Ciudad del Vaticano, 24 de noviembre. En medio de un caso de fraude financiero, un tribunal del Vaticano que estudia el caso escuchó el jueves una grabación secreta del papa Francisco, la cual fue reproducida en la corte en relación con los pagos que hizo la Santa Sede para liberar a una monja que militantes de Al Qaeda tenían como rehén.
En un juicio que ya ha dado varios giros, el audio con la voz del papa en el tribunal ha marcado un nuevo capítulo surrealista, a la vez que jueces del Vaticano intentan determinar al responsable de perder decenas de millones de euros en bienes de la Santa Sede.
Fiscales del Vaticano presentaron dicha grabación como parte de la evidencia, argumentando que era parte de un conjunto de materiales recientemente obtenidos por un policía financiero italiano que se encuentra investigando a un organismo benéfico de Sardinia, Italia, vinculado con el cardenal Angelo Becciu, quien fuera un cercano colaborador de Francisco y uno de los 10 acusados en el juicio.
Los fiscales del Vaticano revelaron que la evidencia de Sardinia se suma a una nueva investigación del Vaticano en la que Becciu es investigado por una presunta conspiración delictiva.
Según el fiscal Angelo Diddy, tanto Becciu como una familia asociada grabaron en secreto al Papa Francisco el 24 de julio de 2021, tres días antes del juicio, cuando Becciu habló con él por teléfono desde su apartamento ubicado en el Vaticano. Aunque la mayoría de los acusados enfrentan a cargos por la inversión de 350 millones de euros del Vaticano en una propiedad de Londres, Becciu es señalado por el presunto abuso de poder y malversación en operaciones con una supuesta analista de seguridad quien también es parte del juicio, Cecilia Marogna.
Básicamente en la grabación, Becciu le pide a Francisco confirmar que el pontífice autorizó los pagos a una firma británica, misma que Marogna había identificado para negociar la libertad de una monja colombiana que fue secuestrada en Mali en 2017. Luego de ser dado de alta, tras haber permanecido 10 días hospitalizado, Francisco estaba familiarizado con el caso y básicamente estuvo de acuerdo, aseguran varios abogados que escucharon la grabación.
Por su parte, el presidente del tribunal ordenó a la prensa abandorar la sala durante la reproducción del video bajo el argumento de que no había sido aceptado formalmente como evidencia.