Matos Moctezuma inaugura ciclo de conferencias

“Tenochtitlan, origen y destino” en el Colegio Nacional

Eduardo Matos Moctezuma
Foto: Cortesía ColNal
Cultura
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Ciudad de México, México, 10 de septiembre. Después de 47 años de excavaciones arqueológicas en el corazón de la Ciudad de México, y más de mil 300 fichas bibliográficas de referencia generadas por los estudios, la fecha de 1325 es la más mencionada por las fuentes existentes para la fundación de Tenochtitlan. Así lo aseveró el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, miembro de El Colegio Nacional, al dictar la conferencia inaugural del ciclo Tenochtitlan, origen y destino.

Durante la ponencia “Tenochtitlan: historia y arqueología”, que dictó en el Aula Mayor de la institución, Matos Moctezuma afirmó que la fecha de 1325 —para la que este año se cumplen 700 años—, aparece en al menos nueve fuentes documentales, entre códices, documentos y relatos, así como en el Teocalli de la Guerra Sagrada, monolito que contiene la inscripción de la fecha 2 Calli, que equivale a 1325.

“Aparece en la Crónica Mexicáyotl, aparece en los códices Mexicanus y Mendocino; Chimalpahin la menciona en sus relaciones, también, por lo menos, en dos o tres ocasiones. En fin, en varios lugares aparece esa fecha”.

Gracias al Proyecto Templo Mayor —que está cumpliendo 47 años, dijo—, se han localizado diversas etapas constructivas del antiguo recinto sagrado: “Una riqueza de información impresionante” que ha permitido, hasta el momento, publicar “entre libros, tesis, catálogos, guías, reseñas, o relatos de una sola página, más de mil 300 fichas bibliográficas”.

Lo que sigue siendo incierto, afirmó el colegiado, es el año y lugar de origen de los pueblos nahuas que se establecieron en el valle de México y que después constituyeron el pueblo mexica.

“El origen es incierto, a la fecha no se sabe dónde está ese Aztlán. Se ha dicho que si la islita que está frente a Nayarit; no, ahí se hicieron excavaciones arqueológicas y no hay ninguna presencia de material mexica o azteca. Luego, que venían por el área de Guanajuato. O sea, no hay información. El mismo mexica no lo sabía”.

De acuerdo con Matos Moctezuma, los mexicas intentaron encontrar, sin éxito, el origen de sus ancestros. Los relatos de Fray Diego Durán, dijo, refieren que en 1440, a la llegada de Moctezuma Ilhuicamina como Tlatoani, sus asesores le recomendaron averiguar el origen del pueblo que gobernaba.

“Le hicieron ver que es muy importante que conozcan su origen. Le dicen: ‘oye, Tlatoani, es necesario que mandes a algunos sacerdotes al norte, porque dicen que venimos del norte’. Las diferentes fuentes escritas dicen que unos venían del Pánuco, quien sabe de dónde, otros que de Nuevo México. Tlacaélel, que era el asesor, le dice: ‘Tlatoani, es necesario que veamos muy bien de dónde viene nuestro origen, nuestra procedencia’”.

A Moctezuma le parece buena idea y manda a sacerdotes a que vayan a buscar sus orígenes. “Van llegando a determinados lugares, inclusive a Tula, al norte, en Hidalgo ahora y van viendo que cuando pasan de ahí, ya no encuentran mayor referencia. Pero claro, no iban a llegar con las manos vacías ante el Tlatoani”.

Los embajadores optaron por mentir. “Se inventan un rollazo maravilloso, interesantísimo. Le dicen: ‘sí, señor, fuimos, fíjese que encontramos a Coatlicue, la madre de Huitzilopochtli, con la forma de una vieja andrajosa. Nos preguntó por su hijo Huitzilopochtli, y le dijimos que con él habíamos alcanzado grandes glorias’”.

En todo relato sobre el origen, aseveró Matos Moctezuma, “se mezclan el aspecto mítico, por un lado, y el aspecto histórico por el otro. Es decir, la realidad histórica de lo que ocurrió y lo que se mitifica. Estos dos aspectos, el mito y lo histórico, van a ser fundamentales porque los investigadores tenemos que ver estas fuentes, pero también debemos analizar qué corresponde a lo mítico y qué a lo histórico”.

