EUROPA SE PREPARA PARA UNA GUERRA CON RUSIA

“España y otros países de la OTAN patrullan el espacio aéreo de Letonia, Lituania y Estonia”.

GUERRA EUROPA-RUSIA
Internacional
Share

El Kremlin advierte abiertamente que si los europeos o la OTAN despliegan tropas en territorio ucraniano las consecuencias serían trágicas.

Europa está nuevamente en un laberinto sin salida, al borde de otra gran guerra convencional, pero también híbrida y con la presencia de drones y otros vehículos no tripulados de uso militar. La información provista desde los satélites tiene un papel preponderante.

Sin duda, el destino de Europa está atado a la invasión de las tropas rusas a Ucrania: si cae Kiev el mandatario ruso, Vladimir Putin, invadirá a otros países europeos: los informes de la inteligencia noruega y francesa alertan sobre la posibilidad de que Rusia invada Estonia, Lituania y Letonia. Son tres pequeños países bálticos que colindan con Rusia y Bielorrusia.

Tres países que antes de su independencia en 1991 pertenecían a la extinta Unión Soviética, pero que llevan más de dos décadas como naciones soberanas e independientes; con su propia bandera, himno e identidad nacional. Estos Estados bálticos están dentro de la Unión Europea (UE) y también dentro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Es decir, un ataque contra cualquier miembro de los 31 que forman la Alianza Atlántica provocaría la inminente activación del artículo 5, el cual establece que “un ataque armado contra uno o más países firmantes se considerará un ataque contra todos los miembros” y evoca la unidad militar como respuesta.

Y si Donald Trump vuelve a la presidencia de Estados Unidos en las elecciones del 5 de noviembre, tanto la UE como la OTAN esperan un distanciamiento con la Casa Blanca, que ya el mismo Trump deja entrever en sus distintas intervenciones para quedarse con la candidatura del Partido Republicano.

“Si los miembros de la OTAN no pagan su cuota no tendrán ninguna protección, porque en ningún caso Estados Unidos protegerá a los países que no aportan por lo menos 2% de su PIB para defensa; a los que no paguen, les vamos a retirar la protección”, recién sentenció Trump durante un mitin en Conway, Carolina del Sur.

El expresidente llegó a declarar que incluso animaría a Rusia a hacer lo que le diera la gana contra un país que no cumpla con las contribuciones señaladas. “Aquí se paga”.

Vientos en contra

En Europa creen que todos los vientos soplan en su contra; que hay un cambio de ciclo estratégico muy desafortunado, porque a la pesadilla de tener que lidiar con Putin seis años más (habrá elecciones en Rusia entre el 15 y el 17 de marzo) se puede añadir la vuelta de Trump a la Casa Blanca, un hecho que de confirmarse consolidaría la estrategia supremacista de Moscú para Europa.

Trump ya ha dejado claro que no dará ayuda de ningún tipo a Ucrania: ni militar, ni humanitaria, ni logística o de inteligencia militar; y no en pocas ocasiones ha subrayado que la guerra entre Ucrania y Rusia es un problema de ucranianos y rusos; y un problema para Europa, pero no para EU.

Durante su presidencia Trump ya intentó debilitar a la OTAN. Es más: amagó con retirar a la Unión Americana de la Alianza Atlántica.

Luego de esas declaraciones Jens Stoltenberg, cabeza de la OTAN, acusó a Trump de “socavar la seguridad” de los aliados e invitar a Rusia a que los invada. “Cualquier sugerencia de que los aliados no se defenderán entre sí socava toda nuestra seguridad, incluida la de EU, y pone a los soldados estadunidenses y europeos en mayor riesgo”, apuntó.

A su vez, Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, acusó a Trump de contribuir a desestabilizar más la situación de Europa y agravar la complejidad ucraniana. “Las palabras del expresidente solo sirven a los intereses de Putin; y eso no está nada bien; no van traer ni más paz ni más seguridad al mundo”, subrayó.

En las últimas semanas las tropas rusas en Ucrania se han apoderado de regiones claves en el Donbás, como ha sucedido con la caída de Avdivka, y continúan avanzando; mientras, Kiev sigue aguardando por la ayuda militar y económica que tiene bloqueada el Congreso norteamericano y la UE solo ha enviado 30% del millón de proyectiles prometidos.

