Ciudad de México.- Durante la presentación de Homenaje permanente el legado intelectual de Sandro Cohen, el editor y director de la Revista Vértigo compartió anécdotas e hizo un repaso por la dimensión personal y profesional del escritor y editor fallecido en 2020 a causa de COVID-19.
A lo largo de la sesión transmitida vía Facebook, Aljure recordó que se conocieron a principios de la década de los años noventa del siglo XX, cuando Cohen encabezó las protestas por la censura de una cadena comercial a la novela Un hilito de sangre, de Eusebio Ruvalcaba, ganadora del Premio de Novela Joaquín Mortiz.
A partir de entonces comenzó una amistad que los llevó compartir viajes y clases de hebreo. Tiempo después, Aljure dejó el sello Planeta para irse a Grupo Patria e invitó a su amigo. Sandro Cohen le habló de los manuscritos de las primeras novelas de Jorge Volpi, Eloy Urroz e Ignacio Padilla. “Para que tuviera éxito le propuse que los cohesionara como una generación que habría brecha. Habló con ellos y así nació el primer manifiesto de la literatura crack”.
“Tuvimos una relación amplia, intensa e íntima”, detalló Aljure y reconoció que después sus caminos divergieron. “Volví a tener noticias de él cuando se enfermó de COVID-19. Fue un schock y su ausencia sigue siendo dolorosa y triste”, recordó y lo definió como una persona íntegra, honesta y con principios.