Maestra en Física Experimental, primera mujer designada directora del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT) de la UNAM para el periodo 2022-2026, María Herlinda Montiel Sánchez platica sobre los retos de la mujer en el ámbito de la ciencia, así como el desafío de acceder a puestos de dirección dentro de las instituciones educativas.
—En su experiencia, ¿qué tan difícil ha sido el mundo de la ciencia para las mujeres?
—Definitivamente dedicarse a la ciencia es cuestión de apasionarte por el tema, pero la cuestión social ejerce mucha presión sobre nosotras porque te cuestionan sobre todo. Por ejemplo: cuándo te vas a casar, cuándo vas a tener hijos y asuntos de esta naturaleza. Por otra parte, el ámbito académico es un mundo de hombres donde a veces ellos se sienten invadidos porque ya hay mujeres dentro del área. Entonces, más que cuestiones académicas o de desarrollo profesional son presiones sociales.
—¿De qué forma se pueden revertir los estereotipos en torno de las mujeres en este ámbito?
—Ese trabajo debería empezar en la educación básica, porque muchas veces vemos que hay niñas que tienen diversas aptitudes hacia la cuestión matemática, pero somos un país donde las niñas a nivel primaria y secundaria tienen el mayor índice de embarazo adolescente. Así, cuando una niña se embaraza trunca su carrera académica. Lo que se tendría que hacer es apoyarlas, proporcionarles información sobre cómo cuidarse, tienen que saber sobre el embarazo no planeado y ellas decidir. La realidad es que en el nivel básico es donde empieza un filtro: la niña se embaraza y entonces se dedica a ser mamá desde pequeña. A partir de ahí se abandona la futura vida académica.
Sensibilizar
—¿Por qué es importante fortalecer el empoderamiento femenino en la ciencia?
—Se debe visualizar que la participación de la mujer en el quehacer académico es relevante porque también deja otra perspectiva del crecimiento en la investigación; además, porque somos una población que muchas veces ha estado limitada y que en este momento en que ya hay una apertura para que las niñas empiecen a estudiar ciencias es importante visibilizar que sus ideas pueden ser tomadas en cuenta y que son valoradas en este ámbito.
—¿Considera que hay cierta resistencia para que las mujeres lleguen a puestos de dirección dentro de las instituciones educativas?
—Sí, ha habido ciertas resistencias. Ahora afortunadamente se rompen los llamados techos de cristal, pero si nos remontamos a años atrás el hecho de llegar a la dirección de alguna institución era solo posible para los hombres. Actual y afortunadamente ya somos varias académicas que estamos en este ámbito, nos estamos desarrollando y sobre todo tenemos la posibilidad de aspirar a ser directoras de un instituto o de una facultad.
—¿Cuál es el plan de trabajo que usted va a manejar para el ICAT dentro del periodo de su dirección? ¿Involucrará algunas tareas de género?
—La primera cuestión será trabajar con los investigadores jóvenes, tratar de fortalecer sublíneas de investigación, identificar oportunidades de desarrollo tecnológico, tecnologías que puedan servir para la sociedad… En la cuestión de género justo empezar a sensibilizar a la población para que no le sea ajena esta problemática, que es terrible a nivel nacional. En este sentido creo que nos hace falta mucha sensibilización en la cuestión de género, porque a veces no percibes, no entiendes qué es la discriminación solo por ser mujer, además de poder abrir más espacios para más colegas mujeres.