Ucrania es la zona cero y la atalaya para evitar que se cumplan los peores presagios sobre la invasión de las tropas rusas a los bálticos. En una reunión in extremis el presidente de Francia, Emmanuel Macron, reunió el lunes 26 de febrero a 20 líderes a los que planteó incluso enviar tropas a Ucrania para ayudar a los soldados ucranianos a repeler a los invasores. Unas palabras que hicieron palidecer al canciller alemán, Olaf Scholz, hasta ahora el más prudente en cuanto al envío de ayuda militar a Ucrania ante el temor de no enfadar a Putin.

“Me parece que todos estamos convencidos de que la derrota de Rusia es esencial para la seguridad y la estabilidad en Europa; quizá sea ya el momento de ayudar a Ucrania en el terreno… No podemos permitir que Putin consume sus planes”, afirmó Macron.

También propuso pasar a una economía de guerra para producir más armas y anunció la creación de una “coalición de ataques profundos” para abastecer a Kiev de misiles de medio y largo alcance. De los 20 líderes asistentes, 15 se unieron a dicha coalición que buscará comprar rápidamente armas fuera de la UE para dárselas lo más pronto posible al gobierno del presidente Volodímir Zelenski.

El dilema de las tropas

El mandatario francés instó a todos los presentes a que sus respectivas economías se preparen para producir más armas. Y aunque no hubo consenso respecto del envío de tropas europeas a Ucrania, destacó que “haremos lo que sea necesario para asegurarnos de que Rusia no pueda ganar esta guerra”.

Más contundente, Macron se dirigió a los presentes (sobre todo al canciller germano Scholz) y remarcó: “Muchos de quienes hoy dicen nunca, eran los mismos que decían nunca habrá tanques, nunca se darán aviones, nunca daremos misiles de largo alcance. Seamos lo suficientemente humildes como para señalar que a menudo hemos llegado tarde: de seis a doce meses. Me parece que todo es posible si es útil para lograr nuestro objetivo”, reafirmó.

Diversos líderes de la oposición francesa han tachado a Macron de imprudente. Por ejemplo, Jean-Luc Mélenchon, líder de La France Insoumise, dijo que la guerra contra Rusia sería una locura.

Sin embargo, Macron ha reiterado en diversos eventos que el envío de tropas a Ucrania sería para ayudar a los soldados ucranianos, pero también serviría para evitar que las tropas rusas invadan a otros países por sorpresa. “Estamos viendo, especialmente en los últimos meses, un endurecimiento de Rusia”.

La idea de Macron ha recibido la negativa de John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EU: “No habrá tropas estadunidenses en territorio ucraniano”. Alemania y España también han pronunciado su negativa.

Desde el Kremlin, Putin advirtió abiertamente que si los europeos o la OTAN despliegan tropas en Ucrania las consecuencias serían trágicas, porque habría respuestas con armas nucleares “capaces de destruir la civilización”.

Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, quien tiene información privilegiada y comparte el mismo punto de vista que el presidente francés, también ha venido advirtiendo que Rusia planea atacar a otros países europeos y que varios informes de inteligencia de diversas naciones advierten que esa confrontación podría suceder antes de un plazo de dos años. “Hay que evitar la sorpresa”.

Sin embargo, el mandatario ruso lo ha refutado y ha dicho abiertamente que es un “disparate absoluto” que Rusia tenga entre sus planes inmediatos atacar a Europa.

“Han empezado a hablar sobre la posibilidad de enviar a Ucrania contingentes militares de la OTAN, pero recordamos la suerte de aquellos que en su momento enviaron tropas a territorio de nuestro país. Las consecuencias para los posibles intervencionistas serán mucho más trágicas”, dijo Putin durante el discurso sobre el estado de la nación ante ambas cámaras del Parlamento ruso.

Europa se prepara

Hace unos días el ministro de Defensa de Noruega, Bjorn Arild Gram, advirtió que la situación actual de seguridad es grave: “Hay una guerra de invasión a gran escala en curso en Europa y estamos parados en una encrucijada”.

De forma inminente, más de 20 mil soldados de los países de la OTAN iniciaron una serie de ejercicios militares de gran tamaño en regiones del norte de Finlandia, Noruega y Suecia.

A su vez, Polonia lleva meses rearmándose. El presidente Andrzej Duda anunció un gasto superior a los 30 mil millones de euros, lo que supone más de 4% del PIB, en defensa. De entrada, ha comprado más de mil carros de combate K2 Black Panther.

