En estos tiempos de cambios, hay cambios cosméticos pero otros son de fondo. ¿Qué me ha impresionado más en estos últimos días? Escuchar al nuevo jefe de Gobierno del Distrito Federal hablar del “presidente Enrique Peña Nieto”. ¿Cortesía habitual en cualquier país democrático? Quizá, pero aquí los rivales son espurios, peleles, tepocatas, víboras negras o innombrables. Se requiere valor para que un gobernante postulado por los partidos de la izquierda, como Miguel Ángel Mancera, se refiera con respeto al presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.
También me ha impresionado la manera en que los nuevos gobiernos están dispuestos a recurrir a ciudadanos de talento independientemente de sus relaciones políticas o familiares. ¿Quién habría pensado que en un nuevo gobierno priista la encargada de la política social sería la izquierdista Rosario Robles? E imagínese reclutar al gobierno federal al ex secretario de Seguridad Pública del gobierno perredista de la capital, Manuel Mondragón y Kalb, quien a los 77 años asume la responsabilidad de la seguridad pública federal sin que se le discrimine por la edad.
El gabinete presidencial no parece estar hecho de cuotas ni de género ni de edad. Tanto la designación del doctor Mondragón en Seguridad como la de Emilio Lozoya Austin, de 37 años, en Pemex, parecen tener una lógica política y administrativa. Rosario Robles en Sedesol, Mercedes Juan López en la Secretaría de Salud y Claudia Ruiz Massieu en Turismo están ahí no por cuotas de género, sino por su capacidad. Es un alivio.
Pero así como Peña Nieto ha reclutado talento de la izquierda, Mancera ha nombrado a Salomón Chertorivski, ex secretario de Salud en el gobierno de Felipe Calderón, como su nuevo secretario de Desarrollo Económico. El mensaje es importante: a Mancera no le importa la ideología, sino tener un equipo que dé resultados. Y Chertorivski tiene la capacidad para generar inversión y actividad económica.
Aptitudes
La lista de funcionarios de segundo nivel del gobierno federal está llena de sorpresas. La subsecretaria de Población es Paloma Guillén Vicente, apta funcionaria y política, pero también hermana del subcomandante Marcos. La subsecretaria de Derechos Humanos es la controvertida panista Lía Limón. El nuevo director del Cisen es Eugenio Ímaz Gispert, hermano de Carlos, ex delegado de Tlalpan y activista de la izquierda que fue atrapado en los videos de Carlos Ahumada, y es cuñado, por lo tanto, de Claudia Sheinbaum, una de las colaboradoras más cercanas de Andrés Manuel López Obrador. En México no parece existir ya el delito de portación de pariente prohibido.
Quizás el mayor entusiasmo de los primeros días de estos gobiernos, sin embargo, surge de la firma del Pacto por México por los presidentes del PRI, el PAN y el PRD. El acuerdo podrá tener problemas, pero no deja de ser positivo que después de tantos años de cerrazón política hoy los líderes de los partidos puedan sentarse a trabajar y a firmar acuerdos.