Jartum, Sudán, 19 de abril. El ejército de Sudán y un grupo paramilitar con el que está enfrentado anunciaron que respetarán un cese del fuego de 24 horas a partir de este miércoles por la noche, luego de que fracasó un intento anterior de tregua.
El ejército anunció en un comunicado que la tregua había empezado el miércoles a las 6 p.m. (hora local), que era “con fines humanitarios” y que duraría hasta la noche siguiente, “dependiendo de si la otra parte se adhiere a sus disposiciones”.
Horas antes, su rival, las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés), habían dicho que respetarían una tregua de 24 horas a partir de la noche.
Un cese del fuego similar el martes por la noche se vino abajo casi de inmediato, y no estaba claro si el nuevo intento se mantendría. Los residentes de Omdurman, ciudad adyacente a la capital, Jartum, dijeron que seguían oyendo disparos y explosiones esporádicas después de que entrara en vigor la tregua anunciada.
Sin indicios de respiro, los desesperados y atemorizados sudaneses que llevaban días atrapados en sus casas por la violencia comenzaron a huir, según los testigos. Residentes de varios vecindarios de Jartum relataron a The Associated Press que vieron a cientos de personas, entre las que había mujeres y niños, que cargaban equipajes y se iban bien a pie o en autos atestados.
“Jartum se ha convertido en una ciudad fantasma”, indicó Atiya Abdalla Atiya, secretario del Sindicato de Doctores, que seguía en la capital.
La lucha de los generales por el poder ha atrapado a millones de sudaneses en el fuego cruzado, mientras sus fuerzas combaten desde el sábado con ametralladoras pesadas, artillería y ataques aéreos en barrios residenciales de Jartum; de Omdurman, al otro lado del Río Nilo, y de otras ciudades importantes del país.
Casi 300 personas han muerto en los cinco últimos días, según la agencia de salud de Naciones Unidas, pero es probable que la cifra sea mayor, ya que los combates han impedido llegar a muchos cadáveres que siguen tendidos en las calles.
El alto del fuego alcanzado el martes, que debía estar vigente entre el anochecer del martes y el del miércoles, fue el intento más concreto hasta la fecha para parar el conflicto y se esperaba que pudiese derivar en una tregua más larga.
Se alcanzó luego de que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, habló por teléfono con ambos generales — Abdel Fattah Burhan, líder de las fuerzas armadas, y Mohammed Hamdan Dagalo, que comanda el grupo paramilitar RSF. Egipto, que respalda al ejército sudanés, y Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, que mantienen una estrecha relación con las RSF, han pedido calma a las dos partes.
El miércoles en la mañana se reportaron intensos choques entre el ejército y las RSF alrededor de los cuarteles en el centro de Jartum y cerca del aeropuerto internacional, además de en torno a la sede de la televisora estatal en Omdurmán. Las bombas y la artillería retumbaban en las inmediaciones de la ciudad.
Mahasen Ali, una vendedora de té, contó que muchos en su barrio del sur de Jartum se habían marchado de sus casas para refugiarse en zonas abiertas, esperando estar a salvo de los proyectiles que sacudían los edificios. Otros huyeron de la ciudad para cobijarse con familiares en otras partes, añadió.
Hombres armados recorrían las calles, entrando a tiendas y viviendas. “Se llevan lo que pueden, y si te resistes, te matan”, aseveró.
El conflicto entre el ejército y las RSF ha vuelto a hacer descarrilar la transición democrática tras décadas de dictadura y guerra civil.
Este es el capítulo más reciente del caos que atraviesa el país desde la revuelta popular que ayudó al derrocamiento del autócrata Omar al-Bashir hace cuatro años.