ACEPTACIÓN SOCIAL

Logro de la 4T.

Samuel Rodríguez
Columnas
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El respaldo a la promoción electoral con acciones de gobierno que demuestren el compromiso por lograr la Cuarta Transformación del país es evidente en el plano nacional y fortalece la percepción social a favor de Morena.

Mientras los institutos políticos avanzan en la selección de sus candidatos a los más de 21 mil cargos de elección popular que estarán en juego el próximo 6 de junio, el presidente Andrés Manuel López Obrador se concentra en los cambios que requiere su proyecto de nación consciente, por supuesto, de la importancia que los avances de la 4T tendrán en el ánimo del electorado al acudir a las urnas.

El más reciente ejemplo es, sin duda, la iniciativa preferente que envió al Legislativo para modificar la Ley de la Industria Eléctrica con el propósito de fortalecerla, en lo que la oposición consideró como una nacionalización disfrazada, dejando de lado el hecho de que la expropiación de la industria eléctrica en el país se concretó desde hace décadas.

Lo que quedó más que claro en este caso es la necesidad de que el ala de la 4T desde el Congreso de la Unión mantenga, en la segunda parte del sexenio del presidente López Obrador, su acompañamiento a las acciones necesarias para consolidar el proyecto de nación.

Y para ello se requiere que Morena y sus aliados conserven e incluso fortalezcan la mayoría que tienen en la actualidad en la Cámara de Diputados, para evitar que la oposición frene o mande a la congeladora legislativa las iniciativas cuya aprobación se requiere.

En el pasado reciente el ejemplo más claro de no contar con un adecuado acompañamiento desde el Legislativo se registró durante las dos administraciones panistas, que encabezaron Vicente Fox y Felipe Calderón, en las que desde la Cámara de Diputados el PRI operó como una suerte de cogobierno, condicionando la aprobación de iniciativas y modificaciones impulsadas desde Los Pinos.

Ahora, evidentemente, el Senado culminó vía fast track la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica y con ello el Legislativo sacó adelante la iniciativa preferente del ciudadano presidente en escasos 30 días.

Con ello quedó más que claro que sin el acompañamiento de Morena y sus aliados desde el Legislativo muchos de los cambios en la conducción nacional no se habrían podido sacar adelante en lo que va de la presente administración.

La oposición puede argumentar que la aplanadora morenista no guardó las formas al no esperar siquiera a que se desarrollara el Parlamento Abierto para el análisis de la iniciativa, pero la realidad es que en su momento la mayoría de priistas y panistas operó en el mismo sentido para respaldar a los mandatarios que postularon, por lo que no hay nada nuevo ni políticamente incorrecto en el proceder de los legisladores encabezados en San Lázaro por Ignacio Mier y en el Senado por Ricardo Monreal.

Lo que quedó en evidencia es que quien las hace no las tolera.

La coordinación entre el Ejecutivo y su ala Legislativa es y será imprescindible para la consolidación de la Cuarta Transformación, por lo que desde ahora la oposición, tanto ciudadana como política, tiene en la mira descarrilar el proyecto mediante el control del Legislativo, en una operación similar a la que en 1997 encabezó desde San Lázaro, entre otros, Porfirio Muñoz Ledo, en una etapa que llevó al presidente Ernesto Zedillo a señalar que el Ejecutivo propone y el Legislativo dispone.

Mujeres

Otro punto que sin duda ha sido y será bien tomado por la ciudadanía en torno del gobierno en turno y la 4T es la participación del sector femenino de la sociedad en la conducción del país, así como en el desarrollo cotidiano de los quehaceres sociales, aunque haya quien insista en la carencia de una identificación real con el feminismo y plantee incluso un distanciamiento, que en los hechos está muy lejos de existir.

Ello se constata de inmediato al revisar la integración del gabinete, en el que sobresalen las participaciones de Olga Sánchez Cordero, María Luisa Albores, Rocío Nahle, Delfina Gómez, Rosa Icela Rodríguez, Luisa María Alcalde, Alejandra Frausto, Tatiana Clouthier e Irma Eréndira Sandoval, en tanto que el presidente López Obrador promovió a Jasmín Esquivel Mossa y Margarita Ríos-Farjat para integrarse a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Amén de la integración al frente de la CNDH de Rosario Piedra Ibarra.