México tuvo en 2014 una Reforma Electoral que modificó varios aspectos del sistema democrático. Uno de ellos es el de los candidatos independientes.
El cansancio de la ciudadanía y la nueva legislación fueron terreno fértil para los aspirantes sin partido político que, en las elecciones de este 2015, se posicionan como una alternativa para los electores.
De acuerdo con el estudio “México: Autonomía de la corrupción”, realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad y el Centro de Investigación y Docencia Económicas, 91% de los mexicanos perciben a los partidos políticos como corruptos.
Hay 2 candidatos que llaman la atención tanto por su juventud como por el apoyo que han recibido de ciudadanos: Pedro Kumamoto y Alberto Merlo.
Más poder a las personas de a pie: Kumamoto
“Soy parte de esa generación que no se identifica con los partidos políticos, que sentimos que solamente representan los intereses de su cúpula ”, afirma Pedro Kumamoto, el candidato independiente a diputado local por el Distrito 10 de Zapopan, Jalisco.
Delgado, extrovertido y afable, el joven de 25 años egresado del ITESO nos cuenta lo que inspiró el reto de conseguir una candidatura sin partidos. “Nos dimos cuenta que hay 2 opciones: o haces tú la política o alguien más la empieza a hacer por ti”, señala.
Kumamoto afirma que, bajo la lógica de que la política es sinónimo de corrupción, los ciudadanos prefieren no involucrarse, pero esto deja campo abierto a personas que busquen beneficiarse del servicio público.
El Distrito 10 por el que competirá este 7 de junio tiene muchos pendientes, afirma el aspirante: la seguridad pública, el desarrollo económico, el combate a la corrupción, la movilidad y los espacios y recursos públicos, así como el uso de suelo.
“Nueve de cada 10 personas afirman que denunciar no sirve de nada”, asevera, por lo que su propuesta en materia de seguridad, la necesidad más apremiante de su Distrito y de Zapopan (y quizá de todo el país), es la de modificar la forma en que se levantan las denuncias y profesionalizar al personal del Ministerio Público. La idea buscar el servicio profesional de carrera para elegir a estos funcionarios mediante un concurso de selección y no de manera discrecional.

Para obtener su candidatura, Pedro nos cuenta, se enfrentó a dificultades institucionales y políticas. Desde el conseguir el nombre, clave de elector y una copia fotostática de la credencial de elector (por ambos lados) de ciudadanos que les otorgaron su apoyo y confianza, hasta la “incompetencia del instituto electoral local, pero también del nacional”.
Por otro lado, se enfrentó además al desconocimiento de los ciudadanos en torno a las candidaturas independientes, de manera que él y su equipo realizaron un proceso de “pedagogía política”.
“En mi caso, las personas me han recibido muy bien. Les emociona que haya la posibilidad de que una persona común y corriente, sin intereses partidistas o de grupos políticos, pueda llegar a una boleta y les pueda rendir cuentas directamente”, afirma.
Pedro subraya que, durante la precampaña y campaña a nadie se le pagó un solo peso; indica que “todas las personas que estamos en esto lo hacemos de manera voluntaria porque creemos que así se debe hacer la política”.

Contrario a lo que podría pensarse, Pedro Kumamoto indica que los partidos políticos pueden tener salvación si se les reduce el gasto corriente y el presupuesto para campañas políticas, así como tener partidos mucho más pequeños con “casi nada de presupuesto”, mucho más locales y más representativos. La finalidad, precisa, es que no se vuelvan un negocio en sí mismos.
“La candidatura independiente se trata de quitarle poder a los partidos políticos y darle más poder a las personas de a pie”, concluye.

Los grandes héroes no están en la política: Alberto Merlo
Alberto Merlo, candidato a una diputación federal por el Distrito 6 de Puebla, explica que, pese a juventud, no es un novato en la arena pública. Comenzó desde los 18 años a participar en organizaciones sociales y conoció varios políticos, pero su experiencia fue “muy desagradable”.
En las elecciones de 2012 (en las que votó por primera vez), fue observador electoral, una experiencia que le enseñó que es posible hacer política no sólo en un partido, sino también de manera externa. Esto lo llevó a impulsar diversas iniciativas como #adoptaaundiputado, que busca exigir cuentas a los legisladores de manera semanal.

“La estructura jerárquica de los partidos políticos hace que las personas que se postulan como candidatos y llegan a un cargo público, lo hacen con tantos compromisos que después les es imposible atender intereses de carácter colectivo”, explica el aspirante de 23 años.
Su candidatura, agrega, es también un ejercicio político para demostrar si las candidaturas independientes, con sus requisitos actuales, son realmente operables y viables para los ciudadanos y un derecho accesible para la población.

Las dificultades que encontró en su candidatura, nos relata, fueron estructurales y culturales. Las primeras se refieren a las prerrogativas a las que tienen acceso los partidos políticos (cuya designación es inequitativa para los candidatos independientes).
Las segundas fueron el hartazgo, la desconfianza y la apatía de la sociedad para involucrarse en los asunto públicos, así como el desconocimiento del tema debido en parte a que el INE no ha dado suficiente difusión al tema de los candidatos independientes.
Sobre las necesidades de su estado, Alberto indica que la pobreza, la falta de acceso a derechos sociales y de servicios públicos son las necesidades prioritarias de su Distrito y de todo Puebla.

Más allá de tener ídolos, Alberto reconoce su respeto por personas en la sociedad civil que son “verdaderos héroes”. “Son personas que están de sol a sol para llegar un ingreso aunque sea mínimo, al hogar”, afirma.
“Los grandes héroes y agentes de cambio no están en la política, lamentablemente, porque si así fuera tendríamos otro país”, indica el joven.
Las candidaturas independientes, señala, tienen mucho qué aportar en este sentido, pues evitan a los filtros e intermediarios (los partidos políticos) para poder competir democráticamente en una elección.
Los candidatos independientes, destaca, no son la panacea para los problemas que enfrenta México. “Tenemos que poner bajo la lupa a todos los candidatos que tengamos enfrente, pues sea candidato independiente o de partido, debemos tener la certeza de esa persona que aspira a representarnos”, asevera.