En esa mezcla, dijo, las fuentes documentales permiten conocer que los mexicas tomaron del relato tolteca sobre el origen, elementos para su propia narración primigenia. “El gran poderío tolteca va a desaparecer a la caída de Tula, hacia el año 1200, y de repente aparece en la historia el mexica o azteca. Hay toda una tradición oral que relata todo esto, que dice que vinieron de Chicomoztoc, que vinieron de Culhuacán. El mexica hace suyo eso, nada más que agregándole algo propio de ellos”.

“Existen descripciones que más o menos coinciden. Los dos conceptos fundamentales es que vienen de Chicomoztoc y del cerro de Culhualtepetl, con el pico torcido. Los mexicas dicen: ‘nosotros venimos de Aztlán, pero somos y nos dicen chicomostocas’. Aquí vemos algo muy interesante: en la historia de otras latitudes y en la nuestra, por lo general los pueblos tratan de legitimarse a sí mismos, y legitimarse entre otros pueblos contemporáneos”.

Los mexicas “quieren ser o hacerse descendientes de un pueblo que para ellos sea parámetro de grandeza humana. El Tolteca era el pueblo que los había antecedido, tenían una imagen muy idealizada del Tolteca, eran grandes constructores, grandes astrónomos, y claro que van a decir, ‘nosotros venimos del Tolteca’. Y toman todos estos mitos. Lo hacen suyo y tratan siempre de hacerse descendientes del Tolteca, que se consideraban además grandes guerreros”.

Sin sustento la fecha de 1321
Con ayuda de la arqueología, señaló el colegiado Eduardo Matos Moctezuma, se conocen las diferentes capas constructivas del centro de México. “Se llegó hasta 18 metros de profundidad, bastante profundo. Se encontró, en las capas profundas, restos de cerámica tolteca, es decir, que ese islote, o lo que fuera, había sido ya ocupado previamente por el tolteca, era quizá un caserío de pescadores toltecas”.

También, “se han podido ver las capas en que se empieza a ver el surgimiento, la ampliación de la gran ciudad de Tenochtitlan. Se encuentran pisos, otros elementos, inclusive encontramos ofrendas en algunos de estos pozos que se abrieron a lo largo y ancho de Catedral, inclusive hasta el momento colonial, hay toda una secuencia que nos indica cómo había sido ocupado esa área de lo que era Catedral, qué se encontraba en esa parte, dentro del gran recinto ceremonial de los mexicas”.

Lo que no tiene ningún sustento es la fecha de 1321, celebrada como aniversario de la fundación de Tenochtitlán hace cuatro años. Si bien en alguna fuente aparece la fecha de 1364, “la fecha de 1321 no aparece en ningún lado, pero, bueno, querían hacer ahí un manejo: relacionar 1321, la fundación de Tenochtitlan; 1521, la Conquista; 1821, la Independencia; y 2021, la cuerta transformación”.
“Yo inmediatamente protesté, y muchos otros: ‘oigan, no manipulen la historia, ahora sí que seamos serios’, pero ya para eso habían hecho algunos eventos, celebrando 1321 como la fundación. No faltó alguien que para componer el asunto decía, es que es la fundación lunar, luego viene en 1325 la solar, pero esa fecha no aparece en ningún lugar. El hecho es que ahora sí, este 1325, se toma como fecha”, explicó el arqueólogo.

La realidad histórica de la fundación, sin embargo, narra que “donde se aparece la supuesta águila, era y estaba bajo el control de Azcapotzalco, un señorío muy poderoso a la llegada de los mexicas.

Tezozómoc era el gobernante y dice, ‘muy bien, asiéntense aquí en mis terrenos, límites casi con Culhuacán, pero, con una condición: ustedes van a ser mis tributarios’. Son pueblos expansionistas que necesitaban también, por medio de la guerra, digamos, conquistar otras áreas, imponer un tributo”.

“Entonces se pone un tributito, que luego van agrandando. El hecho es que el mexica llega y es sometido por Azcapotzalco, que era el que tenía el mando en el Valle de México, junto con algunos otros señoríos. Lo del águila y demás, es un planteamiento que ellos hacen, y tiene también validez. No es nada más decir, es un invento de ellos. Sí lo fue, pero para ellos era esa su verdad. Es muy respetable”.

Lo cierto, agregó Matos, es que 1325 sigue siendo la fecha más recurrente en las fuentes y, probablemente, “puede ser que quizá ocurrió algo importante, algo interesante que hace que ellos marquen que allí va a iniciar todo, que a partir de ahí se va erigir su ciudad: Tenochtitlan”.

La conferencia “Tenochtitlan: historia y arqueología”, impartida por el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, se encuentra disponible en el Canal de YouTube de la institución: elcolegionacionalmx.

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