Seúl, Corea del Sur, 3 de junio. El candidato de la oposición de Corea del Sur, Lee Jae-myung, fue elegido presidente, una victoria que culminan meses de agitación política desencadenada por la sorprendente pero breve imposición de la ley marcial por parte del ahora destituido líder conservador Yoon Suk Yeol.
No estaba claro si la elección de Lee causaría algún cambio importante e inmediato en la política exterior de Corea del Sur. Lee, quien es liberal y había sido acusado por críticos de inclinarse hacia China y Corea del Norte y alejarse de Estados Unidos y Japón, ha enfatizado en varias ocasiones que la alianza de Corea del Sur con Estados Unidos es la base de su política exterior.
Los desafíos externos más difíciles que esperan al nuevo presidente son la política arancelaria del presidente estadunidense, Donald Trump, y el programa nuclear en avance de Corea del Norte. Pero los expertos dicen que quien se convierta en presidente no puede hacer mucho para asegurar un progreso significativo a favor de Corea del Sur en esos temas.
Con casi el 95% de los votos contados a las 2:40 a.m. del miércoles, Lee, el candidato del Partido Democrático, lideraba con el 48.86% de los votos. El principal candidato conservador, Kim Moon Soo, tenía el 41.98%.
La encuesta de salida realizada por las tres principales cadenas de televisión de Corea del Sur —KBS, MBC y SBS— mostró anteriormente que se proyectaba que Lee obtendría el 51,7% del total de votos emitidos, superando a Kim con un 39,3%. Las encuestas previas a las elecciones también sugirieron que Lee parecía encaminado a una victoria fácil, aprovechando la profunda frustración pública con los conservadores tras el fiasco de la ley marcial de Yoon.
Incluso antes de que la victoria de Lee fuera declarada formalmente, Kim concedió, diciendo a los periodistas que “acepta humildemente la elección del pueblo” y felicitó a Lee.
Más temprano, Lee apareció ante miles de seguidores que lo vitoreaban en las calles de Seúl. No reclamó formalmente la victoria, pero reiteró sus principales objetivos políticos, como revitalizar la economía, promover la paz con Corea del Norte y aliviar la división interna.
“Avancemos con esperanza y hagamos un nuevo comienzo desde este momento”, dijo. “Aunque hayamos chocado por un tiempo, incluso aquellos que no nos apoyaron siguen siendo nuestros conciudadanos de la República de Corea”.
El candidato ganador asumirá el cargo de presidente el miércoles para un único mandato completo de cinco años, sin el habitual periodo de transición de dos meses.