Considerada una de las obras magnas de la actual administración el Tren Maya ha comenzado su ruta de construcción para beneficiar, según los cálculos gubernamentales, a toda la zona del sudeste mexicano —Yucatán, Campeche, Tabasco, Chiapas y Quintana Roo—, que a lo largo de la historia de México no ha tenido grandes obras de infraestructura: con el arranque de este ferrocarril millones de personas tendrán beneficios económicos, turísticos y comerciales.
Esta semana el presidente Andrés Manuel López Obrador dio ya el banderazo al inicio de la construcción, a la par que inicia la reapertura económica y social tras la pandemia del Covid-19.
El megaproyecto ferrocarrilero de mil 475 kilómetros de extensión atravesará cinco entidades, consolidándose con ello como uno de los mayores proyectos de infraestructura, el cual irá de la mano con políticas públicas sustentables e integrales para los gobiernos estatales, municipales, pueblos originarios y, por supuesto, la consolidación del turismo y del comercio en esa zona del país.
Aval
Los cálculos de organismos internacionales de gran prestigio a nivel global son que el Tren Maya generará casi un millón de nuevos empleos y sacará de la pobreza al mismo número de personas en el sudeste del país.
Así lo prevé, por ejemplo, la evaluación denominada Desarrollo integral territorial y urbano de la región sudeste de México-corredor regional Tren Maya, que realizaron expertos y científicos de ONU-Hábitat, el programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos.
El análisis del organismo internacional determina que “en el proceso de edificación y hacia 2030 se crearán 715 mil nuevos empleos en los 16 municipios que contarán con alguna de las 18 estaciones de tren; 150 mil empleos en la economía rural asociada al paso del ferrocarril, y 80 mil más con los trabajos de construcción de los cinco primeros tramos en 2020”.
Asimismo señala que “ONU-Hábitat ha generado una base de datos con un total de 30 indicadores para 268 municipios de Campeche, Chiapas, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo, lo que permite conocer la situación previa a la construcción del tren y calcular su impacto en los años siguientes”.
Mediante un sistema de evaluación en términos espaciales, socioeconómicos y medioambientales el organismo estima que para 2030 “las personas en situación de pobreza habrán descendido 15% gracias al impacto económico” de la puesta en marcha del tren en la región.
Indica que en estos años “la población pasará de los 12.1 millones actuales a 17.3 millones de personas. De ellas 6.1 millones estarán en situación de pobreza. Si no existiera el Tren Maya esa cifra ascendería a 7.2 millones”.
El organismo precisa que de cada 100 personas con un empleo, 46 pertenecerán a pueblos originarios con la probabilidad de integrarse al mercado laboral, lo que resulta en un indicador de inclusión productiva y social. “En el caso de la población originaria la llegada del Tren Maya favorecerá su empleo en trabajos directa e indirectamente asociados al ferrocarril. En total se registrará un incremento de 38% con respecto de la población originaria ocupada en 2015”, añade.
Afirma también que en los lugares por donde pasará el ferrocarril la economía crecerá el doble. “Si no existiera el tren el impacto económico local (valor total de la producción y de la transformación de los bienes que se da en la región) crecería 0.84% (1.5 billones de pesos), pero con el tren el crecimiento será de 1.59%, casi el doble (2.1 billones de pesos). Además el tren permitirá aumentar una media de dos años al promedio de escolaridad en los municipios con estación”, establece.
La metodología de ONU-Hábitat incluyó reuniones y talleres con responsables de las distintas secretarías de Estado encargadas de la planeación territorial en las cinco entidades por las que circulará el Tren Maya.
Además los encuentros se gestaron desde el mes de enero en Yucatán, Campeche, Tabasco, Chiapas y Quintana Roo, con el objetivo de elaborar un diagnóstico regional que dio como resultado identificar el impacto del tren en cada uno de los estados, generar insumos que orienten la estrategia de ordenamiento territorial y realizar recomendaciones para actualizar o modificar los instrumentos de planeación.
Las primeras actividades se organizaron en enero y febrero. “Los funcionarios que asistieron a estos encuentros compartieron su experiencia y conocimiento para elaborar un análisis conjunto que permitiera identificar las oportunidades de la construcción y los posibles riesgos a nivel microrregional y estatal, así como los proyectos y programas estratégicos de desarrollo que respondan a las necesidades y expectativas de cada estado”, señala el informe.
Durante los meses de marzo y abril “se realizaron nuevos talleres de carácter técnico con representantes o titulares de las distintas secretarías para continuar la elaboración de este análisis y presentar el modelo territorial propuesto para cada estado”.
Arranque
Para el director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), Rogelio Jiménez Pons, encargado del proyecto, la influencia del tren en el ordenamiento territorial en la región “será determinante. El Tren Maya cuidará el medio ambiente, mejorará las ciudades y distribuirá los beneficios del crecimiento”, expone.
Jiménez Pons afirma “que la visita de los especialistas de ONU-Hábitat buscó mejorar la calidad de vida de las personas. La visita fue para discutir lineamientos y parámetros sobre planeación regional y urbana desde las perspectivas espacial, social y ambiental”.
Y puntualiza: “Fonatur y ONU-Hábitat configuraron una mesa científica que nos ayudó a un mejor análisis técnico y métodos comprobados con capacidad de análisis y datos duros. Este trabajo sirvió para poder desarrollar los objetivos, así como discutir las mejores prácticas globales en torno del ordenamiento territorial o regional”.
Además, agrega, permitió analizar “la planeación urbana e intercambiar conocimientos y experiencias sobre corredores regionales y su impacto en el desarrollo sostenible. El Tren Maya en realidad es mucho más que un tren: es un proyecto integral, un proyecto bien estructurado para la región”.
De esta manera el proyecto avalado por la ONU busca generar empleos, detonar la economía de la región y desarrollar infraestructura con servicios básicos para mejorar la calidad de vida de los habitantes del área con pleno apego a la ley y beneficios para pueblos indígenas y gobiernos que estarán involucrado
RECUADROS
Estaciones proyectadas
Palenque.
Tenosique.
Balancán.
Escárcega.
San Francisco de Campeche.
Mérida.
Izamal.
Chichen Itzá.
Valladolid.
Cobá.
Cancún.
Puerto Morelos.
Playa del Carmen-Tulum.
Felipe Carrillo Puerto.
Bacalar.
Chetumal.
Xpujil.
Numeralia
El Tren Maya tendrá una extensión de mil 475 kilómetros.
Una inversión cercana a los 120 mil millones de pesos.
Correrá a través de 40 municipios de Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán.
Transportará a ocho mil turistas diariamente en el sur de la Península de Yucatán.
Serán casi tres millones al año.
Trasladará cientos de toneladas de mercancía al mes.
Agilizará decenas de procesos comerciales.