Los trabajadores son el pilar fundamental de cualquier institución y si esta pertenece al ámbito de la justicia, como es el caso del Poder Judicial, se requiere aún mayor responsabilidad y compromiso.
Se trata de personas que se han preparado con esmero, que han entregado su vida profesional y su lealtad de manera objetiva, en este caso, al Poder Judicial de la Ciudad de México.
El segundo tribunal más importante del mundo es el de la Ciudad de México. No obstante, este ha estado dirigido, lamentablemente, por presidentes que han llegado al cargo mediante elecciones influenciadas por acuerdos políticos. Como consecuencia, tanto el tribunal como sus trabajadores han sido relegados a un segundo plano.
En este contexto, los mediadores adquirimos una relevancia fundamental para la sociedad. Facilitamos la resolución de conflictos de manera ágil, económica y sin la necesidad de tribunales abiertos ni la intervención directa de autoridades judiciales.
Esto puede lograrse, por ejemplo, mediante convenios suscritos ante notarios, lo cual permite avanzar en la atención de asuntos en diversas materias: familiar, patrimonial, comercial, entre otras.
Los mediadores estamos en condiciones de formalizar acuerdos y registrarlos, incluso mientras los tribunales permanecen cerrados o con actividad limitada. Esto representa un beneficio directo para familias, menores, trabajadores y empresas. Es precisamente esta la ruta que México debe seguir: otorgar prioridad a la mediación.
Cultura
Es importante recalcar que los convenios deben registrarse ante una Notaría Pública y, una vez que los tribunales reanuden su funcionamiento pleno, podrán completarse los trámites correspondientes.
Sin embargo, lo más relevante es no perder de vista que la mediación solo es posible mediante el acuerdo voluntario entre las partes.
La cultura de la paz, recientemente destacada por el rector de una universidad en un importante evento académico y publicada en la Gaceta Universitaria, debe ser promovida de manera constante.
Es fundamental inculcar este valor entre los jóvenes, los niños y en todos los ámbitos de la sociedad, como vía para reducir los conflictos, prevenir la violencia y construir un entorno más justo y seguro.