“LA POTENCIA DE UNA IDEA COMO LA LIBERTAD ROMPIÓ MOLDES QUE PARECÍAN INATACABLES”

“Quienes creemos en la libertad consideramos que las sociedades se conciben de manera abierta para cambiar”.

FIL IDEAS - Archivo 12.jpg
Cultura
Compartir

Resulta difícil encontrar un marco mejor que una Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara extraña y a la vez entrañable por las implicaciones del reencuentro entre autores, lectores, editores y todos los implicados en la cadena del libro, para presentar Ideas sobre la libertad que cambian al mundo, del empresario Ricardo B. Salinas Pliego (Círculo Editorial Azteca/Centro Ricardo B. Salinas Pliego/Arte & Cultura).

El volumen, donde reúne algunas de sus reflexiones sobre el que considera el derecho fundamental con que cuenta el ser humano, lo comentaron Sergio Sarmiento, titular de Caminos de la Libertad y columnista de este semanario, y el también periodista Leonardo Curzio.

Justo al inicio de un foro donde las ideas y el conocimiento circulan sin restricción alguna la presentación del libro de Ricardo B. Salinas Pliego cayó como anillo al dedo.

Curzio, autor de uno de los textos introductorios —el otro es de Mario Vargas Llosa—, definió al empresario como un hombre “dinámico y creativo”. Agregó que su prólogo tiene como objetivo reconocerle la importancia de que sea paladín de una causa como la libertad.

“A mucha gente no le gusta la discusión de ideas. Cree que es patrimonio de políticos o comentócratas, pero que un empresario defienda no los intereses de su sector sino de una causa y además lo haga en la arena pública es encomiable”, puntualizó.

El periodista y conductor de uno de los informativos de adn 40 destacó que a través del libro se podrán encontrar una serie de reflexiones “que en algún momento resultan confrontadoras e incluso irritantes, pero son parte de una mirada profundamente útil para una sociedad que ve a la libertad de manera un poco estrábica”.

Curzio esbozó la paradoja de quien valora la libertad y a la vez se quema en el altar de los controles gubernamentales. “Pongámonos de acuerdo: ¿creemos en la libertad o no? Decía Kant que la humanidad durante la Ilustración pasó de la adolescencia a la edad adulta. Ser adulto duele y mucho, pero sin la libertad tendríamos una vida circular”.

Celebró el valor de las ideas del empresario y exhortó a los lectores a que dialoguen con él. “La libertad moldea lo mejor que tenemos como especie y nos hace individuos con capacidad de generar prosperidad y grandeza; es además un eje rupturista. Siempre hay una tensión con quienes creen que el control y la protección que restringe libertades a cambio de ofrecer garantías es mejor”.

Recordó que las sociedades esclavistas y feudales dieron un lugar determinado al individuo, pero fue gracias a la potencia de una idea como la libertad que se rompieron modelos sociales que en su momento se creían inatacables. “Quienes creemos en la libertad consideramos que las sociedades se conciben de manera abierta para cambiar”.

Ubicó además otras tensiones relacionadas con el tema en distintos ámbitos. “Por un lado tenemos a quienes creen en la sociedad abierta con todas las implicaciones y sostienen que la libertad tiene caminos inescrutables, la mayoría de ellos muy creativos. Y por otro a quienes se dicen defensores de las libertades de asociación y expresión y sin embargo justifican cierto control de los gobiernos. En el arco que va de libertad al totalitarismo hoy la aguja tiende hacia el control, porque la gente quiere seguridad y dice que los Estados deben garantizar cosas”, lamentó.

Asimismo reconoció que en lo social seguimos viviendo una tensión terrible entre los derechos individuales y los comunitarios. “Las comunidades existen y están bien, pero hay una idealización sobre ellas. Otro tema palpitante es decidir qué consumimos. ¿Quién es el Estado para determinar las sustancias que usa un adulto en pleno uso de sus facultades y libertad? Seguimos teniendo prohibicionistas de clóset que se dicen liberales pero al mismo tiempo evaden el tema porque genera polémica y optan por lo que decida la comunidad”.

Finalmente Leonardo Curzio celebró que el libro de Salinas Pliego haga énfasis en señalar que la libertad creativa y de innovación da como resultado economías más vibrantes.

Un liberal del siglo XXI

Al tomar la palabra, Sergio Sarmiento reconoció en Salinas Pliego a todo un personaje. “Es un gran empresario a quien le gusta meterse en controversias y se dice profundamente liberal”.

Citó al Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, quien en su colaboración lo ubicó como “un caso excepcional en América Latina e incluso en otras partes del mundo: es un empresario liberal, es decir, un hombre de negocios que defiende todas las libertades —la política, la económica, la cultural y las otras— desde un punto de vista principista”.

El columnista apuntó que la libertad es un término tan bonito y precioso que “todos los políticos dicen defenderla y se dicen liberales. Pero ¿qué es un liberal?”, planteó. Se remontó a hace varios años cuando, previo a la creación de Caminos de la Libertad, Ricardo B. Salinas Pliego le comentó: “Qué absurdo que todos los políticos se digan liberales cuando en realidad imponen restricciones”.

Para el empresario el liberalismo no se limita a un pequeño recoveco de la vida cotidiana. “Implica la defensa de las libertades económicas, políticas, personales, como el consumo de sustancias. No se puede ser liberal a medio tiempo. Sin libertad no puede haber creatividad e innovación”.

A través del libro, añadió Sarmiento, se hace un llamado a la sociedad “para que no nos dejemos engañar por quienes constantemente se dicen liberales y en realidad toman medidas para restringir. Si eres liberal defiendes la libertad, si eres conservador restringes”.

Se remitió al índice que Caminos de la Libertad realiza de manera conjunta con el Instituto Fraser de Canadá, mismo que muestra entre sus resultados que las entidades o países con más libertad son aquellos con mejor nivel de vida.

“La libertad es pragmáticamente eficiente para construir prosperidad. Pero no es por eso que debemos defender la libertad, sino porque la necesitamos para tener una dignidad humana. Cuando nos quitan la libertad dejamos de ser seres humanos”, concluyó Sarmiento.

×