Menos crimen

Sí, México es un país inseguro. De esto nos damos cuenta todos los que aquí vivimos.

Las cifras oficiales subrayan los problemas de seguridad de México
Foto: Internet
Columnas
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Sí, México es un país inseguro. De esto nos damos cuenta todos los que aquí vivimos. Casi no pasa un día en que no sepamos de un nuevo y dramático crimen. El que un comandante de zona naval con escoltas pueda ser ejecutado en una carretera michoacana, como ocurrió con el vicealmirante Carlos Miguel Salazar, debería subrayar los riesgos de vivir en México.

Las cifras oficiales subrayan los problemas de seguridad de México. En 2012 nuestro país registró un promedio de 22 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes. Es verdad que esto representa una ligera mejoría sobre los 24 por cada 100 mil de 2011, pero el problema se ha multiplicado desde 2007, cuando tuvimos un registro de solo ocho por cada 100 mil personas.

México no es, por supuesto, el único lugar del mundo con problemas de violencia. Honduras tuvo un promedio de 92 homicidios por cada 100 mil habitantes en 2011; El Salvador, 69; Venezuela, 45; Sudáfrica, 32. Todos estos países tienen cifras muy superiores a las de México.

No deja de ser paradójico que el gobierno de Estados Unidos emita advertencias a los viajeros norteamericanos para que no se trasladen a nuestro país. La verdad es que algunas ciudades y regiones estadunidenses son más violentas que la mayor parte de México.

Es verdad que Ciudad Juárez y Acapulco se encuentran hoy entre las concentraciones urbanas más violentas del mundo, con 148 y 128 homicidios por cada 100 mil habitantes en 2011, pero el Distrito Federal registró en 2012 una cifra de doce, mientras que Yucatán solo tuvo dos.

Sorpresas

Estas cifras son muy bajas cuando se comparan con las de Nueva Orleáns, que en 2011 tuvo 58 homicidios por cada 100 mil habitantes; o Detroit, con 48; San Luis, con 35; Newark, con 34. Sin embargo, Washington no está emitiendo advertencias para que la población no viaje a estas ciudades de la Unión Americana.

De hecho, hay quien dice que el número de homicidios en México es sorprendentemente bajo si consideramos la forma en que operan nuestras policías y nuestros ministerios públicos.

En Estados Unidos y otros países los policías son reales fuerzas de seguridad que protegen a los ciudadanos. Si uno presenta una denuncia o una queja, por lo menos hay un intento de hacer cumplir la ley.

En México ni los policías preventivos están interesados en proteger a los ciudadanos ni los policías judiciales investigan los crímenes ni los ministerios públicos fincan responsabilidades a los responsables. Bastante logra uno en México si consigue que un ministerio público preste atención para levantar una denuncia. Investigarla va más allá de la capacidad de la autoridad.

El que en estas condiciones tengamos únicamente 22 homicidios por cada 100 mil habitantes es notable. Y el que apenas en 2007 hayamos registrado una cifra de solo ocho, es positivamente milagroso.

En Estados Unidos y otros países hay cifras más bajas de crimen debido a que las policías y el resto de las autoridades son más profesionales. En México son virtualmente inexistentes. Ante el vacío de autoridad, quizá deberíamos estar agradecidos de que no tengamos más crimen que el que tenemos.

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