María Julia Moreno Díaz de León, feminista, abogada, maestra en Derechos Humanos, secretaria técnica de Consejo de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de San Luis Potosí e integrante de la organización Enfoque de Igualdad AC, platica en entrevista sobre las lagunas que existen en torno del delito de feminicidio.
—¿Qué es lo más urgente de atender en el tema de la violencia contra las mujeres?
—Son las muertes de mujeres, sobre todo en el contexto de impunidad que hay. Vemos que organizaciones civiles e instituciones llevan un conteo del número de mujeres asesinadas que existen en el país, pero nada más nos quedamos con los números y es importante que también haya una respuesta por parte del Estado para que se genere la justicia. Es decir, ¿qué pasó después de esos feminicidios?, ¿se investigó?, ¿se dio con la persona responsable?, ¿está siendo enjuiciada?, ¿se logró una sentencia condenatoria? Y finalmente ¿se logró la reparación del daño para los familiares de las víctimas? El camino de justicia dentro del proceso penal es bastante largo y es importante que las instituciones puedan sensibilizarse más.
En la medida en que exista impunidad, advierte, “los feminicidios continuarán, porque no se visualiza la respuesta que tiene el Estado frente a esos crímenes: se envía un mensaje a los agresores de que no pasa nada y esa permisividad es lo que afecta”.
—¿Cuáles son las principales lagunas en el procedimiento de justicia para feminicidios?
—Lo primero es que el feminicidio es un tipo penal que no existía hace pocos años, por lo que la mayoría de las muertes de mujeres se persiguen por homicidio. Es importante que se entienda que los feminicidios son delitos que se cometen por el simple hecho de ser mujeres: en ellos está presente el odio y esa necesidad de poseer. Pero como esos elementos son muy subjetivos, no hay ministerios públicos o agentes del Estado que puedan investigar y demostrarlo ante un tribunal. Y esto creo tiene que ver con un proceso de aprendizaje del propio sistema penal para dejar de ver a todos los crímenes como homicidios y empezarlos a tratar como feminicidios.
En este sentido, añade Moreno, “el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio pudo constatar lo que se conoce como la ruta de impunidad: señala que a partir de que se comete un feminicidio se empiezan a perder las evidencias; fotos de las víctimas se publican en los medios de comunicación y hay dilación en las averiguaciones. Es decir, están las averiguaciones y pasan años y no avanzan y así hasta llegar a la sentencia. Enumera cómo todos estos agentes del Estado participan para que nunca se llegue a la obtención de justicia y mucho menos a la reparación del daño”.
San Luis
—¿Cuál es la situación de San Luis Potosí en el tema de violencia contra las mujeres y qué se hace para atenderlo?
—San Luis Potosí cuenta con declaratoria de alerta de violencia de género desde 2017. A partir de ahí se solicitaron al gobierno del estado y a seis municipios ciertas acciones emergentes para poder frenar la violencia feminicida. Han pasado tres años a partir de la declaratoria de alerta y a nivel nacional se ha evaluado a la entidad con un cumplimiento de 40%. Pero me parece que más allá del cumplimiento de la alerta lo que debemos evaluar es si han disminuido el número de asesinato de mujeres: esto no ha ocurrido. En 2018 se registraron las mayores cifras de violencia feminicida; en 2019 bajó un poco, pero de todas formas siguió siendo significativo; y 2020 sigue la misma línea que 2019.
Las alertas de violencia de género, puntualiza, “en un momento determinado sirvieron para poder visibilizar la problemática y ponerla en la agenda. Hoy podemos ver el tema en ciertos informes de gobierno. Por ejemplo, en el del fiscal general del estado. Es decir, ya se habla y se informa qué hicieron (las autoridades) en materia de la alerta. Sin duda esta sirvió para poder poner en la agenda la problemática, pero todavía falta trabajar para resolver o abonar a que se disminuyan las muertes de mujeres, lo cual no ha ocurrido”.