Washington, Estados Unidos, 16 de mayo. Un grupo de legisladores republicanos bloqueó este viernes el avance de un polémico plan de recortes fiscales impulsado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien había pedido a los congresistas de su partido un respaldo unificado a su propuesta.
La propuesta incluía un impuesto del 5% a las remesas enviadas fuera del país, que fueron criticadas por el Gobierno de México.
Con 21 votos en contra y sólo 16 votos a favor, un puñado de congresistas republicanos del ala más conservadora de su partido hundieron en el Comité de Presupuesto el masivo proyecto de ley que incluía diversas disposiciones fiscales incluyendo el impuesto de 5% a las remesas al extranjero.
Para los congresistas del ala conservadora el plan bautizado por Trump como “El Gran, Único y Hermoso Proyecto de Ley”, que contenía la renovación de recortes de impuestos instaurados por Trump en su primera Presidencia, no era lo suficientemente agresivo en recortar el gasto del Gobierno federal.
Cinco representantes del ala conservadora republicana votaron en contra debido a que, según dijeron, este aumentaría el déficit presupuestario.
“Estamos emitiendo cheques que no podemos cobrar y nuestros hijos van a pagar las consecuencias”, dijo Chip Roy, uno de los que dieron la espalda a la propuesta.
“Este proyecto de ley es profundamente insuficiente; no cumple lo que decimos que hace con respecto a los déficits”, aseguró.
La negativa de los cinco republicanos - de tres que se necesitaban para retrasar el avance del proyecto - es vista como una inusual rebelión entre las filas del Partido Republicano a las presiones de Trump.
“Los republicanos DEBEN UNIRSE tras ‘EL GRAN Y HERMOSO PROYECTO DE LEY‘”, escribió horas antes Trump en su red social, Truth Social.
El mandatario, que acaba de finalizar una gira de cuatro días por Medio Oriente, insistió en que esta propuesta “no solo recorta los impuestos a TODOS los estadunidenses, sino que también dejará sin (el plan médico) Medicaid a millones de inmigrantes indocumentados con la intención de protegerlo para quienes realmente lo necesitan”.
Además de las exenciones a las propinas y las horas extras, el proyecto busca también recortes en los impuestos a los préstamos para adquirir automóviles fabricados en el país y los beneficios de la Seguridad Social, además de incrementar los beneficios fiscales a ancianos y familias con niños.
Esto dejaría un déficit en los ingresos del Gobierno que serían amortizados en parte por restricciones a Medicaid, que cubre a unos 71 millones de personas de bajos recursos, a pesar de que Trump y el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, han insistido en que no lo tocarán.
Las limitaciones al Medicaid están entre los puntos más álgidos de la disputa entre el ala centrista y conservadora del Partido Republicano.
Los conservadores piden recortes más agresivos e inmediatos, mientras que los moderados están preocupados por las afectaciones que traerían a sus distritos recortes a otros programas como el SNAP de ayudas para la compra de comida.
“El país sufrirá mucho sin esta legislación, con un aumento del 65% en los impuestos. Se culpará a los demócratas, pero eso no ayuda a nuestros votantes. No necesitamos “fanfarrones” en el Partido Republicano. ¡DEJEN DE HABLAR Y HAGANLO!”, instó Trump en Truth Social, aumentando la presión sobre los legisladores.