Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo.
Albert Camus (1913-1960)
Las movilizaciones violentas en varias ciudades de Estados Unidos contra la política migratoria de Donald Trump despertaron un sentimiento antimexicano muy peligroso para los paisanos que viven en paz más allá del Río Bravo.
Claro, la libertad de expresión y de manifestarse está protegida por la Constitución de Estados Unidos. Pero la violencia no.
Las escenas fueron intensas. Decenas, quizá cientos de banderas mexicanas ondearon por ciudades como Los Ángeles, Chicago y muchas más. Pero —aquí está lo sospechoso— las personas que posaron para la foto en la quema de vehículos o en escenas para las cadenas de televisión no fueron mexicanos, sino venezolanos y estadunidenses que están contra todas las políticas de los republicanos y en especial de Trump.
Sobresale la de un sujeto que posó sobre un auto Tesla, que servía de taxi sin conductor, ondeando la bandera mexicana. No era mexicano, sino un propalestino, lo que se comprobó en su vestimenta.
Estos actos convierten a los mexicanos que viven en la Unión Americana en paz y produciendo para Make America Great Again (MAGA, Hacer grande a EU otra vez), en víctimas de los sentimientos xenófobos de algunos estadunidenses. Esa izquierda es la que daña la imagen de los mexicanos de bien.
Usan a grupos para involucrarse con los socialistas gringos, para usarlos como carne de cañón. Caen con candidez los ignorantes de las fuerzas políticas que se disputan el poder en el vecino país del norte.
Pidió la presidenta Claudia Sheinbaum que no se involucren en esas movilizaciones
En el caso de los ilegales, si alguien viola la ley o se encuentra con grupos delictivos, que se les castigue allá y no enviarlos a México; que no se graven las remesas; y que se aplique una política de orden migratorio, donde no se castigue a los trabajadores que necesita el sector productivo de la Unión Americana, se les pueda contratar y proporcionar prestaciones que ofrece la ley estadunidense.
Formar parte de grupos contrarios al gobierno de Trump es poco inteligente. Que los palestinos defiendan a los palestinos; los ucranianos a los ucranianos; los demócratas peleen contra los republicanos. No es pleito de México, ni de los mexicanos. Allá y acá.
Ahí operan venezolanos alineados con Nicolás Maduro, financiados por Chirla, un supuesto organismo de defensa de los derechos humanos con nexos con el Partido Demócrata para luchar contra los republicanos. Ahí están metidos quienes usan a mexicanos como carne de cañón. Se dicen comunistas y quieren vivir en Estados Unidos.
Poder
El gobierno de Puebla le puso el cascabel al gato: acudirá a instancias judiciales penales para recuperar cientos de millones de pesos. Por ejemplo, más de 800 millones que están en la panza del Banco Accendo, 350 millones del Museo Barroco y 100 millones más que se necesitan para operar el Teleférico. En pasadas administraciones hubo muchos moches y los exhibirá ante tribunales el Ejecutivo poblano. Además de Puebla, Accendo defraudó a los gobiernos de Veracruz, Tamaulipas, Baja California, Estado de México, Oaxaca, Durango e Hidalgo; los ayuntamientos de Naucalpan, Tlalnepantla, Puerto Morelos, Zapopan y Tijuana; además de la Lotería Nacional y el Banco del Bienestar; cinco mil 900 millones de pesos y ni un peso se ha recuperado, mientras que sus directivos están libres.
Responsabilidad y Gobernanza Como último recurso, bajo el liderazgo de Matthieu Aubron, Michelin México y Centroamérica informó a empleados, clientes, comunidad y demás partes interesadas que la compañía comenzará a reducir la producción de llantas en su planta de Querétaro con el objetivo de finalizar sus operaciones industriales para finales de 2025. Informar primero a sus trabajadores es un acto responsable, aunque doloroso.