PAULA GARCÍA VILLEGAS: PERSPECTIVA DE GÉNERO EN CADA RESOLUCIÓN

“Una justicia que atiende contextos y reconoce asimetrías”.

Paula García Villegas
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La justicia es más que leyes escritas: es equilibrio, equidad y voluntad de garantizar a cada persona el acceso pleno a sus derechos. En México este principio se refleja desde 1917, cuando nuestra Constitución fue pionera al reconocer derechos sociales como base del bienestar colectivo.

Ese espíritu sigue vigente y se expande hacia la igualdad sustantiva, la salud, la educación y la vivienda, entre otros ámbitos. Derechos que no deben quedarse en papel, sino hacerse efectivos para que todas y todos vivan con dignidad.

Al respecto conversé con la magistrada Paula María García Villegas Sánchez Cordero. “Ya tenemos una nueva perspectiva de género. El avance ha sido desde 1994. Tenemos 31 años trabajando en la perspectiva de género en la justicia, pero significa ver las asimetrías y ver qué grupo está en situación de vulnerabilidad, normalmente, cada vez menos, pero normalmente era la mujer”, afirma.

Licenciada en Derecho por la UNAM y en Economía por el ITAM, cuenta con una maestría en la London School of Economics and Political Science y un doctorado en Derecho también por la Máxima Casa de Estudios.

García Villegas suma 28 años en el Poder Judicial, 14 de ellos como juzgadora, y ha dictado más de 25 mil sentencias. Fue candidata a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y hoy se desempeña como magistrada de circuito en materia administrativa.

Con la claridad que da la experiencia, afirma: “Somos 51% de la población. Y ese 51% tiene que estar representado también en la justicia”.

Para ella la perspectiva de género no significa fallar siempre a favor de una mujer y recuerda un caso donde fue un servidor público quien solicitó justicia con perspectiva de género: “Un agente del orden, era no sé si policía federal o ministerio público, tenía la guarda y custodia de sus hijos. Estos funcionarios normalmente cambian de adscripción, los van rotando, y él le dijo a sus jefes, a sus superiores: ‘Soy el cuidador de mis hijos, requiero estabilidad’. La respuesta fue: ‘Para eso tienes a tu mamá o a tu hermana’. Entonces, ese es el estereotipo de género”, reflexiona.

Y puntualiza: “Eso es lo que se tiene que erradicar. El hombre puede ser proveedor y cuidador de sus hijos también. Lo que se dijo en la sentencia es que se le tenía que adscribir en un lugar colindante. Ese es un ejemplo”.

Sensibilidad

Su visión abarca realidades sensibles: discriminación laboral, acoso en cuerpos de seguridad, falta de sensibilidad en licencias de maternidad o acceso efectivo a la justicia para las mujeres e infancias.

“También de violencia ginecoobstétrica, donde el trato que se da a las mujeres es como de objeto; entonces, hay que trabajar mucho en los hospitales públicos también”, señala.

Juzgar con sensibilidad, entendiendo cada situación desde el lado humano, resulta indispensable. “Ahora que estuve en la campaña como ministra me dijeron personas indígenas, particularmente una chica muy jovencita, que la cesárea se la hicieron vertical en lugar de horizontal. Y esto fue en un hospital público. Ella decía. ‘El trato lo sentí como una violencia terrible, porque todos los días me veo la marca de la cicatriz vertical, que ocupa todo el vientre’. Entonces, un costo muy alto de violencia ginecoobstétrica. Eso tiene que cambiar. La sensibilidad no es nada más una cuestión estética. Si la cirugía se hace vertical u horizontal es una cuestión de violencia también”, aclara la especialista en justicia administrativa.

A lo largo de más de tres décadas la perspectiva de género ha ganado terreno en el Poder Judicial, pero persisten retos. La magistrada envía un mensaje a las mujeres para que no se queden calladas ante actos de injusticia en las instancias públicas: “Nunca tengan miedo de denunciar y de levantar la voz, porque las autoridades estamos para servir. Es cierto que ha habido revictimización en los últimos tiempos, pero de todas maneras les diría que a veces es un péndulo de Berkson, se va hacia un lado el péndulo, pero luego regresa y llegará a un punto medio, que es a donde tenemos que llegar; confíen en sus autoridades y sigan denunciando cuando hay violencia de género. Porque sí la hay y es significativa; hay mucho que trabajar”.

La voz de García Villegas nos recuerda que la justicia con perspectiva de género no es una concesión, sino un derecho: una justicia que atiende contextos, que reconoce asimetrías y que al hacerlo se convierte en un camino real hacia la libertad y la equidad.

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