El hombre es un animal que estafa y no hay otro animal que estafe fuera del hombre.
Edgar Allan Poe
Victor Lustig fue uno de los estafadores más famosos del siglo pasado. Se le conoce como el hombre que vendió dos veces la Torre Eiffel. Él nació en Hostinné (Imperio Austrohúngaro), pero desde muy joven viajó al oeste. Quienes lo conocieron se referían a él como una persona locuaz y encantadora que hablaba varios idiomas. Sus fechorías las comenzó a realizar en los transatlánticos entre París y Nueva York.
Una de sus estafas más famosas fue la máquina de impresión de dinero. Victor creó un aparato que supuestamente podía imprimir dinero y tenía un módico costo de 30 mil dólares. En realidad, este artilugio solo tenía tres billetes de 100 dólares en su interior. Cada seis horas la máquina retiraba uno de estos billetes, haciéndole creer al comprador que efectivamente el aparato imprimía el dinero. Cuando el incauto se percataba de que la máquina no servía más, ya habían pasado doce horas, tiempo suficiente para que Victor huyera.
En 1925 París se empezaba a recuperar de la gran guerra. Victor leyó en un periódico que la torre Eiffel estaba teniendo problemas de mantenimiento. Hasta pintarla resultaba demasiado costoso. Se le ocurrió estafar una vez más.
Contrató a un falsificador para que copiara parte de los documentos del gobierno e invitó a seis comerciantes a una reunión confidencial en un hotel de la ciudad para venderles la torre como chatarra. Se presentó como el subdirector general del Ministerio de Correos y Telégrafos y dijo que esta venta era un secreto de Estado.
Recordemos que el monumento se construyó para la feria de 1889 y que para 1909 sería cambiada de lugar dado que la estructura no encajaba con la arquitectura prevalente de la ciudad.
El primero que cayó fue André Poisson. Su esposa dudó y Victor arguyó que tenía problemas económicos y pasaba por un mal momento. Poisson vio a un funcionario del gobierno corrupto y aceptó el trato. Victor cobró el dinero de la torre y huyó a Viena con su secretario particular, otro estafador de nombre Robert Arthur Tourbillon, mejor conocido como Dan Collins.
Poisson no los denunció porque estaba demasiado humillado y no quería ser la comidilla de sus amigos y compañeros.
Un mes después Lustig regresó a París y trató de vender otra vez la torre. Una de sus potenciales víctimas lo denunció ante la policía, pero Victor logró escapar.
Viajó a Estados Unidos, donde conoció a Al Capone, a quien le robó 50 mil de los verdes. Al cabo de dos meses le regresó el dinero porque se enteró de que el mafioso era un hijo de la chingada. Al le regaló cinco mil dólares por su honradez.
Para 1930, ya de regreso en Europa, se asoció con el químico Tom Swan para hacer placas para la impresión de billetes de banco falsificados. El 10 de mayo de 1935 (no tenía madre) fue arrestado por la policía por una llamada anónima. Luego se supo que fue su novia, Billy May, quien se enteró de que Victor le estaba poniendo el cuerno con una tal Marie, la joven amante de su socio Swan.
Fue detenido 27 días después y condenado a 20 años en Alcatraz. Murió de neumonía.
La Torre Eiffel
Tris escuchó en la radiofrecuencia de su carro un pleito entre una pareja de mujeres. Estaba a dos cuadras y rápidamente llegó al lugar de los hechos. Vio cómo una mujer tenía una Torre Eiffel en la mano y cómo se la lograba encajar a su amante pareja en el pecho. Tris alcanzó a detener a la joven cuando intentaba volver a clavar la figura; la otra pobre murió al instante, ya que la pieza atravesó el corazón. Tris le preguntó a la asesina por qué lo hacía. Ella contestó:
––Era francesa y se quería regresar a su tierra; me dijo que ya no me quería.