En días pasados la mayoría de Morena, PT y PVEM en la Cámara de Diputados aprobó una iniciativa enviada a esta instancia por parte del titular del Ejecutivo federal, la cual reforma la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE) y la Ley General de Partidos Políticos (LGPP), además de que expide una nueva Ley de Medios de Impugnación.
Al aprobarla, los partidos argumentaron que los cambios tienen por objeto restablecer libertades al “garantizar el efectivo ejercicio de los derechos político-electorales de la ciudadanía”, expidiendo una nueva Ley de Medios de Impugnación a fin de “evitar abusos por parte de las autoridades electorales administrativas y jurisdiccionales”.
Además, aseveraron, las modificaciones buscan reducir el gasto electoral con “la eficaz ejecución y administración de los recursos de las instituciones”, fundamentalmente, con la reducción de personal en los institutos y tribunales electorales tanto a nivel federal como local.
Los cambios planteados fueron criticados de manera general por los partidos de oposición, quienes de hecho votaron en contra.
De manera particular la oposición criticó una cláusula propuesta por el PVEM –ajena a la iniciativa del gobierno federal- la cual permite a partidos pactar la distribución de votos en coalición o candidatura común, previo a una elección, para que precisamente ningún partido de una coalición pierda el registro en caso de no obtener como mínimo 3% de la votación válida emitida.
Sin hacer caso a las críticas los partidos del régimen aprobaron la reforma y la remitieron al Senado, donde Morena y aliados también votaron a favor, con algunos cambios, pero dejaron la referida cláusula impulsada por el PVEM denominada “De vida terna”.
Luego de aprobarla, el Senado la devolvió a la Cámara de Diputados para concluir el proceso legislativo y entonces llegó la descalificación del presidente Andrés Manuel López Obrador quien se dijo inconforme con lo planteado por los verdes y advirtió que consideraría vetar la reforma si se mantenía la citada cláusula.
Morena y aliados acordaron aprobar la reforma electoral sin el cambio propuesto por el PVEM y la devolvieron al Senado, pero los trabajos del periodo ordinario ya concluyeron, así que los cambios tendrán que esperar al próximo periodo ordinario.