Como parte de nuestra selección de lo mejor del teatro en 2012, en esta ocasión mencionamos los cinco mejores montajes, dramaturgos, directores, escenógrafos e intérpretes más representativos del año, que por sus propuestas escénicas lograron trascender.
Cartas de amor a Stalin
Este montaje a cargo de la Compañía Nacional de Teatro (CNT) y dirigido por el español Guillermo Heras es un excelente referente del teatro moderno. Trasciende por tres factores: buena dirección en relación al texto, una dramaturgia precisa, que funciona por su inteligente estructura dramática, a cargo de Juan Mayorga (uno de los principales dramaturgos contemporáneos), y sus extraordinarias interpretaciones por parte de Juan Carlos Remolina, un espléndido actor que escenificó al trastornado escritor ruso Mijail Bulgákov (1891-1940), al lado de una asombrosa Gabriela Núñez, quien da vida a la esposa de este escritor, junto con Luis Rábago como un poderoso Stalin, entrañable, único, que difícilmente volveremos a ver en escena.Esta obra es resultado del magnífico poder interpretativo de estos tres actores de la CNT, bajo una brillante dirección de un maravilloso texto capaz de conmover y trascender las fronteras del teatro, convirtiéndola en una de las mejores de 2012.
Venecia
Dirigida por Héctor Bonilla y respaldada por Azteca Teatro, esta comedia escrita por Jorge Accame apostó por presentar un teatro de humor diferente, pero eficaz, e incluso conmovedor. Con un elenco juvenil que se fusiona con experimentados actores como Gina Morett y Omar Fierro, el resultado de este montaje es un auténtico equilibrio entre talento, inteligencia, humor y una digna reflexión humana, que se convierte en una referencia para la comedia contemporánea; una lección del teatro dentro del teatro; de cómo hacer un montaje cómico valiente, arriesgado, honesto y diferente,creando una comedia real, digna de trascender.
Alter play: secuelas chejovianas
El dramaturgo irlandés Brian Friel se puso a escribir “intervenciones” dramatúrgicas en torno de la obra de Chéjov. El resultado: una fiel y moderna representación de Chéjov en escena, a cargo de dos grandes intérpretes, Mónica Dionne y Rodolfo Arias, bajo la dirección de Ignacio Escárcega. Una tarea difícil de lograr con éxito y de la que casi nadie ha salido bien librado.Sin embargo, esta maravillosa producción de Teatro UNAM lo consiguió, demostrando que con pocos recursos se puede hacer un teatro de calidad, sencillo y profesional, un teatro sincero, profundo, tal y como Chéjov lo imaginó.
Almacenados
Producida por la dinastía Bonilla y escrita por David Desola, esta puesta en escena con tintes existencialistas tiene la dosis precisa para ser una obra perfecta. Bajo la dirección de Fernando Bonilla e interpretada espléndidamente por Sergio y Héctor Bonilla, esta obra entrañable, poderosísima y trascendental funciona y conmueve, con una “impecable” dramaturgia, magníficas interpretaciones con un equilibrio justo y una dirección efectiva, digna de reconocerse. Es la obra perfecta de 2012, que se presentó en su mejor momento.Réquiem
Sencillamente, una obra maestra, escrita por Hanoch Levin basada en tres cuentos de Chéjov, bajo la dirección de Enrique Singer. Este no sólo se consagra como un excelente director, sino que también crea una obra maestra en cuanto a las artes escénicas se refiere, a través de su poderosa estética y composiciones visuales, tanto poéticas como infinitamente conmovedoras.Réquiem, además, es ganadora de seis premios de la Academia Teatral de Israel y ha permanecido doce años en cartelera en ese país. Por primera vez se presentó en México esta obra, magistral en cuanto a su belleza escénica se refiere, de la que seguramente el propio Chéjov se sentiría orgulloso de sentir su esencia en escena.