LA PRENSA CONTRA MADERO

“Comentarios y críticas desde diferentes bandos e ideologías”.

Ignacio Anaya
Columnas
Prensa contra Madero

Es común que al hablar del porfiriato pensemos en un periodo dominado por la censura y ataques constantes contra la libertad de prensa. Es cierto que durante el régimen de Porfirio Díaz el gobierno no veía con muy buenos ojos a los periódicos de oposición, lo cual desembocaba en persecuciones, arrestos y en muy pocos casos asesinatos de periodistas. No obstante, a pesar de estos actos de represión, los opositores no fueron silenciados en su totalidad.

Llegó entonces Francisco I. Madero y su administración trajo una apertura para la prensa no vista durante todo el porfiriato. Paralelamente, esto implicó una fuerte crítica por parte de esta, tanto aquella que mantenía sus tintas porfiristas como la de quienes acusaban a Madero de no cumplir con los ideales de su revolución.

¿Cuáles eran las palabras de estos medios? El periódico El Ahuizote escribió lo siguiente el 10 de febrero de 1912:

“El señor Madero, presidente constitucional de la República Mexicana; honrado, porque nadie puede negárselo; bien intencionado porque nadie le disputa esa virtud, es un presidente para otra época angelical, para la calma chicha de un país en ascensión progresiva, para una balsa de aceite en un paisaje de apoteosis democrático, pero decididamente, por lo visto, nunca para apaciguar ambiciones inextinguibles, ni para sacar de este turbulento remolino a un pueblo que se ahoga después del naufragio que trajeran los principios de la revolución”.

Una crítica medida en el sentido de no caer en insultos personales contra el presidente. Aprovecha para resaltar las virtudes de Madero antes de mencionar la desconexión que existe entre él y la realidad que se percibía en aquel entonces. El enorme éxito del movimiento maderista no se tradujo en el plano de gobierno y la prensa nacional explotó dichas fallas.

Ventana

Otros periódicos se vieron mucho más críticos y hubo caricaturas representando a un Madero en algunos casos muy chaparro, sobrepasado por la política e inepto para gobernar. Las rebeliones que se levantaron en distintas regiones del país fueron aprovechadas para reprochar al primer mandatario. El periódico porfirista El Imparcial escribía el 1 de marzo de 1912:

“¿Y qué tiene, a su vez, frente de sí el gobierno del señor Madero? Tiene un impulso de rebeldía, que gana, a cada hora que pasa, mayor terreno; tiene una ciudad perdida y un Estado a punto de serlo; tiene insurrecciones… tiene el reguero de pólvora del bandidaje y el contagio de las locas promesas revolucionarias”.

El Regeneración de los hermanos Flores Magón se refería a Madero con el adjetivo de “bandido” en la edición del 12 de septiembre de 1912. Ciertamente, los comentarios en su contra y críticas estuvieron presentes desde diferentes bandos e ideologías.

No tendría sentido juzgar a Madero a partir de la prensa, pues en muchos casos esta sirvió a diversos intereses que no necesariamente servían al pueblo. La entrada del líder revolucionario a la Presidencia abrió una ventana a la crítica y al cuestionamiento desde diversas perspectivas.

La relación entre dichos medios y el poder político durante el mandato de Madero ilustra la complejidad y la diversidad de voces que coexistían en la sociedad mexicana de principios del siglo XX. El papel de los periódicos en este periodo resalta la importancia del cuarto poder en la construcción y deconstrucción del discurso político.