Buenos Aires, Argentina, 22 de octubre. El canciller argentino Gerardo Werthein presentó su renuncia en el marco de los ajustes en el gabinete de ministros que planea el presidente Javier Milei ante las elecciones legislativas del próximo domingo.
La información fue confirmada por la vocería presidencial, sin dar mayores detalles.
Werthein, el segundo canciller que deja el cargo bajo la gestión Milei, había asumido en noviembre de 2024 en reemplazo de Diana Mondino, despedida tras el voto en Naciones Unidas contra el embargo económico impuesto por Estados Unidos a Cuba.
La salida del funcionario se produjo un día después de que el gobernante ultraderechista anunció que reformará su gabinete de ministros luego de las cruciales elecciones legislativas del domingo, en las que espera que su minoritario partido en ambas cámaras logre sumar un número suficiente de escaños para aprobar reformas pendientes.
En los comicios los argentinos elegirán 24 del total de 72 senadores y 127 de los 257 diputados.
Dos ministros dejarán sus carteras si ganan los escaños para los que se postulan: la de Seguridad, Patricia Bullrich, candidata a senadora nacional por la ciudad de Buenos Aires, y el de Defensa, Luis Petri, candidato a diputado nacional por la provincia de Mendoza.
En los últimos días habían trascendido algunos cuestionamientos a Werthein desde el propio oficialismo por la coordinación de la reunión bilateral de Milei con el presidente Donald Trump en la Casa Blanca el pasado 14 de octubre, que antecedió a un paquete de ayuda financiera para estabilizar el mercado cambiario argentino.
Los comicios de medio término constituirán un test sobre la gestión del líder de La Libertad Avanza, que en los últimos meses ha perdido fuelle en medio de un freno de la actividad económica, la caída del consumo y la inestabilidad cambiaria.
Los analistas coinciden que aún con una buena elección el oficialismo no tendrá el control del Parlamento y deberá fortalecer sus vínculos con la oposición más dialoguista, por lo que no se descarta que varios puestos del gabinete de ministros se conviertan en una prenda de negociación.