En una época de decisiones que definirán el rumbo de nuestro país es crucial mantener un diálogo abierto y constructivo. Por ello es importante reflexionar sobre El liberalismo y sus enemigos. En el marco del ciclo de conferencias Primavera X la Libertad el periodista y ensayista Ángel Jaramillo Torres conversó con los alumnos de la Universidad de la Libertad (UL) en torno de la relación entre liberalismo, democracia y el papel de los jóvenes.
“En mi plática quiero hablar de diferentes regímenes políticos. El totalitarismo es el control absoluto no solo de la privacidad y de la intimidad de las personas, sino también el intento de controlar la mente humana. Lo que se busca es la promoción de personas que se plieguen a la voluntad de un líder y que nunca tengan la capacidad de poner en cuestión sus directivas. Los totalitarismos surgen entonces contra el pensamiento crítico, contra la actitud de poner todo en cuestión. El totalitarismo concibe a la sociedad como algo homogéneo donde no cabe la diversidad humana o el disenso con las ideas ortodoxas”, reflexionó.
“Lo opuesto al totalitarismo, creo yo, es precisamente el liberalismo. Una forma de entender al liberalismo es si lo concebimos como lo opuesto al totalitarismo. Si el totalitarismo es la búsqueda absoluta de poder, el liberalismo propone fórmulas para emanciparnos del poder que otros quieren ejercer sobre nosotros”, afirmó Jaramillo ante los alumnos de la UL.
Para entender mejor las bases del liberalismo, el conferencista hizo un recorrido histórico: “El primer liberalismo es el de Nicolás Maquiavelo, Thomas Hobbes y John Locke. Tuvo como primer objetivo emancipar a los seres humanos de la tutela eclesiástica, es decir, del poder de la Iglesia. La democracia que viene después como teoría y luego como práctica me parece que viene de la formación de Jean-Jacques Rousseau. Después de la gran crisis de las iglesias y la gran crisis del derecho divino, la gente se hace la pregunta: ¿y ahora quién es soberano? Rousseau levantó la mano y dijo: El pueblo”.
Valores
Añadió que “fue en la costa este de Estados Unidos donde nace la democracia liberal”, que es “un tipo de régimen político que le da el poder a la mayoría, pero que inmediatamente después de dárselo le impone límites de todo tipo para que no se convierta en una tiranía y explote a las minorías, como nos lo dijo Ortega y Gasset”.
Finalmente, Jaramillo reflexionó sobre la importancia de la libertad en contextos tan relevantes como el político y el económico. “Otra característica de las democracias liberales es que garantizan la libertad política y la libertad económica. La libertad política se refiere a dos cosas fundamentales: por un lado, el respeto a la libertad de opinar lo que queramos, de manifestarnos donde queramos, de publicar lo que queramos, en fin, de creer en lo que queramos: libertad de expresión, libertad de manifestación, libertad de prensa, libertad de religión; y, por otro lado, la democracia liberal nos otorga la oportunidad de poder elegir a nuestros gobernantes y que por lo tanto estos gobernantes deben concebirse como nuestros representantes y no como alguien que tiene el poder sobre nosotros”.
Finalmente, dijo, “el último punto que quiero destacar sobre las democracias liberales es que son regímenes que tienen como objetivo fundamental garantizar la convivencia civilizada y pacífica entre las personas”.
Esta conferencia es parte de una iniciativa de la UL para profundizar entre la comunidad estudiantil el entendimiento de los valores democráticos y liberales.
La comunidad universitaria ya espera las siguientes conversaciones en el marco la Primavera X la Libertad, con ponentes de alta relevancia nacional e internacional. Destaca para el 17 de mayo la conferencia de Cayetana Álvarez de Toledo, diputada en el Congreso de los Diputados de España. Todas las conferencias podrán seguirse a través de las redes sociales de la Universidad de la Libertad.
Es indispensable que la juventud mexicana reflexione y profundice su entendimiento sobre democracia y cómo influir positivamente en su entorno para la construcción de un país más próspero, incluyente y libre. En épocas electorales es indispensable promover la participación ciudadana informada.