NO MÁS CONFINAMIENTO

El cierre de una economía no marca diferencia en términos de contención de la pandemia.

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Lourdes Mendoza
Columnas
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Pues resulta que siempre no, que el confinamiento no es el método más recomendable para controlar el Covid-19. Y no lo digo yo, sino David Nabarro, responsable en Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el coronavirus, quien alertó sobre graves efectos que podrían ahondar aún más los niveles de pobreza en el mundo.

Hoy sabemos que el confinamiento solo retarda la propagación del virus, no lo detiene; pero en cambio sus efectos económicos son brutales.

Otra cosa que hoy sabemos derivado de la errónea aplicación del confinamiento es que los ricos tienen capacidad para aislarse uno, dos, tres y hasta ocho meses continuos, pero las clases trabajadoras no soportan una medida de esta naturaleza, puesto que los condena a caer en la pobreza.

Así lo demostró Raj Chetty, economista de la Universidad de Harvard, quien mediante la medición de los hábitos de compra a través de tarjetas de crédito en Estados Unidos logró determinar que en zonas de alto poder adquisitivo como Manhattan (Nueva York) el consumo se desplomó en más de 80% durante el confinamiento; en cambio en Queens o el Bronx la caída solo fue de 20%; es decir, el cierre de una economía no marca diferencia en términos de contención de la pandemia porque simplemente hay amplios sectores de la sociedad que no se pueden dar el lujo de parar.

La recomendación que hace el economista de Harvard es continuar con el uso intensivo de mascarillas, puesto que el virus se propaga vía aérea y no solo por contacto como originalmente se pensaba; otra recomendación es aplicar el mayor número de pruebas para identificar los casos positivos y aislarlos. La mala noticia para México es que el responsable de la estrategia para la contención de la pandemia, Hugo López-Gatell, ha caminado justo en el sentido contrario a lo que hoy recomienda la evidencia científica.

El criminal virrey

Y esto me da pie justo para abordar el tema de la comparecencia del subsecretario López-Gatell, a quien le tuvieron que suspender la sesión ante las contundentes verdades que le dijeron en su cara.

Lo más difundido ha sido la intervención de Lily Téllez, quien lo bautizó como “virrey del país de las camas vacías y de los muertos en casa” y dijo que “con su lealtad a ciegas al presidente usted solo ha dado palos de ciego”, pero hubo otras intervenciones, como la de Verónica Delgadillo, de Movimiento Ciudadano, quien lo llamó “criminal” por aparecer en las revistas de moda cuando las cifras de fallecidos se disparaban. ¿Habrá alguna reacción o reajuste en la estrategia contra el coronavirus en México después de todo esto? Yo lo dudo.

Estilo mata carita

Y solo por no dejar de mencionarlo, están por cumplirse dos meses de que se “filtrara” la denuncia de Emilio Lozoya en la que acusa a 17 personas, incluida una servidora, y por lo cual lo denuncié por daño moral.

Si las evidencias eran tan contundentes ¿por qué las investigaciones avanzan tan lento? ¿Será que no había tal contundencia en la denuncia?, o ¿qué pasó?

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