Rafah, Noviembre 2.- Las tropas terrestres israelíes han avanzado hasta “las puertas de la ciudad de Gaza” en intensos combates contra los milicianos, dijo el ejército el miércoles, mientras a cientos de extranjeros y decenas de palestinos gravemente heridos se les permitió salir de Gaza después de más de tres semanas bajo asedio.
Por su parte, el presidente estadounidense Joe Biden pidió una “pausa” humanitaria en los combates. Biden hablaba en un acto de recaudación de fondos de campaña en Minneapolis cuando un manifestante lo interrumpió y pidió el cese del fuego.
“Creo que necesitamos una pausa”, respondió Biden. Funcionarios de la Casa Blanca dijeron más tarde que una interrupción de los combates permitiría llegar más ayuda a Gaza y crearía la posibilidad de liberar a más rehenes retenidos por Hamás.
Las primeras personas que abandonaron Gaza —aparte de cuatro rehenes mujeres liberadas por Hamás y una soldado rescatada por las fuerzas israelíes— cruzaron a Egipto, escapando de la creciente miseria del territorio mientras los bombardeos expulsan a cientos de miles de sus hogares y los alimentos, el agua y el combustible se agotan.
El Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que algunos ciudadanos estadounidenses se encontraban entre los que se fueron, sin dar detalles. Dijo que esperaba que más estadounidenses y otros ciudadanos extranjeros salieran de Gaza en los próximos días. Según se informa, se estaban manteniendo conversaciones entre Egipto, Israel y Qatar, que ha estado mediando con Hamás.
Fuertes ataques aéreos demolieron edificios de apartamentos por segundo día consecutivo en el campo de refugiados densamente poblado de Jabaliya, cerca de Ciudad de Gaza. La televisión Al Jazeera mostró cómo los heridos, incluidos niños, eran trasladados a un hospital.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, visitará Israel y Jordania el viernes, su segundo viaje a la región desde el asalto de Hamás el 7 de octubre en el sur de Israel. Blinken pretende reiterar el apoyo de Estados Unidos a Israel, pero también presionar para garantizar que la ayuda humanitaria llegue a los palestinos en Gaza.
En una señal de creciente alarma entre los países árabes por la guerra, Jordania —un aliado clave de Estados Unidos con un acuerdo de paz con Israel— retiró a su embajador de Israel y pidió la salida del embajador israelí.
El viceprimer ministro Ayman al-Safadi dijo que el regreso de los embajadores está vinculado a que Israel “detenga su guerra contra Gaza... y la catástrofe humanitaria que está causando”.
Las bombas han obligado a más de la mitad de los 2,3 millones de habitantes del territorio a huir de sus casas mientras los alimentos, el agua y el combustible escasean.
Las tropas israelíes entraron a la Franja de Gaza en gran número durante el fin de semana luego de tres semanas de intensos bombardeos aéreos que arrasaron vecindarios enteros. La guerra —la quinta y la más letal de las que han librado Israel y Hamás— comenzó con un sangriento asalto del grupo insurgente sobre el sur del territorio israelí el 7 de octubre en el que murieron cientos de hombres, mujeres y niños. Unas 240 personas fueron capturadas.
Estados Unidos ha prometido un respaldo inquebrantable a Israel en su intento de poner fin al control de Hamás sobre Gaza y aplastar sus capacidades militares, aunque los aliados no parecen tener un plan de futuro claro para el enclave. Funcionarios de la Casa Blanca indicaron que una pausa en los combates permitiría la entrada de más ayuda en Gaza y crearía las condiciones para la posible liberación de más rehenes.