Londres, Inglaterra, 20 de mayo. El gobierno británico suspendió las conversaciones de libre comercio con Israel y sancionó a colonos de Cisjordania, horas después de prometer “acciones concretas” si Israel no detenía su nueva ofensiva militar en Gaza.
La presión internacional está aumentando sobre Israel tras un bloqueo de casi tres meses de suministros a Gaza que ha llevado a advertencias de hambruna. Incluso Estados Unidos, un aliado incondicional, ha expresado preocupaciones sobre la crisis de hambre.
El secretario de Relaciones Exteriores británico, David Lammy, declaró que el gobierno no podía continuar las discusiones sobre el acuerdo comercial con un gobierno israelí que, según él, está llevando a cabo políticas atroces en Gaza y en la Cisjordania ocupada por Israel.
“La historia los juzgará", afirmó Lammy. “Bloquear ayuda, expandir la guerra, desestimar las preocupaciones de los amigos y socios. Eso es indefendible y debe cesar”.
Lammy indicó que el Reino Unido estaba imponiendo sanciones a “tres individuos más, dos asentamientos ilegales de colonos y dos organizaciones que apoyan la violencia contra la comunidad palestina”.
Señaló que los asentamientos ilegales israelíes se estaban extendiendo por Cisjordania “con el apoyo explícito de este gobierno israelí".
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, Oren Marmorstein, calificó las sanciones contra los colonos de Cisjordania como “injustificadas y lamentables” y manifestó que las negociaciones del acuerdo de libre comercio no estaban siendo avanzadas por el Reino Unido de todos modos.
El anuncio siguió a los comentarios del primer ministro británico Keir Starmer, quien calificó el sufrimiento de los niños en Gaza como “totalmente intolerable” y repitió su llamado a un alto el fuego.