NO SON TODOS LOS QUE ESTÁN, NI ESTÁN TODOS LOS QUE SON

“La perinola política aún gira y no hay nada para nadie”

Mujer votando en México.
Foto.Especial
Columnas
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La oposición se subió a la promoción de candidatos a suceder a Andrés Manuel López Obrador. No están dispuestos a dejar el escenario del proselitismo tempranero solo a los aspirantes de Morena. Ni tardos ni perezosos, algunos opositores comenzaron a alzar la mano en solitario.

A pesar de que falta más de un año para que inicie formalmente el proceso electoral de 2024 en el panorama político se percibe un ambiente sucesorio sin que el árbitro electoral se anime a aquietar a los eventuales contendientes.

Políticos como Alejandro Moreno, Enrique de la Madrid, Enrique Alfaro, Santiago Creel, Gabriel Quadri y Cuauhtémoc Blanco levantan la mano para ser considerados, en tanto que todo indica al momento que no habrá una candidatura independiente.

Sin embargo, hay que considerar que en principio la eventual postulación de Moreno, De la Madrid y Creel en teoría pondría a prueba la solidez de la coalición Va por México.

En la imaginaria, Margarita Zavala, Gerardo Fernández Noroña, Antonio Pérez Garibay y Patricia Armendáriz se suman de alguna forma a la carrera, sin que se considere con seriedad su eventual participación y más bien se les ubique en el plano de los buenos deseos y la búsqueda de ser considerados para integrarse a alguna campaña o al menos como un elemento para enriquecer sus hojas de vida.

Otro nombre que circula como eventual candidato por MC es el de Luis Donaldo Colosio, que evidentemente está ligado indisolublemente a un amargo episodio de la historia de la política nacional que marcó de alguna forma la suerte del priismo.

Sobre la pretensión de Ricardo Anaya de volver a participar en la contienda por la presidencia en 2024, de entrada se debe descartar debido al proceso legal que enfrenta y su reiterada negativa a presentarse al juzgado a pesar de que goza hasta el momento de la figura de presunción de inocencia.

Preferencias

Por lo que hace a la percepción de los partidos como entidades y sin la identificación de una figura como candidato definido, un ejercicio de Consulta Mitofsky (Tendencias electorales rumbo a 2024) que abarcó a un mil 600 ciudadanos entre el 10 y el 13 de junio, arrojó que “si las elecciones para presidente fueran hoy 30% optaría por Morena, 13% por PAN, 11% por PRI, 6% por MC, el resto obtuvo porcentajes menores a 2% y 15% dijo que por ninguno, mientras que 18% no declaró su probable preferencia”. Mientras solo 1.4% se pronunció por un independiente.

En términos generales, si se suma la intención de votos a favor de los partidos que conforman la coalición Va por México, arroja 26.5%, por abajo de 29.8% de Morena.

Otro elemento a destacar es que la intención del voto a favor de MC se ubica en 6.1%, muy arriba de los porcentajes de 2.1, 1.2 y 1.1% de PRD, PVEM y PT, respectivamente, lo que confirma la percepción de que el instituto fundado y liderado por Dante Delgado Rannauro se encuentra en la ruta de la consolidación, que al momento lo ubicaría como una de las principales fuerzas políticas del país.

Por lo que hace a la esfera puramente electoral llama la atención el hecho de que al momento los consejeros del INE se mantengan al margen, sin fijar un posicionamiento en torno de lo que algunos actores consideran como actos anticipados de campaña, que más bien se ubica en simples manifestaciones de interés, para ser tomados en cuenta al momento de que se emita una convocatoria formal.

En el Poder Legislativo la reforma electoral se presenta como uno de los pendientes a resolver en el corto plazo y cuyos efectos, si se apresura el proceso, podrían percibirse en la contienda de 2024, incluso con un Consejo General renovado.

Como sea, lo que queda claro en una lectura puntual y seria es que en la disputa por la Presidencia de la República, en la que estará en juego la continuidad de la 4T, al momento a nivel de posibles participantes ni están todos los que son, ni son todos los que están. La perinola política aún gira y no hay nada para nadie. Son muchos los que quieren, pero pocos serán los convidados.

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