Dubái, Emiratos Árabes Unidos, 2 de julio. El presidente de Irán ordenó suspender la cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) después de que ataques aéreos estadunidenses e israelíes golpearan sus instalaciones nucleares más importantes, limitando probablemente aún más la capacidad de los inspectores para monitorear el programa de Teherán, que había estado enriqueciendo uranio a niveles cercanos al grado armamentístico.
La orden de Masoud Pezeshkian no incluyó plazos ni detalles sobre lo que implicaría la suspensión. Pero el ministro iraní de Exteriores, Abbas Araghchi, señaló en una entrevista con CBS News que Teherán estaría dispuesto a continuar las negociaciones con Estados Unidos.
“No creo que las negociaciones se reanuden tan rápidamente”, dijo Araghchi, refiriéndose a los comentarios de Trump acerca de que las conversaciones podrían comenzar esta misma semana. Pero agregó que “las puertas de la diplomacia nunca se cerrarán por completo”.
Táctica de presión
Irán ya limitó las inspecciones del OIEA en el pasado como táctica de presión en las negociaciones con Occidente, aunque por ahora Teherán ha negado que haya planes inmediatos para reanudar las conversaciones con Estados Unidos que se vieron interrumpidas por la guerra de 12 días entre Irán e Israel.
La televisión estatal iraní anunció la orden de Pezeshkian, que siguió a una ley aprobada por el parlamento iraní para suspender esa cooperación. El proyecto de ley había recibido el jueves el visto bueno del organismo de supervisión constitucional del país, el Consejo de Guardianes, y probablemente el apoyo del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, presidido por Pezeshkian.
“El gobierno está obligado a suspender inmediatamente toda cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica bajo el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares y el Acuerdo de Garantías relacionado”, señaló la cadena estatal citando el proyecto de ley. “Esta suspensión permanecerá vigente hasta que se cumplan ciertas condiciones, incluida la garantía de seguridad de las instalaciones nucleares y los científicos”.
No estuvo claro de inmediato qué significará esta decisión para el OIEA, la agencia de control nuclear de Naciones Unidas. La agencia lleva años monitoreando el programa nuclear de Irán y dijo esperaba una comunicación oficial de Teherán sobre el significado de la iniciativa.
Un diplomático con conocimiento de las operaciones del OIEA, que habló bajo condición de anonimato para discutir la situación en Irán, dijo que los inspectores del OIEA todavía estaban allí después del anuncio y no habían recibido instrucciones del gobierno para salir.
Israel condena la medida
La decisión iraní recibió la condena inmediata del ministro israelí de Exteriores, Gideon Saar.
“Irán acaba de emitir un anuncio escandaloso sobre la suspensión de su cooperación con el OIEA”, escribió en una publicación en X. “Esto es una renuncia completa a todas sus obligaciones y compromisos nucleares internacionales”.
Saar instó a las naciones europeas que formaban parte del acuerdo nuclear de 2015 a implementar la cláusula que supondría la reanudación de todas las sanciones de Naciones Unidas suspendidas en su día debido al pacto alcanzado entre Teherán y las potencias mundiales, si una de las partes occidentales declara que la República Islámica lo está incumpliendo.
Se cree ampliamente que Israel es el único estado con armas nucleares en Oriente Medio, y el OIEA no tiene acceso a sus instalaciones armamentísticas.
Los detalles siguen sin estar claros
Por el momento se desconoce cómo aplicará Irán esta suspensión. Bajo su gobierno teocrático, hay margen para que el consejo implemente el proyecto de ley como considere adecuado. Esto significa que es posible que no se lleve a cabo todo lo que los legisladores pidieron.
Sin embargo, la decisión de Irán no llega a lo que temían los expertos. Les preocupaba que, en respuesta a la guerra, pudiera decidir poner fin por completo a su cooperación con el OIEA, abandonar el Tratado de No Proliferación Nuclear y apresurarse a fabricar una bomba. El tratado establece que los países firmantes se comprometen a no construir ni obtener armas nucleares y a permitir al OIEA realizar inspecciones para verificar que han declarado correctamente su actividad.
El acuerdo nuclear alcanzado en 2015 entre Irán y las potencias mundiales, negociado bajo el entonces presidente estadunidense Barack Obama, permitió a Teherán enriquecer uranio al 3,67% —suficiente para alimentar una central nuclear, pero muy por debajo del umbral del 90% necesario para obtener uranio de grado armamentístico. También redujo drásticamente las reservas de uranio del país, limitó su uso de centrifugadoras y depositó en el OIEA la supervisión del cumplimiento de las condiciones mediante una supervisión adicional. La agencia fue el principal evaluador del compromiso iraní con el pacto.
Pero durante su primer mandato, Donald Trump retiró unilateralmente a Washington del acuerdo en 2018, alegando que no era lo suficientemente estricto y no abordaba su programa de misiles ni su apoyo a grupos armados en Oriente Medio. Esto desencadenó años de tensiones, incluidos ataques marítimos y terrestres.
Irán había estado enriqueciendo hasta un 60%, a un paso técnico corto del nivel de grado armamentístico. También tiene suficientes reservas para construir múltiples bombas nucleares, si así lo decidiera. Teherán ha insistido durante mucho tiempo en que su programa nuclear tiene fines pacíficos, pero el OIEA, las agencias de inteligencia occidentales y otros dicen que tuvo un programa de armas organizado hasta 2003.
La suspensión se produce tras ataques de Israel y EU
Los ataques aéreos israelíes, que comenzaron el 13 de junio, diezmaron las altas esferas de la poderosa Guardia Revolucionaria iraní y apuntaron a su arsenal de misiles balísticos. Además, golpearon las instalaciones nucleares que, según Israel, colocaban a Teherán al alcance de un arma nuclear.
La República Islámica indicó que la ofensiva israelí mató a 935 “ciudadanos iraníes”, incluidos 38 niños y 102 mujeres. Pero Irán tiene un largo historial de ofrecer cifras de muertes más bajas en situaciones de disturbios por motivos políticos.
El grupo Human Rights Activists, con sede en Washington, que ha proporcionado cifras detalladas de víctimas en múltiples rondas de disturbios en Irán, elevó la cifra de fallecidos a mil 190 personas, de las cuales 436 eran civiles y 435 formaban parte de las fuerzas de seguridad. Los ataques causaron además cuatro mil 475 heridos, agregó.
Por otra parte, parece que las autoridades iraníes están evaluando ahora el daño causado por los ataques estadounidenses contra tres sitios nucleares el 22 de junio, incluido Fordo, construido bajo una montaña a unos 100 kilómetros (60 millas) al suroeste de Teherán.
Imágenes satelitales de Planet Labs PBC analizadas por la agencia The Associated Press muestran a funcionarios iraníes en Fordo el lunes, examinando probablemente los daños causados por las bombas antibunker estadunidenses. En las fotografías se podían ver camiones, así como al menos una grúa y una excavadora en los túneles del sitio. Esto coincide con las imágenes tomadas el domingo por Maxar Technologies, que mostraban trabajos similares en curso.