El paso del huracán Erick en el inicio de la temporada 2025 de huracanes obliga a realizar un recuento histórico que permite apreciar que los programas y acciones de protección civil han estado presentes y evolucionado en México con el paso de los años.
Muchos de quienes ahora son jóvenes apenas tienen registro del huracán Gilberto, que en septiembre de 1988 impactó territorio nacional y causó severas afectaciones en el Caribe mexicano, en concreto en Cancún, pero incluso en Monterrey.
Los tsunamis, que en la actualidad parecen cotidianos, así como los fenómenos de El Niño y La Niña, son fenómenos naturales que con el paso del tiempo se han hecho presentes y ganado relevancia.
De hecho, en materia de ciclones y huracanes en el país existe un registro preciso de los que más afectaciones han causado.
Evidentemente, uno de los fenómenos de mayor impacto y cuyos estragos aún se resienten fue el huracán Otis, que golpeó al puerto de Acapulco, pero en general todos han puesto a prueba —al igual que los sismos— la capacidad de resiliencia de las y los mexicanos.
Cada uno de ellos nos recuerda como sociedad que se trata de fenómenos con trayectorias y efectos prácticamente impredecibles, a la par de que independientemente de que se presenten en el litoral sus efectos llegan a una parte considerable del territorio nacional.
Durante la madrugada del 25 de octubre de 2023 habitantes, turistas y autoridades de Acapulco fueron sorprendidos por el huracán Otis, que pasó de categoría 1 a categoría 5 en menos de 24 horas, lo que responde a un fenómeno meteorológico denominado Intensificación Rápida (RI, por sus siglas en inglés). En esa ventana de tiempo, el huracán aumentó su velocidad en 185 km/h.
Destructivos
En términos generales, el Centro Nacional de Huracanes de Miami en Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) concentra el registro histórico de ciclones tropicales desde 1851 en el océano Atlántico y desde 1949 en el Pacífico.
Además, por consenso de la Organización Meteorológica Mundial el NHC tiene la tarea de generar la información de la región IV, a la que pertenece México.
De acuerdo con los registros, en México han impactado cinco huracanes de categoría 5 provenientes del océano Atlántico: Janet en 1955; Beulah en 1967; Anita en 1977; Gilberto en 1988, y Dean en 2007; en tanto que en el Pacífico han sido dos: Patricia en 2015 y Otis en 2023.
Por lo que hace a los huracanes más destructivos para el país, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) son los siguientes.
Wilma (2005) Dejó huella de sus efectos en la península de Yucatán. El ojo pasó por la isla de Cozumel para hacer contacto en Playa del Carmen, Campeche. Las pérdidas fueron cuantiosas y afectó el turismo, la agricultura y las actividades económicas en general.
Otis (2023) Datos oficiales indican que solo fallecieron 50 personas, pero los daños ascendieron a 35 mil 468 millones de pesos.
Paulina (1997) Alcanzó la categoría 4 y tocó tierra en Puerto Escondido, Oaxaca, para después internarse y devastar al puerto de Acapulco, Guerrero.
Gilberto (1988) Ingresó por la península de Yucatán con categoría 5; provocó inundaciones en la parte noreste del país. El ojo del huracán alcanzó 15 km de diámetro y la zona de su influencia fue de 250 km, atacando a Cuba al mismo tiempo; siguió su camino en dirección al Golfo, donde afectó a Campeche; desapareció en Nuevo León, donde provocó el desbordamiento del río Santa Catarina.
Ismael (1995) En su trayecto por el noroeste del país causó inundaciones y graves daños en Sinaloa y Sonora.
Stan (2005) Causó el desbordamiento del río Tapachula, en Chiapas. A su paso en dirección a la Sierra Madre del Sur afectó a Oaxaca.
Erika (2003) Impactó el noreste de México. Fue necesario evacuar 51 plataformas petroleras.
El registro histórico de la temporada de huracanes 2025 recién inicia y se prolongará hasta mediados de noviembre próximo.