Y nuevamente resuena la idea de resucitar el servicio militar obligatorio que solo tienen seis países: Grecia, Austria, Suecia, Finlandia, Dinamarca y Turquía. Alemania ha sorprendido al respecto: el ministro de Defensa, Boris Pistorius, está acelerando la reintroducción del servicio militar obligatorio lo más pronto posible.

España y otros países de la OTAN patrullan el espacio aéreo de los tres países bálticos: Letonia, Lituania y Estonia, que son los más vulnerables frente a Rusia.

Aunque también Moldavia sufre una presión inusitada. Este país colinda con Rumania y Ucrania; y recientemente Transnistria, una región independentista prorrusa dentro de Moldavia, pidió ayuda a Putin para el envío de tropas.

Una de las primeras consecuencias de estas tensiones es que la presidenta de Moldavia, Maia Sandu, anunció la suspensión inmediata del Tratado sobre Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE), un acuerdo que limita el despliegue de tropas extranjeras en su territorio.

Los países europeos están rearmándose y haciendo patrullajes conjuntos por mar y aire; sobre todo intentan evitar sabotajes a infraestructuras vitales; por ejemplo, a los gasoductos, oleoductos y los cables de fibra óptica marítimos que facilitan las comunicaciones de internet.

En las últimas dos semanas terroristas hutíes de Yemen han atacado el cableado de fibra óptica que pasa por debajo del Mar Rojo y destruyeron al menos cuatro líneas que proveen de 25% del internet del mundo.

De acuerdo con la inteligencia noruega, “Rusia ha cartografiado durante varios años la infraestructura de petróleo y gas de Noruega y este tipo de mapeo continúa”.

El jefe de la inteligencia militar, Nils Andreas Stensones, señala que la Flota del Norte de Rusia tiene capacidades en aguas profundas que representan una seria amenaza para la infraestructura submarina occidental.

“El programa ruso de inteligencia submarina (GUGI) tiene a su disposición buques de superficie avanzados, submarinos y otras capacidades para el mapeo, reconocimiento y sabotaje contra cables de comunicación civiles e instalaciones submarinas”, advierte el servicio de inteligencia noruego.

Los más expuestos al sabotaje son los objetivos relacionados con las exportaciones noruegas de gas natural; un ataque de sabotaje podría tener como objetivo desencadenar o profundizar una crisis energética en Europa, según el informe.

Europa está en una encrucijada frente a otra gran guerra que nunca buscó.

Atrapada entre EU y Rusia

Este conflicto lo que deja entrever dentro de la Unión Europea (UE) son las distintas posiciones equidistantes que hay entre los 27 países miembros.

En un principio de la invasión de Rusia a Ucrania hubo unidad, pero con el paso del tiempo eso ha estado cambiando, opina al respecto Raúl González, experto del Instituto para el Desarrollo de la Inteligencia en el Ámbito del Terrorismo, Seguridad y Defensa (Iditesde). “Putin, a nivel estratégico, no a nivel operativo, ha jugado perfectamente sus cartas y sabe que tenemos una serie de dependencias y que nos hemos puesto la soga al cuello con la energía”, explica.

González, formado en el ámbito militar en España, insiste en que ante la amenaza de Putin “Europa se está resquebrajando en sus cuatro puntos cardinales. Se ven claramente las diferencias entre los países del norte respecto de las posturas del sur o bien del este y el oeste”.

¿Qué papel está jugando aquí Estados Unidos? Para el experto militar EU sigue en lo suyo: “No cabía esperar otra cosa de un país que sabe que tiene unas barreras geográficas que lo mantienen a salvo de todos los conflictos que ocurren en Europa; y solo le afectan en la medida de la pérdida de prestigio y de influencia. Estados Unidos está haciendo lo mismo que Rusia respecto de Europa, porque juegan a las cartas de la energía y de las necesidades que tienen los europeos de esa energía, sabiendo que pase lo que pase vamos a seguir siendo dependientes de unos y de otros”, remarca.

Para el coronel del ejército español, desde el punto de vista económico Europa ya ha perdido la guerra y Ucrania, a su vez, tiene muy difícil recuperar las zonas ocupadas.

“Europa de todas las formas pierde. Económicamente, por su dependencia respecto del gas ruso y del gas estadunidense; y depende de los combustibles fósiles y la OPEP está poniendo sus condiciones. Y pierde porque la impredecibilidad de Putin es un factor desestabilizador que atenta contra nuestra seguridad”, concluye González.