Ciudad de México, a 1 de agosto. Para Diana Carolina Garduño Landazuri, consultora estratégica para Oficinas de Dirección de Proyectos, no puede verse como fracaso o mal manejo de recursos al desfase de tiempo en la construcción de un edificio o el que una empresa no cumpla sus metas en el plazo previsto; estos imponderables no son un fiasco, seguramente hay que pensar que hubo imponderables en el proceso.
Según datos del Centro para el Desarrollo de la Competitividad Empresarial (CETRO-CRECE) el 75% de las Pymes en México fracasan y cierran sus operaciones antes de cumplir los dos años de haber iniciado operaciones.
Ante este escenario, en entrevista, Carolina Garduño comenta “que es muy común ver que cuando una persona se traza el camino de un proyecto, en general se propone que deba ser un éxito en línea recta y de manera ascendente porque el éxito es una imposición de pensamiento social, pero cuando los resultados no se dan de esa forma se habla de fracaso, pues quienes opinan así no comprenden que hay ciertas circunstancias retrasando el proceso y posiblemente la empresa no prospere tal como se planeó, pero eso no quiere decir que hubo un error o todo es un fracaso. Simplemente se llegó a un resultado diferente al prospectado”, explica la consultora.
Por ejemplo, dijo la egresada de la Universidad de las Américas Puebla, “alguien podría tener la idea de estudiar una licenciatura, pero en el proceso se encuentra con otras oportunidades para explorar y diversificarse académicamente, lo que le da herramientas para lograr un pensamiento interdisciplinario y reflexionar acerca de lo que realmente te gusta como negocio y para destino de vida”.
Entonces se debe ser paciente, tener adaptabilidad, mantener la visión de que habrá oportunidades o adversidades en todas las escenarios; se debe analizar detalladamente qué profesional se quiere ser, y si por algún momento se pierde la visión de la meta, entonces hay que volver a las bases del proyecto, revisar cuál era su objetivo principal de inicio y pensar que las nuevas actividades se localizan dentro del triángulo de gestión de proyecto (tiempo, calidad y presupuesto)”, aconsejó la hoy licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UDLAP.
Durante la entrevista, Diana Carolina Garduño enfatizó que la mejor forma de evaluar un proyecto es, a pesar de los contratiempos, reconocer los beneficios que aportó a quien lo haya emprendido. “Por ejemplo, el proyecto de la Casa de la Ópera de Sidney se tardó más en construirse de lo que estaba establecido, sin embargo, fue un éxito porque ha dado otros beneficios adicionales a lo que estaba planeado de origen. Lo fundamental es que a largo plazo se va a terminar recuperando la inversión”, expresó.
Finalmente, la egresada destacó la importancia de la educación personalizada que recibió en la Universidad, ya que, dijo, brinda, un panorama diferente que te prepara a desenvolverte como financiero, pero si por el contrario te gusta el arte, entonces puedes dedicarte a hacer evaluaciones o certificaciones de obras de pintores. Incluso puedes promocionar artistas”, concluyó.