reconstrucción luego del desplome de hace un año. También se deberá realizar un peritaje en el recién inaugurado corredor del Trolebús Elevado en Iztapalapa porque es una obra nueva, también en obra negra, y se necesita saber si es segura en este momento, ya que está en fase de prueba y no queremos que corran riesgo los trabajadores ni los choferes”.
Tiene razón: no se puede subestimar la situación con un simple “no pasó nada”. Protección Civil debe revisar que no haya daños en las estructuras, lo que puede ser peligroso por las graves consecuencias que traería y hay que evitar más tragedias. O como dice el dicho, más vale prevenir que lamentar. Porque además hay antecedentes en Tláhuac, donde por la magnitud de la obra son susceptibles de dañar las estructuras.
Al hacer un recuento de los los daños que dejaron los sismos de 1985 y 2017 en la infraestructura de la capital, la diputada morenista Esperanza Villalobos puso a su vez énfasis en señalar “la vocación solidaria de los mexicanos, quienes se volcaron a la calle para ayudar removiendo escombros para salvar vidas. Por lo que la sesión solemne es un acto simbólico que mantiene vivo en la memoria colectiva de la Ciudad de México el recuerdo de lo acontecido en aquellos 19 de septiembre. También honramos la vida de los fallecidos”.
La legisladora de Morena hizo un recuento de malos manejos de grupos que tuvieron en sus manos la reconstrucción y se ufanó de que no son iguales, pero sin prejuzgar a nadie no podemos pasar por alto su insensibilidad cuando un grupo de vecinos de la colonia Roma, específicamente del edificio de Aguascalientes 12, llegaron al recinto de Donceles en busca de apoyo y al comentarle su situación se dio la vuelta y ni siquiera los escuchó. Vivían 70 familias en ese edificio y desde entonces solicitan ayuda de las autoridades para volver a levantar sus viviendas. ¡Qué triste!
El bolso de Laura…
Ahora déjeme contarle que el pleno del Congreso local aprobó incrementar de doce a 14 semanas las licencias de maternidad de madres trabajadoras. Se presentó además una iniciativa para extender de cinco a 45 días las licencias de paternidad. Según esto para reducir las brechas de desigualdad que padecen los hombres. Esta ley beneficiará a los bebés, que podrán estar más tiempo con sus padres luego de su nacimiento. ¡Enhorabuena!...